El a?o aciago de La Carpa de Sevilla

Hastiado. Es el estado de Jorge Barroso Bifu, cofundador del Espacio Art¨ªstico La Carpa, un colectivo cultural que despu¨¦s de seis a?os de trabajo ininterrumpido en Sevilla, con una propuesta art¨ªstica aut¨®noma, reconocida internacionalmente y que cuenta con 1.500 socios, no encuentra un lugar f¨ªsico en la ciudad para desarrollar su actividad desde 2014. "Por la experiencia vivida, no me creo nada de ning¨²n pol¨ªtico respecto a La Carpa", se?ala Barroso, que ha decidido mantener su compa?¨ªa de artes esc¨¦nicas pero abandonar la ciudad "para refrescar los pulmones".

Toma esta decisi¨®n despu¨¦s de la opci¨®n adoptada en asamblea por su colectivo de rechazar la propuesta del Ayuntamiento (PSOE), en la que ofrec¨ªa la posibilidad de instalarse en la F¨¢brica de Artiller¨ªa de la ciudad, un espacio en desuso que pretende ser rehabilitado. "Han tomado nuestro proyecto, pero quieren contar con otros arquitectos y que no empecemos a funcionar hasta que no pasen dos a?os", asegura Barroso. "Nuestra ¨¦tica nos impide participar de un proyecto que, a pesar de estar literalmente sustentado en el discurso que nuestra entidad viene desarrollando desde hace a?os, en la realidad se trata de una estrategia de marketing con fines meramente partidistas", apunta la entidad en una nota.

Por su parte, el Ayuntamiento de Sevilla ha mostrado su sorpresa ante la decisi¨®n tomada por el colectivo. "La F¨¢brica de Artiller¨ªa es enorme, y vamos a invertir m¨¢s de un mill¨®n de euros en rehabilitarla. Como hab¨ªa sugerido, el proyecto de La Carpa tendr¨ªa espacio suficiente para desarrollar as¨ª su actividad. De hecho, todav¨ªa no est¨¢ ni siquiera terminado el plan de usos de todo el edificio y pueden caber muchos proyectos m¨¢s", apunta Antonio Mu?oz, delegado de H¨¢bitat urbano, Cultura y Turismo.

"Puedo garantizar que las actividades ef¨ªmeras van a comenzar a finales de 2016 en las zonas que tengan dispuestas medidas de seguridad. Lo que no estoy dispuesto a consentir es que haya personas en lugares sin estas garant¨ªas. Hay una zona que requiere mucha m¨¢s intervenci¨®n, pero en otras se podr¨¢ empezar a realizar actividades en oto?o", a?ade Mu?oz. "No hay desidia ni dejadez, este es un proyecto fundamental para este Gobierno".?

El rechazo de La Carpa a participar en La F¨¢brica se toma?despu¨¦s de que en 2014, con el gobierno municipal liderado por el popular Juan Ignacio Zoido, el colectivo abandonara el espacio en el que ten¨ªan sus instalaciones, en Miraflores. "En ese momento tuvimos el apoyo de la oposici¨®n, pero ahora que est¨¢n en el poder no nos dan una respuesta adecuada", apunta el director. Como un circo ambulante, el colectivo ha permanecido el a?o 2015 esperando poder anclar los cimientos en alg¨²n espacio de la ciudad, fuese de propiedad municipal o de la Junta de Andaluc¨ªa. Un objetivo no conseguido. "Tampoco nos han facilitado un inventario de espacios en desuso para que podamos buscar alternativas", asegura Bifu.

De forma paralela a los futuros acuerdos con el Ayuntamiento, el colectivo prepar¨® un proyecto por fases para adaptar el abandonado pabell¨®n del Siglo XV de La Cartuja y montar all¨ª La Carpa. Lo present¨® a la Junta de Andaluc¨ªa, propietaria del deteriorado espacio, pero, seg¨²n aseguran, la propuesta fue paralizada por la Administraci¨®n andaluza.?

La trayectoria de La Carpa acumula obras a las que asistieron casi 30.000 espectadores en 394 espect¨¢culos, la celebraci¨®n de 20 festivales y medio centenar de cursos. Y las instalaciones, realizadas con elementos reciclados y de forma participada, estaban dise?adas por el premiado arquitecto Santiago Cirugeda. "La llamada Aula Abierta est¨¢ en Gotemburgo, la Ara?a en el Teatro Nacional de Montpellier, otros cuatro m¨®dulos en Madrid y otra parte entregada a La Carpa Social, un proyecto en el que se trabaja en Sevilla con gente sin hogar", se?ala el director.

La BBC, The Guardian o Al Jazeera se han interesado por conocer este proyecto art¨ªstico, y sus miembros, arquitectos, artistas, creativos..., son invitados permanentemente a participar en encuentros nacionales e internacionales para contar sus experiencias. "Es muy significativo que un proyecto de esta calidad siempre ha sido m¨¢s reconocido fuera de Andaluc¨ªa y Espa?a, pero parece que se cumple el dicho: 'mi vecino no puede ser un genio", reclama el cofundador, que fue galardonado por la Uni¨®n de Actores en 2012 con el Premio a la solidaridad por este proyecto.