Trabajar la estabilidad
La estabilidad gubernamental no se consigue con un mero acuerdo parlamentario formalizado en un documento repleto de ambig¨¹edades interpretadas de manera unilateral
El documento del acuerdo parlamentario entre Junts pel S¨ª y la CUP del 9 de enero empezaba diciendo: ¡°A los efectos de garantizar la estabilidad parlamentaria y de fortalecer la acci¨®n de gobierno durante esta legislatura¡¡±. Posteriormente se especificaban cinco puntos, con distintos grados de ambig¨¹edad, que eran la base de los compromisos de la CUP-Crida Constituent durante el mandato de Puigdemont. De este modo se formaliz¨® un pacto entre dos fuerzas pol¨ªticas ideol¨®gicamente muy distintas para asegurar la estabilidad de un gobierno minoritario durante una previsible legislatura de 18 meses.
Aunque los gobiernos minoritarios, como el de Junts pel S¨ª, suelen necesitar y buscar formaciones no gubernamentales que apoyen sus pol¨ªticas, la estabilidad gubernamental es un concepto indeterminado y no depende solo del apoyo parlamentario que posee el ejecutivo ni del contenido de la acci¨®n de gobierno. Hay muchos otros factores que pueden condicionar su estabilidad, porque la din¨¢mica gubernamental tambi¨¦n est¨¢ sujeta a la estabilidad del sistema pol¨ªtico, del sistema de partidos, de los partidos de gobierno, y a la estabilidad institucional, econ¨®mica, pol¨ªtica y social. En el caso de los gobiernos de coalici¨®n, como el bipartito CDC-ERC, la composici¨®n del ejecutivo, la distribuci¨®n de parcelas de poder o las relaciones personales tambi¨¦n pueden condicionar la firmeza gubernamental, al margen del apoyo parlamentario que posean.
Para medir o valorar la estabilidad gubernamental pueden utilizarse distintos par¨¢metros y, en funci¨®n de su elecci¨®n, el gobierno priorizar¨¢ determinados objetivos para conseguirla. Uno de los m¨¢s utilizados por los estudiosos es, sin duda, el temporal. As¨ª, un gobierno que dura mucho tiempo (?cu¨¢nto?) se considera muy estable, y uno que dura poco tiempo (?cu¨¢nto?) es inestable. Esta suposici¨®n nos obliga a realizar una valoraci¨®n retrospectiva de la estabilidad gubernamental, a prescindir de los factores que condicionan la duraci¨®n o que provocan la extinci¨®n de los ejecutivos, a contentarnos con saber la cantidad de gobierno y a subestimar la calidad del mismo. El gobierno de Junts pel S¨ª, en particular, no tiene un objetivo fundamentalmente temporal, ni mucho menos la intenci¨®n de agotar una legislatura de cuatro a?os, sino que aspira a cumplir una hoja de ruta para obtener la independencia de Catalu?a, y prev¨¦ lograrlo en un per¨ªodo inferior a dos a?os.
Un an¨¢lisis m¨¢s preciso de la estabilidad gubernamental deber¨ªa examinar los acontecimientos que se producen entre la formaci¨®n de un gobierno y su extinci¨®n, y ello obligar¨ªa a valorar el volumen y el contenido de las pol¨ªticas, as¨ª como la comodidad en el impulso de la acci¨®n de gobierno. Esto es lo que parece exigir el primer compromiso del acuerdo entre Junts pel S¨ª y la CUP al se?alar que los anticapitalistas ¡°no voten en ning¨²n caso en el mismo sentido que los grupos parlamentarios contrarios al proceso y/o el derecho a decidir cuando est¨¦ en riesgo la estabilidad¡±. Pero mientras que para la CUP la garant¨ªa de estabilidad (sumar la mayor¨ªa absoluta parlamentaria) va unida a una determinada acci¨®n de gobierno, para Junts pel S¨ª, y m¨¢s concretamente para CDC, la CUP deber¨ªa votar a favor de todas las pol¨ªticas gubernamentales (incluidos los presupuestos) con independencia de su contenido. Es evidente que esta interpretaci¨®n de la estabilidad parlamentaria no solo es irracional y opuesta a la naturaleza libertada de los cupaires, sino que tambi¨¦n va en contra de los principios democr¨¢ticos.
Otro factor clave para proteger la estabilidad de los ejecutivos de aquellos que desean dinamitarla es que la ciudadan¨ªa acepte mayoritariamente la actividad gubernamental. Obtener la aprobaci¨®n social es especialmente necesario en contextos como el actual, de gran incertidumbre pol¨ªtica, y para conseguirlo hay que gobernar con consensos pol¨ªticos amplios y transversales, de tal forma que los acuerdos no sean fruto de una imposici¨®n de pol¨ªticas gubernamentales, sino de la habilidad de los ejecutivos para sumar sensibilidades ideol¨®gicas. En esta tarea es fundamental instaurar una relaci¨®n entre gobierno y oposici¨®n que evite el manique¨ªsmo pol¨ªtico, y facilitar desde el gobierno un comportamiento poli¨¦drico y constructivo de la oposici¨®n.
La estabilidad gubernamental no se consigue con un mero acuerdo parlamentario formalizado en un documento repleto de ambig¨¹edades interpretadas de manera unilateral. Para lograr una acci¨®n de gobierno c¨®moda, activa y duradera, hay que adoptar actitudes transaccionales, promover complicidades e infundir responsabilidades colectivas. La estabilidad ni se impone ni se acata, se trabaja.
Jordi Matas Dalmases es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UB.
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