¡°Kim Kardashian representa la historia inversa de la duquesa de Argyll¡±

Corr¨ªan los a?os 60. Unas im¨¢genes ¨ªntimas tomadas con una Polaroid, alta tecnolog¨ªa de la ¨¦poca, terminaron por cavar su tumba. Ethel Margaret Whigham era hija de un banquero americano. Elegante y ambiciosa, gozaba de una posici¨®n privilegiada en la alta sociedad brit¨¢nica, era admirada, y adem¨¢s, amasaba una gran fortuna. El duque de Argyll se arrim¨® a ella, m¨¢s bien a su dinero, para reformar un castillo en Escocia, pero las compulsivas infidelidades de ¨¦sta dieron al traste con el matrimonio. Durante el proceso de divorcio, la prensa amarilla solt¨® a sus sabuesos y escandaliz¨® a la sociedad aireando los trapos sucios. Trascendieron los m¨¢s escabrosos detalles de su promiscua vida sexual.

En 1995, un joven compositor ingl¨¦s, Thomas Ad¨¨s, recogi¨® la escalada social y la ca¨ªda a los infiernos de la duquesa en la ¨®pera Powder her face. Fue el primer, y ¨²nico montaje l¨ªrico, que por indicaci¨®n de la partitura incluy¨® sexo expl¨ªcito. Volvi¨® a agitar a propios y extra?os. Fue demasiado obsceno para la radio, que decidi¨® suprimir algunas escenas. Este viernes, el teatro Arriaga de Bilbao acoge, del 6 al 8 de mayo, el estreno absoluto en Espa?a de esta pieza concebida en origen para la Royal Opera House de Londres.

Ella, desnuda, con un collar de perlas de triple vuelta rodeando su cuello, ante un hombre, de quien nunca se supo la identidad. El director de la ¨®pera, el venezolano Carlos Wagner, asegura que ¡°es uno de los momentos m¨¢s po¨¦ticos, transmite una profunda tristeza¡±. A juicio del director musical, Diego Mart¨ªn-Etxebarria, es la plasmaci¨®n de la decadencia y lamenta que en 20 a?os ¡°nos hayamos acostumbrado a la violencia pero en cuanto se toca algo que tiene que ver con el sexo parece que la gente se estresa¡±.

La producci¨®n se adentra en ese mundo interior y recrea las vicisitudes de la arist¨®crata, con una cuidada escenograf¨ªa del reputado Conor Murphy. Una escalera domina el escenario. En lo alto, una puerta representa las amenazas y aspiraciones, con ella acomodada sobre una polvera gigante y otros objetos de maquillaje. Al frente de la Bizkaiko Orkestra Sinfonikoa (BIOS) est¨¢ el alav¨¦s Diego Mart¨ªn-Etxebarria con una musicalizaci¨®n que mezcla de jazz, tango y swing. ¡°A trav¨¦s de compases irregulares, se va rompiendo para acompa?ar la degradaci¨®n de la protagonista. Hay escenas tr¨¢gicas en las que la m¨²sica est¨¢ completamente rota, sin melod¨ªa¡±. No pretende despertar simpat¨ªa, pero s¨ª ¡°cierta compasi¨®n¡± por ella.

Wagner conf¨ªa en que el p¨²blico ¡°no se pierda en los subt¨ªtulos¡± (la obra es en ingl¨¦s). ¡°Es aconsejable que lean el libreto y luego se dejen llevar¡± por la selecci¨®n de momentos que narran las andanzas de quien fue s¨ªmbolo de la beautiful people londinense y que, sostiene el director, guarda ciertas similitudes con las celebrities de la actualidad. ¡°Kim Kardashian se hizo famosa con sus videos. Es la inversi¨®n de la historia de la duquesa. No era nadie y a trav¨¦s del esc¨¢ndalo sexual ha adquirido relevancia social. Es realmente triste¡±, reflexiona. La ¨®pera de c¨¢mara en dos actos es tambi¨¦n una cr¨ªtica a la sociedad, por su hipocres¨ªa y doble moral. ¡°Es una historia cl¨¢sica de la sociedad que disfruta subiendo a los personajes a un pedestal y, con el mismo gusto, les dan el empuj¨®n. ?Cu¨¢ntas estrellas han ca¨ªdo de esta manera?¡±.

A punto de terminar la temporada, el montaje supone el adi¨®s de Emilio Sagi, es una de las ¨²ltimas obras que dej¨® programadas. El relevo lo coger¨¢ el reci¨¦n fichado, Calixto Bieito, que viene a Bilbao con la etiqueta de transgresor y con una carta de presentaci¨®n en la que ha expresado su inter¨¦s por internacionalizar el teatro.