Rus o la detenci¨®n del populismo

La detenci¨®n de Alfonso Rus en su domicilio de X¨¤tiva, la ciudad que gobern¨® para el PP con su peculiar estilo populista entre 1995 y 2015, ha conmocionado este martes a los vecinos de esta ciudad de 30.000 habitantes de la provincia de Valencia.

La noticia de que el tambi¨¦n expresidente provincial del PP estaba detenido en su domicilio de X¨¤tiva ha congregado a centenares de personas durante toda la ma?ana frente a su vivienda en la calle de Montcada, en el coraz¨®n de una ciudad que durante a?os control¨® a su antojo montado en un Ferrari rojo, s¨ªmbolo de su ascenso al poder. No en vano, Alfonso Rus, cada vez que ten¨ªa ocasi¨®n, recordaba que llev¨® a Mariano Rajoy en uno de sus primeros deportivos hace m¨¢s de dos d¨¦cadas tras lograr el aval del dirigente de G¨¦nova para ingresar en el PP.

La operaci¨®n policial contra la corrupci¨®n en el PP valenciano ha provocado este martes en X¨¤tiva un espect¨¢culo callejero, mediterr¨¢neo, que con gusto hubiese rodado otro valenciano, el fallecido Luis Garc¨ªa Berlanga. El domicilio del defenestrado pol¨ªtico?¡ªque perdi¨® las elecciones municipales del pasado mes de mayo y que fue repudiado por el PP tras difundirse una grabaci¨®n en la que cuenta los billetes de una supuesta mordida¡ª se ha convertido en lugar de peregrinaci¨®n para muchos vecinos deseosos de ver "la ca¨ªda de Alfonso" o conmocionados por la detenci¨®n de un hombre "que ha hecho cosas muy buenas por X¨¤tiva".

"Vive en el edificio m¨¢s alto de la ciudad, no tiene p¨¦rdida", orientaba Antonio a los periodistas. Y es que todo lo que rodea a Rus siempre ha sido superlativo a pesar de que el exdirigente del PP siempre brome¨® con su baja estatura para arrancar las risas y los aplausos de un p¨²blico, que hasta hace menos de un a?o llen¨® los auditorios en los que interven¨ªa.

De lo que no hay duda es de que el populismo pol¨ªtico que Rus encarn¨® bajo las siglas del PP ha impregnado tambi¨¦n su detenci¨®n. "A m¨ª me sabe mal", dec¨ªa Rosa. "A m¨ª no, si ha robado que lo pague", replicaba su amiga. El gent¨ªo, procedente en parte del mercadillo de los martes pr¨®ximo a la casa de Rus, ha terminado por convertir los accesos al domicilio del expol¨ªtico en una especie de zoco alternativo, animado tambi¨¦n a ¨²ltima hora de la ma?ana por los escolares del cercano colegio de los Dominicos que, por decenas, han acudido a presenciar el espect¨¢culo con sus mayores. Una situaci¨®n que ha obligado a la Polic¨ªa Local a cortar la calle por la que solo se ha permitido el acceso al garaje del edificio de los Mercedes, Audi y BMW de los vecinos de Rus.

"He vendido las 120 series que llevaba y muchos m¨¢s cupones con la m¨¢quina", explicaba orgullosa Mar¨ªa Jos¨¦, vendedora de la ONCE que no ocultaba su satisfacci¨®n por su d¨ªa de suerte. "Siempre voy donde hay gente y me han dicho que aqu¨ª hab¨ªa mucha, m¨¢s que en el mercadillo", aseguraba.

Salida a las 15.15

La salida de la vivienda de Rus se ha producido a las 15.15 horas, en un veh¨ªculo policial camuflado, un Toyota blanco sin distintivos. El exalcalde detenido estaba sentado detr¨¢s del conductor, sin grilletes y escondido tras una cartera de mano oscura que no ha impedido ver su rostro despu¨¦s de que el veh¨ªculo diese un frenazo para no arrollar a los periodistas. A su lado, un agente de la Guardia Civil y en el asiento del copiloto el fiscal Anticorrupci¨®n Vicente Torres. Al salir por uno de los dos accesos al garaje que tiene el edificio, el veh¨ªculo se ha encontrado con una legi¨®n de periodistas a la carrera y, por incre¨ªble que parezca, con decenas de vecinos deseosos de grabar con sus tel¨¦fonos m¨®viles al exalcalde del PP, p¨¢lido y cabizbajo en el coche policial, mientras le gritaban "?corrupto, corrupto!".

Alfonso Rus ha sido trasladado de su domicilio a la f¨¢brica de muebles FDM, otro punto clave en los negocios turbios del expol¨ªtico popular, mientras la Guardia Civil terminaba el registro del CD Ol¨ªmpic de X¨¤tiva, el equipo de f¨²tbol que tambi¨¦n presidi¨® el pol¨ªtico popular.

Tan solo un d¨ªa antes, Rus hab¨ªa intentado dar una imagen de normalidad. El lunes almorz¨® en los Salones Alameda del pol¨ªgono industrial de X¨¤tiva, cerca de la f¨¢brica, en compa?¨ªa de su yerno e intent¨® aparentar una tranquilidad rota desde el domingo, cuando arreciaron los rumores sobre una inminente operaci¨®n policial que lo colocaba en el ojo del hurac¨¢n. Entonces ya solo faltaban unas horas para ver c¨®mo acababa el populismo con el que ciment¨® un poder ahora derribado.