Bailando con su obsesi¨®n
Sidi Larbi Cherkaoui entusiasma al p¨²blico en el Mercat de les Flors
Impresionante lleno de p¨²blico en la Sala Mac del Mercat de les Flors, el pasado jueves, para asistir al estreno en Barcelona de Fractus V, el ¨²ltimo espect¨¢culo de Sidi Larbi Cherkaoui con su compa?¨ªa Eastman. Al final de la funci¨®n, el p¨²blico se alz¨® en bloque para aplaudir y ovacionar calurosamente al core¨®grafo belga de origen marroqu¨ª. Qued¨® patente que le perdonaban algunos desajustes coreogr¨¢ficos que emanan de la pieza, ya que la brillantez del conjunto prevaleci¨® sobre estos en la retina del ojo del espectador.
Sin duda lo mejor de Fractus V es la bella e hipn¨®tica m¨²sica en directo a cargo del percusionista y cantante japon¨¦s, Shogo Yoshii, al cantante y m¨²sico coreano, Woo Jae Park, Kaspy N'dia y el compositor e int¨¦rprete indio de sarod, Soumik Datta, a los que se les suma a lo largo del espect¨¢culo los bailarines cantando o tocando alg¨²n instrumento. Este intenso di¨¢logo musical clav¨® al espectador en su butaca desde el principio hasta los ¨²ltimos compases.
Fractus V, de setenta y cinco minutos de duraci¨®n, exhibe todas las obsesiones del universo creativo de Sidi Larbi. Como su gusto por la manipulaci¨®n de los objetos escenogr¨¢ficos, que en esta ocasi¨®n son unos tri¨¢ngulos de madera que se convierten en un puzzle fragmentado de la mente. Su gusto por las canciones religiosas, la m¨²sica tradicional y su vocabulario coreogr¨¢fico, marcado por la violencia, son las otras caracter¨ªsticas de sus obras.
FRACTUS V
Compa?¨ªa Eastman; Coreograf¨ªa de Sidi Larbi Cherkaoui; M¨²sica de Shogo Yoshii, Woojae Park, Side Larbi Cherkaoui, Johnny Lloyd y Soumik Datta; Dramaturgia de Antonio Cuenca; Escenograf¨ªa de Herman Sorgeloos y Sidi Larbi Cherkaoui; Iluminaci¨®n de Krispijn Schuyesmans; Vestuario de Sumire Hayakawa; Mercat de les Flors. Sala MAC. Barcelona. 14 de enero
En esta pieza las ideas filos¨®ficas de Noam Chomsky sirven de excusa a Cherkaoui para crear una defensa coreogr¨¢fica sobre la libertad de expresi¨®n, junto a otra afirmaci¨®n, la idea de que cada vez es m¨¢s dif¨ªcil de controlar a la gente por la fuerza. Sobre estos dos ejes, que la dramaturgia de Antonio Cuenca enfatiza, se desarrolla esta propuesta de ballet contempor¨¢neo. Las ricas frases coreogr¨¢ficas se entrelazan con el gesto cotidiano con gran fluidez: iron¨ªa y drama se trenzan en un expresivo baile. En esta ocasi¨®n el creador da una importancia especial al movimiento de brazos, casi como si los bailarines quisieran con sus manos arrancarse de su mente el aluvi¨®n de informaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica que bombardea diariamente al hombre de hoy confundi¨¦ndole.
Es hacia al final del espect¨¢culo cuando Sidi Larbi propone el silencio mental para alcanzar la paz de esp¨ªritu. En Fractus V la violencia es demasiado expl¨ªcita, especialmente la que hace referencia a los atentados terroristas de Par¨ªs del pasado mes de noviembre. Los numerosos disparos con un rev¨®lver y el ruido de las sirenas de la polic¨ªa resultan demasiado previsibles.
La pieza est¨¢ interpretada por excelente bailarines como el propio Sidi Larbi junto al franc¨¦s Dimitri Jourde ¡ªque procede de los espect¨¢culos de circo¡ª el americano Johnny Lloyd, que practica el lindy hop y es m¨²sico; el espa?ol Fabi¨¢n Thom¨¦ Dutensa, un bailar¨ªn de flamenco; y Patrick Williams, que procede del hip-hop y el breakdance.
Precisamente es esa mezcla de estilos y nacionalidades la que da como resultado un apasionante baile, que precisa alg¨²n reajuste para unificar estilos. Magn¨ªfico el fragmento de flamenco que Sidi Larbi interpreta junto a Fabi¨¢n Thom¨¦, ¨¦ste ¨²ltimo volvi¨® a brillar en un excelente solo, cuyo baile, curiosamente, record¨® el estilo de B¨¦jart.
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