El ni?o que quiso ser Truman

En El show de Truman de Peter Weir un adulto busca obsesivamente la puerta de salida de la c¨²pula de ficci¨®n en la que ha nacido. En El ni?o de la tele de Marc Gonz¨¢lez de la Varga y Rub¨¦n Ram¨ªrez un adulto anhela con la misma tenacidad regresar a los plat¨®s de televisi¨®n que durante un breve episodio de su vida hicieron de ¨¦l un personaje. Truman Burbank (Jim Carrey) s¨®lo deseaba escapar de la gran mentira para conocer el "mundo real". Rub¨¦n Ram¨ªrez ha dedicado casi dos d¨¦cadas de su existencia a reencontrar el camino de regreso a ese "mundo irreal" que en su ni?ez le acogi¨® en volandas y que parec¨ªa rendido a su don extraordinario de imitar voces. Un lugar m¨¢gico ¡ªel reino de Narnia con focos, presentador, decorado y regidor¡ª donde un solo gesto inundaba el espacio de risas y aplausos. El deseo leg¨ªtimo de sentirse de nuevo como cuando ten¨ªa doce a?os y le trataban como el wonderboy de las reci¨¦n estrenadas cadenas de televisi¨®n privadas.

Este espect¨¢culo ¡ªepifan¨ªa, tribunal, psicodrama, teatro verit¨¦ y stand-up comedy en un solo paquete esc¨¦nico¡ª parte del inmediato presente del protagonista. En la intimidad de la Flyhard se muestra de frente un hombre, treinta a?os, f¨ªsico corriente, ocupado en la carpinter¨ªa familiar, colaborador intermitente en distintos medios de comunicaci¨®n, en proceso de superaci¨®n de una reciente ruptura sentimental y un despido repentino del primer empleo que le permit¨ªa cortar con el refugio econ¨®mico del negocio paterno, mantener un hogar propio y mitigar el dolor de haberse alejado de sus sue?os de fama y popularidad medi¨¢tica. Una biograf¨ªa normal. Un hombre normal que se erige en abogado defensor y fiscal de su fracaso como artista de variedades y actor.

Viaje al pasado

Poco tardar¨¢ en emprender el viaje al pasado y presentar ante el p¨²blico las pruebas que documentar¨¢n su pasado de ni?o con grandes gafas y americana de centelleante azul el¨¦ctrico. Testimonios audiovisuales que dejan constancia que aquello que ha alimentado con crueldad su a?oranza de tener "otra vida" es la historia del ni?o cuyo prodigio es tener una simp¨¢tica singularidad y el desparpajo suficiente para defenderla ante los adultos.

Ni?os que se suben a la silla y recitan el poema de Navidad, imitan a Rihanna o Justin Bieber, son b-boys de un 1,30, son graciosos respondones, miran con tierno desaf¨ªo la c¨¢mara o imitan voces como Carlos Latre. Virtudes art¨ªsticas en ciernes que con la edad ir¨¢n desprendi¨¦ndose como hojas caducas hasta quedar el cuerpo desnudo de un adulto sin atributos. Un hombre normal, aunque se resista en dictar una sentencia auto-inculpatoria. Un protagonista que sume el papel de testigo de cargo de su propio devenir sin responder a la pregunta de qu¨¦ pasar¨¢ despu¨¦s de que se apague tambi¨¦n el foco en la Flyhard.