Los guardianes del tesoro

A escasos metros de la Mezquita-Catedral de C¨®rdoba se esconde un tesoro. En concreto, m¨¢s de 3.500 piezas de incalculable valor. Pero no son diamantes, ni rub¨ªes ni monedas de oro. Esta peculiar cueva de Al¨ª Bab¨¢ no es otra que el antiguo hospital de San Sebasti¨¢n, un edificio construido entre 1512 y 1516 por el arquitecto Hern¨¢n Ruiz El viejo y convertido desde hace poco m¨¢s de un cuarto de siglo en la Filmoteca de Andaluc¨ªa. Entre sus joyas deslumbran pel¨ªculas como Un d¨ªa por M¨¢laga, de 1914; la versi¨®n de Platero y yo de Alfredo Castell¨®n; o La Alameda de Juan Sebasti¨¢n Bolla¨ªn, pionero de la producci¨®n cinematogr¨¢fica andaluza. Durante a?os, esta instituci¨®n ha compaginado las tareas de conservaci¨®n y restauraci¨®n de cintas como las anteriores con su exhibici¨®n. Ahora, la revoluci¨®n digital est¨¢ cuestionando su funcionalidad.

¡°Las filmotecas se encuentran ante la encrucijada de seguir retrocediendo hasta convertirse en un nido de cin¨¦filos o de avanzar y constituirse en un centro cultural para la divulgaci¨®n del cine¡±, explica el director de la Filmoteca de Andaluc¨ªa, Pablo Garc¨ªa Casado, en el cargo desde hace casi ocho a?os. Y es que, el nuevo escenario digital ha transformado de forma radical el quehacer diario de estas instituciones. ¡°Con las nuevas tecnolog¨ªas, investigadores e interesados por el s¨¦ptimo arte acuden cada vez menos a una filmoteca para encontrar un archivo. Prefieren ir a Internet, a plataformas de archivos compartidos¡­¡±, reconoce Garc¨ªa Casado. ¡°A esto se suma que los iconos del cine ya han sido recuperados¡±, a?ade. Ante esta realidad, las filmotecas se enfrentan a un doble destino. ¡°O convertirse en museo del recuerdo o adoptar una actitud proactiva y hacer memoria¡±, apunta el responsable. Y la Filmoteca de Andaluc¨ªa ha optado por el segundo camino.

Con sedes en Sevilla, Granada y Almer¨ªa, la instituci¨®n trabaja para convertirse en un centro cultural polivalente, ¡°capaz de generar debate, di¨¢logo y reflexi¨®n¡­¡±. Y para ello, deben crear espectadores. ¡°Notamos que el cine como acto social, hecho cultural, se est¨¢ perdiendo¡­ La gente va cada vez menos a las salas de cine. Si antes las filmotecas nos plante¨¢bamos salvar las pel¨ªculas, ahora nos planteamos salvar el cine. Hay una gran carencia de cultura cinematogr¨¢fica, est¨¢ gravemente en peligro¡±, apunta Garc¨ªa Casado. ¡°Hay pel¨ªculas como Psicosis que est¨¢n hechas para que se vean en la gran pantalla, para que el espectador pueda sentir miedo de verdad¡±, pone como ejemplo. ¡°Hay que trabajar para que la gente descubra el cine tal y como es¡±, se?ala.

Para ello, la instituci¨®n celebra proyecciones y programas para escolares, universitarios y personas mayores. ¡°El a?o pasado participaron unos 12.000 alumnos. Con que el 10% se hiciera espectador, ya lograr¨ªamos mucho¡±, asegura. Con una media anual de 40.000 espectadores, la cifra ha crecido este a?o un 3,7%. Al programa puesto en marcha el a?o pasado para personas mayores, en el que se proyectaron cl¨¢sicos de Orson Welles y Roberto Rossellini, la instituci¨®n tambi¨¦n ha puesto en marcha un club de lectura en el que literatura y cine van de la mano. En este cuarto de siglo, la instituci¨®n ha ofrecido m¨¢s de 14.000 proyecciones.

La instituci¨®n ha restaurado m¨¢s de 100 cintas y suma 14.000 proyecciones

La Filmoteca de Andaluc¨ªa cuenta con un presupuesto de 60.000 euros anuales para actividades. ¡°El cine est¨¢ desfalleciente y las filmotecas no pueden estar cruzada de brazos, no pueden hacer como los violinistas de Titanic, tienen que actuar¡±, agrega Garc¨ªa Casado, quien asegura que para que estos organismos sobrevivan es muy importante que se integren en el tejido cultural de la ciudad.

Hay que trabajar para que la gente descubra el cine tal y como es

Pablo Garc¨ªa Casado, director de la Filmoteca de Andaluc¨ªa

Pero este no es el ¨²nico reto que acarrea la revoluci¨®n digital. ¡°No hay criterios homog¨¦neos para conservar los soportes digitales. El acetato sabemos que dura unos 100 a?os pero ?cu¨¢nto duran los discos duros? ?Y la nube? Al parecer, la perdurabilidad de un disco duro son 10 a?os, despu¨¦s de ese tiempo no sabemos c¨®mo se ir¨¢ deteriorando el contenido. Y los expertos no est¨¢n dando respuestas concluyentes¡±, se?ala Garc¨ªa Casado, quien explica que su filmoteca est¨¢ conservando los nuevos contenidos en sus servidores. Estos documentos conviven en un archivo en el que se encuentra toda la producci¨®n andaluza industrial, desde los a?os ochenta y noventa con Solas, de Benito Zambrano; hasta La isla m¨ªnima, de Alberto Rodr¨ªguez. Este archivo f¨ªlmico se completa con uno documental con m¨¢s de 10.000 carteles y material publicitario.

Y pese a estos cambios, hay algo que no ha cambiado. La filmoteca sigue trabajando en la recuperaci¨®n y restauraci¨®n de estas joyas. ¡°En los 26 a?os de vida de la filmoteca, se ha restaurado un centenar de pel¨ªculas. Cuando las recibimos o nos la donan, lo primero que hacemos es analizar su rareza para determinar si merece la pena ponerse manos a la obra¡±, cuantifica Garc¨ªa Casado, quien se?ala que estos trabajos pueden alargarse durante meses. ¡°Al a?o, restauramos entre tres y cinco pel¨ªculas. Todo depende, del estado en el que se encuentren¡±, apunta el experto antes de recordar que se estima que m¨¢s del 80% de la producci¨®n f¨ªlmica de los primeros 20 a?os de vida del cinemat¨®grafo acabaron destruidos.

Entre los trabajos m¨¢s importantes desarrollados en esta ¨¢rea, se encuentra la restauraci¨®n de la obra de Jos¨¦ Val del Omar, ejemplo del cine experimental espa?ol del siglo XX y que se expone en museos como el Reina Sof¨ªa o el MOMA de Nueva York. Los ¨²ltimos se han centrado en cintas de Juan Sebasti¨¢n Bolla¨ªn. ¡°Estaban a punto de perder el color¡±, apunta Garc¨ªa Casado. Adem¨¢s de La Alameda, se ha recuperado la Tetralog¨ªa sevillana (Sevilla tuvo que ser, Sevilla en tres niveles, Sevilla rota y La ciudad es el recuerdo) y C. A. 79, Un enigma de futuro. Las tres pel¨ªculas fueron presentadas el a?o pasado en el Festival de Cine Europeo de Sevilla y recorrer¨¢n las distintas filmotecas espa?olas. ¡°Es una joya que debemos mostrar¡±, dice Garc¨ªa Casado.