Un impulso eterno
El quinteto celebra sus 15 a?os renovando, junto a Bummer y Se?or No, su fe en las guitarras
El 3 de febrero de 2001, que era s¨¢bado (aunque no lo recuerden), unos madrile?os hedonistas llamados Los Chicos tuvieron a bien presentarse en sociedad con un concierto en la sala Ritmo y Comp¨¢s. La entrada se fij¨® en 800 humildes pesetas y, por aquello de redondear el cartel, los m¨¢s consagrados Se?or No y Bummer escoltaban a los novatos. Este mi¨¦rcoles, en una El Sol con aforo solo demediado, el mismo triplete guitarrero repiti¨® la jugada con la excusa de honrar esos 15 a?os de los ahora viejos lobos. Los Chicos son un valioso tesoro 'underground' de esta ciudad, aunque solo apto para cr¨¢pulas e insomnes: para adentrarse en su vigorizante sesi¨®n hubo que hacer tiempo hasta las 0.20 de la madrugada.
"?M¨¢stiles al viento!", bramaban dos horas antes los chicos de Bummer, a modo de conjuro y rotura de hielo, tras poner en marcha su rudimentaria f¨®rmula de rock grasiento, hirsuto, sudoroso, con botas de lagarto, zapas ro?osas e ingl¨¦s con deje cheli como veh¨ªculo de expresi¨®n. El cuarteto funciona como una ocasional hermandad macarra a la que mantienen eternamente unida, cuando procede, los Stones, el 'boogie' y el garaje.
Nada nuevo, pero s¨ª efectivo para entrar en calor. Y casi melifluo en comparaci¨®n con la tralla asilvestrada que proporcionar¨ªan a partir de las 23.30 los donostiarras Se?or No, unos tipos tan poco acostumbrados al matiz como al descanso. Xabi, el hombre de melena n¨ªvea que ejerce como jefe de filas, es una suerte de Rosendo norte?o y de filiaci¨®n 'punkarra', un tipo adicto a la electricidad y el decibelio. Y lo bastante desapegado de la l¨ªrica para suministrar t¨ªtulos como 'Whisky, putas y humo' y terminar 'rockeando' entre el p¨²blico, pauta en la que hasta cuatro Chicos (todos, salvo el bater¨ªa) reincidir¨ªan despu¨¦s varias veces.
Algunos integrantes del quinteto habr¨¢n sufrido los rigores de la merma capilar, pero el rock es un impulso eterno que permite, por ejemplo, seguir invocando el esp¨ªritu de Los Ramones o Keith Richards sin que nadie pida copia del DNI. Rafa ejerce el liderato solo como vocalista, lo que se revela un acierto: es expansivo, ostentoso, directo. Y, mejor a¨²n, con sentido del humor. Ya habr¨¢ ocasi¨®n de recuperar las esquivas horas de sue?o.
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