La lista de Laia Marull
La actriz lleva a La Villarroel su primer mon¨®logo, en el que da vida a una mujer que lucha contra la fren¨¦tica cotidianidad
Una mujer de mediana edad huye de la ciudad y se refugia en el campo del Quebec. Piensa que viviendo all¨ª podr¨¢ tener una vida familiar m¨¢s sosegada, pasar m¨¢s tiempo con su marido, atender mejor a sus tres hijos, empezar de nuevo. Pero las listas de tareas pendientes por hacer se acumulan en su mente. Es una especie de obsesi¨®n. Confecciona listas de las cosas m¨¢s cotidianas, por ejemplo sobre cu¨¢ndo poner el lavaplatos, hasta que estos retales mentales se entremezclan con sus demonios y se le abalanzan encima. Esta atormentada mujer protagoniza La llista, mon¨®logo de la canadiense Jennifer Tremblay interpretado por Laia Marull. La obra, en escena en La Villarroel hasta el 1 de mayo, la dirige la actriz Allegra Fulton, que dio vida al personaje en la versi¨®n inglesa.
¡°Apunta las cosas por hacer¡todo. Es como una coreograf¨ªa estudiada. Pero la obra en realidad no va de listas. Es un pretexto para descubrir muchas verdades que no acaban de gustarle¡±, explica Marull. La protagonista es muy perfeccionista, intenta construir ordenada y minuciosamente su cotidianidad. Conseguir un equilibrio entre su matrimonio, su faceta de madre y el placer. Est¨¢ inmersa en bordar su papel como mujer en la sociedad atropellada del mundo actual. Sin embargo, en este cruce de quehaceres no consigue desprenderse de sus dilemas y remordimientos.
Quiz¨¢s se olvid¨® de lo esencial, de la vida, de la amistad. Y es que hay algo que pudo hacer y no hizo en un asunto: Cree que podr¨ªa haber dejado morir a una amiga; una vecina, madre de cinco ni?os peque?os, fallecida de manera est¨²pida. Con esta reflexi¨®n de culpa se inicia el mon¨®logo, que entremezcla pasajes po¨¦ticos con pinceladas de thriller. ?En qu¨¦ fall¨®?, se pregunta el espectador mientras la mujer se enzarza en un conflicto interno e intenta, sin ¨¦xito, escapar de sus temores.
La llista es una coproducci¨®n de La Brutal y el Teatre Lliure, en cuya sala de Gracia se estren¨® la obra en enero. All¨ª Marull inici¨® su carrera teatral en 1993 con Llu¨ªs Pasqual.
¡°Mi personaje se encuentra en una situaci¨®n que no hab¨ªa esperado. Cre¨ªa que estando lejos las cosas se solucionar¨ªan, pero en realidad se ha llevado los problemas con ella. Va al pueblo y tambi¨¦n tiene muchos prejuicios para relacionarse, estr¨¦s¡¡±, relata Marull. ¡°Es v¨ªctima y verdugo del mundo actual. La obra reclama decidir en qu¨¦ lugar ponemos las prioridades. Si vamos haciendo cosas y las queremos hacer perfectas para estar al d¨ªa, no dejamos paso para atender otras, como los sentimientos¡±, desgrana Marull, para quien La llista es su primer mon¨®logo.
Fue Fulton quien le propuso interpretar el papel. Ambas se conocieron una d¨¦cada atr¨¢s en Montreal y se hicieron amigas. ¡°Hacer un mon¨®logo, al final, es cuesti¨®n de pr¨¢ctica y de confianza, sobre todo. Si est¨¢s con otros actores te ayudas el uno con el otro. Aqu¨ª se necesita m¨¢s imaginaci¨®n¡±, opina Marull. Precisamente, la escenograf¨ªa de la obra la forman muebles sencillos, una mesa y una silla, rodeados de tonalidades blancas. Podr¨ªa ser una cocina, pero tambi¨¦n representa una p¨¢gina en blanco en la mente de la protagonista. Son sus psiquis, el folio por completar en su imaginaci¨®n. Una pantalla con paisajes nevados acompa?a el discurso en algunas escenas. ¡°En esta p¨¢gina en blanco que es el escenario ocurre todo. Tiene delante un p¨²blico y la posibilidad de sacar a flote la lista que la atormenta¡±, argumenta Marull.
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