El Liceo quiere mudar su piel
El artista Frederic Amat dise?a unos semic¨ªrculos de cer¨¢mica rojo intenso para anclarlos en las dos fachadas del teatro de la Rambla
El Liceo de Barcelona, a diferencia de otros grandes teatros de ¨®pera europeos, no est¨¢ en una gran plaza y no marca un espacio urbano, probablemente porque no naci¨® como un gran proyecto p¨²blico. Est¨¢ en La Rambla y precisamente por la falta de profundidad del paseo es un edificio que no destaca por su presencia hasta cruzar su umbral. La necesaria intervenci¨®n en su fachada por problemas estructurales puede dar pie a que la cara del Liceo se transmute radicalmente. El artista Frederic Amat ha proyectado una intervenci¨®n en las dos fachadas del teatro, la de La Rambla y la de la calle de Sant Pau, que persigue dotar al teatro barcelon¨¦s de una piel exterior con personalidad propia: ¡°Naturalmente que toda intervenci¨®n contempor¨¢nea no est¨¢ exenta de riesgo¡±, apunta al explicar en qu¨¦ consiste su propuesta que, de momento, cuenta con el visto bueno de los ¨®rganos de direcci¨®n del Liceo y de su consorcio.
Unas grandes piezas de cer¨¢mica en forma de semic¨ªrculos ¡ªde un metro y cinco cent¨ªmetros¡ª de un rojo intenso y oscuro ¡ªel color que predomina en el teatro¡ª se anclar¨¢n a lo largo de las dos fachadas. Ser¨¢n aproximadamente unas 170 piezas colocadas asim¨¦tricamente ¡°y que cambiar¨¢n de perspectiva con los reflejos de la luz a medida que la persona avance caminando¡±, a?ade el polifac¨¦tico artista que ha realizado otras intervenciones con grandes piezas de cer¨¢mica, como los ojos escrutadores de la fachada del hotel Ohla, en V¨ªa Laietana, o la lluvia de sangre de las paredes de la escalera del Lliure de Gr¨¤cia.
¡°El semic¨ªrculo representa al propio p¨²blico en el interior del teatro. Es la idea base de los primeros teatros romanos de Vitrubio¡±, comenta. El alma de esas piezas ser¨¢ una tela met¨¢lica cubierta por la cer¨¢mica que se anclar¨¢n en las paredes con un dise?o final que persigue evitar que se posen las palomas.
En principio, el teatro no ten¨ªa pensada una intervenci¨®n art¨ªstica en la fachada que apenas se ha reformado desde su construcci¨®n, en 1847. A?os despu¨¦s ¡°se mejor¨® algo¡±, en palabras del asesor arquitect¨®nico del Liceo, Jordi Rogent, por problemas de desprendimientos. La fachada no result¨® afectada en el incendio del teatro de 1861 como tampoco sufri¨® da?os en 1994. Tras este ¨²ltimo, no se someti¨® una rehabilitaci¨®n profunda cuando se reconstruy¨® el teatro: ¡°al final de tantas obras hubo prisas y la fachada solo se pint¨®¡±, explica el director general del Liceo, Roger Guasch. El caso es que se ha ido deteriorando progresivamente con capas de pintura superpuestas y grietas hasta llegar al estado de ¡°preruina¡±, en palabras de Rogent.
El teatro convoc¨® un concurso para realizar la restauraci¨®n de las fachadas y el estudio de los arquitectos Xavier Fabr¨¦ y Lluis Dilme lo gan¨®. Una rehabilitaci¨®n que, de paso, servir¨¢ para descubrir unos grandes vitrales, que dan a la calle de Sant Pau, que han estado cubiertos por unos plafones de madera desde la d¨¦cada de los a?os 30. Se trata de unas vidrieras que solo se ven desde el interior del vest¨ªbulo del C¨ªrculo del Liceo dise?adas por Oleguer Junyent en 1905. Pese a que los dibujos originales del dibujante y escen¨®grafo est¨¢n desaparecidos, la constancia de que ellos sirvieron de modelo la da una publicaci¨®n en julio de 1905 en la revista Arquitectura y Construcci¨®n, seg¨²n explica la memoria del proyecto. Los dibujos representan la Tetralog¨ªa wagneriana con unos vivos colores que podr¨¢n apreciarse desde la calle de Sant Pau. ¡°Est¨¢n muy deteriorados y se deber¨¢ realizar un armaz¨®n externo para su seguridad¡±, apuntan los arquitectos que ejecutar¨¢n la rehabilitaci¨®n del edificio. Esos trabajos, la rehabilitaci¨®n de las fachadas de Sant Pau, la de La Rambla y las vidrieras supondr¨¢n un coste de cerca de 700.000 euros que se obtendr¨¢n por micromecenazgo y por la instalaci¨®n de lonas publicitarias.
La idea de la intervenci¨®n de Amat, que costar¨¢ unos 300.000 euros m¨¢s, surgi¨® del propio artista al tener conocimiento de que se iba a intervenir en las fachadas: ¡°Siempre he pensado que el Liceo necesitaba otra presencia, que hab¨ªa que buscar una soluci¨®n para acabar con su falta de irradiaci¨®n hacia el exterior¡±. Su propuesta pudo prosperar porque Josep Su?ol, uno de los socios honor¨ªficos del Liceo y presidente de la Fundaci¨®n Su?ol ¡ªcon una amplia colecci¨®n y exposiciones de arte contempor¨¢neo¡ª , ha decidido costearla. ¡°De otra manera no hubiera podido ser¡±, matiza el director general del Liceo.
El teatro tiene una protecci¨®n de Bien de Inter¨¦s Nacional por lo que toda intervenci¨®n requiere de la aprobaci¨®n de Patrimonio. ¡°Los servicios municipales han dado el visto bueno a la restauraci¨®n can¨®nica de la fachada y la intervenci¨®n art¨ªstica ha sido bien vista aunque el permiso definitivo est¨¢ a la espera de un informe detallado del sistema de anclajes¡±, comenta Rogent, que fue responsable de Patrimonio del Ayuntamiento de Barcelona hasta hace unos a?os. Desde el consistorio, matizan que se conoce el proyecto del que se est¨¢ evaluando su ¡°impacto y viabilidad¡±.
Amat asume el riesgo: ¡°Somos conscientes de que se comentar¨¢, que gustar¨¢ a unos y a otros no, pero tambi¨¦n creemos que la intervenci¨®n dignificar¨¢ el Liceo y la entrada al Raval por la calle de Sant Pau¡±. Con todo, se trata de una intervenci¨®n art¨ªstica que puede ser reversible: ¡°Nada es permanente, aunque sea algo que no nos gusta a los artistas¡±.
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