El instituto Joan Fuster no olvida al profesor Abel

El pr¨®ximo mi¨¦rcoles se cumplir¨¢ un a?o de la peor tragedia escolar que ha vivido Catalu?a: el asesinato del profesor sustituto Abel Mart¨ªnez, en las aulas del instituto barcelon¨¦s Joan Fuster, a manos de un alumno de 13 a?os que sufri¨® un brote psic¨®tico y le apu?al¨®. Ha pasado un a?o en el que la comunidad educativa ha intentado volver a la normalidad; se ha puesto el foco en el acompa?amiento psicol¨®gico dentro de la escuela. Pero ayer salt¨® de nuevo a la actualidad con el anuncio de la familia del muerto de pedir un mill¨®n de euros de indemnizaci¨®n al Consorcio de Educaci¨®n.

¡°Que seguimos tocados, seguimos tocados¡±, explica una madre de familia del centro. La direcci¨®n del instituto y los profesores siguen siendo renuentes a hablar con los medios y prefieren el silencio y no recordar en p¨²blico los hechos en los que cinco personas m¨¢s resultaron heridas. Otros padres explican que, a pesar de los esfuerzos y el apoyo psicol¨®gico, han tenido que pagar ayuda profesional por su cuenta. En algunos casos los menores a¨²n se medican. ¡°Todo sigue a flor de piel¡±, agrega la misma madre.

¡°Los ni?os s¨ª lo tenemos que superar, pero los maestros se cogen la baja¡±, se queja un estudiante. Los profesores tambi¨¦n intentan volver a la normalidad, con el agravante de que tienen que transmitir seguridad a los estudiantes. La otra docente agredida por el menor ¡ªque por su condici¨®n de inimputable no fue juzgado¡ª no ha vuelto al centro, seg¨²n explican padres de familia.

El menor, aseguran varias fuentes consultadas, est¨¢ internado en un centro psiqui¨¢trico. Su familia se mud¨® de piso y su hermana cambi¨® de instituto. Otras v¨ªctimas s¨ª contin¨²an con sus estudios en el Joan Fuster, donde hay una psic¨®loga para atender a la comunidad educativa.

El instituto homenajear¨¢ al profesor el mi¨¦rcoles en privado, El gimnasio, la biblioteca o el gimnasio, a¨²n est¨¢ por decidir, llevar¨¢ el nombre del profesor asesinado y se pondr¨¢ una placa conmemorativa. El departamento de Ense?anza no explic¨® si tiene planeado alg¨²n acto conmemorativo. La Generalitat y la Universidad de Lleida (de donde era originario Mart¨ªnez), crearon en su honor una c¨¢tedra universidad-empresa dedicada a la educaci¨®n.

Nadie duda de lo imprevisible de la tragedia, si bien ha servido para correr un tupido velo sobre la salud mental infantil y juvenil. Tras los hechos, la Generalitat se escud¨® en su programa Salud y Escuela como una herramienta eficaz de atenci¨®n. Y aunque el programa es reconocido incluso fuera de Catalu?a, su cobertura es pobre. Seg¨²n una respuesta parlamentaria, en el curso pasado solo el 44% de los centros contaba con una enfermera para atender in situ a los estudiantes y derivarlos si era el caso. En 2010, pese a que hab¨ªa menos colegios dentro del programa, m¨¢s centros ten¨ªan profesional sanitario. ¡°En algunas zonas donde las consultas son espor¨¢dicas, los centros han retirado las enfermeras¡±, acepta Carme Cabezas, subdirectora general de promoci¨®n de la salud. Solo el 5% de las 11.770 consultas registradas el curso pasado se derivaron a centros de salud mental para menores.

El pasado 24 de marzo, la familia de Mart¨ªnez present¨® una reclamaci¨®n administrativa ante el consorcio en la que piden una indemnizaci¨®n de un mill¨®n de euros. ¡°Los padres, ¨¦l jubilado y ella ama de casa, depend¨ªan econ¨®micamente de Abel¡±, explica su abogado Jos¨¦ Antonio Calles. El letrado cree que en la agresi¨®n hubo ¡°un funcionamiento anormal del servicio p¨²blico¡±.