Hijos de enfermos de alzh¨¦imer ayudan a adelantarse a la dolencia

A la madre de Mar¨ªa Rosa le diagnosticaron alzh¨¦imer con 80 a?os. Aunque la enfermedad ya hab¨ªa empezado a manifestarse sutilmente, se precipit¨® mucho m¨¢s tras la muerte de su marido. Con una edad tan avanzada, Mar¨ªa Rosa ni se plante¨® ingresarla en alg¨²n centro, tal y como le recomendaban los m¨¦dicos. Con "resignaci¨®n y mucha, mucha paciencia", ella y su hermana se encargaron del cuidado de su madre hasta el ¨²ltimo d¨ªa. Ese d¨ªa a d¨ªa con la enfermedad sensibiliz¨® a Mar¨ªa Rosa con el alzh¨¦imer y la empuj¨® a presentarse voluntaria en un estudio observacional que preparaba la Fundaci¨®n Pasqual Maragall para atajar la dolencia en estadios m¨¢s tempranos. La organizaci¨®n cient¨ªfica buscaba a descendientes de los enfermos, que tienen m¨¢s papeletas de sufrir la dolencia degenerativa. Esta tarde, Mar¨ªa Rosa participa con los otros 2.700 voluntarios del estudio en un encuentro que organiza la Fundaci¨®n Pasqual Maragall para rendir cuentas de lo que ha dado de s¨ª, hasta ahora, el llamado proyecto ALFA.

En el marco de la investigaci¨®n, la fundaci¨®n ha estudiado y examinado a 2.743 voluntarios adultos sanos, todos de entre 45 y 75 a?os e hijos de personas afectadas por alzh¨¦imer.?Cada tres a?os, los voluntarios se someten a un conjunto de pruebas cognitivas, gen¨¦ticas y de neuroimagen para intentar determinar los factores de riesgo que influyen en la aparici¨®n del alzh¨¦imer as¨ª como para ver la evoluci¨®n de los cambios cerebrales que se producen. "En este tipo de programas es muy importante fidelizar a los participantes y acercarse a ellos. Este encuentro tambi¨¦n servir¨¢ para rendir cuentas", apunta el doctor Jordi Cam¨ª,?director general de la Fundaci¨®n. La entidad ha hecho 600 resonancias magn¨¦ticas a algunos participantes y proximamente someter¨¢n a otros subgrupos de voluntarios a otras pruebas.

La fundaci¨®n ha examinado a 2.743 voluntarios adultos sanos, hijos de personas afectadas por alzh¨¦imer.

Mar¨ªa Rosa ya se ha tenido varias entrevistas con los investigadores y en breve la citar¨¢n para realizarle unas pruebas magn¨¦tica. Pese a que todos los hermanos de su madre desarrollaron la dolencia, los m¨¦dicos no encuentran ning¨²n elemento que revele la presencia de la enfermedad en el organismo de Mar¨ªa Rosa. Tampoco su hermana, de 87 a?os, ha manifestado s¨ªntomas de alzh¨¦imer. Con todo, los m¨¦dicos seguir¨¢n estudiando a la mujer para ver c¨®mo evoluciona o no la enfermedad en los decendientes de los enfermos.?

Cam¨ª reconoce que "si hubiese m¨¢s recursos econ¨®micos" ampliar¨ªan la cohorte de voluntarios seleccionados para el estudio ALFA. Con todo, la Fundaci¨®n Pasqual Maragall ya participa en el proyecto europeo?Prevenci¨®n Europea de la demencia de alzh¨¦imer (EPAD, en sus siglas en ingl¨¦s). El estudio internacional, que durar¨¢ unos cinco a?os, buscar mejorar los resultados en la prevenci¨®n de la enfermedad y conocer mejor las fases iniciales de la dolencia degenerativa. Para ello, los centros de investigaci¨®n participantes har¨¢n un registro europeo de unos 24.000 voluntarios asintom¨¢ticos o en estadios tempranos del alzh¨¦imer para estudiar c¨®mo evoluciona la enfermedad. Hasta ahora, los s¨ªntomas se manifiestan entre 15 y 20 a?os despu¨¦s de que la dolencia aparezca en el cerebro.

Tras a?os de infruct¨ªferos ensayos cl¨ªnicos de f¨¢rmacos que atajasen la enfermedad ¡ªseg¨²n un art¨ªculo de la revista cient¨ªfica?Cleveland Clinic, el 99,6% de los ensayos cl¨ªnicos contra el alzh¨¦imer han fracasado¡ª, Cam¨ª asegura que se "ha consolidado el enfoque que se le ha dado al problema". "Ahora hay m¨¢s unanimidad en la necesidad de conocer la historia natural de la enfermedad y actuar antes de que se presenten los s¨ªntomas", apunta. En los ¨²ltimos a?os, las principales instituciones europeas que investigan el alzh¨¦imer tambi¨¦n han consensuado protocolos de actuaci¨®n para "hacer las cosas de la misma manera", apostilla Cam¨ª.