¡°?Papi, c¨®mprame una espada!¡±
Del Jeep de Bruce Wayne al creador de la er¨®tica Druuna, un paseo por la gran feria de los tebeos
El Sal¨®n del C¨®mic, que ya est¨¢ a plena marcha, ofrece mil itinerarios y muestra mil caras. En la caseta de la Associaci¨® Catalana de Tintinaires te puedes disfrazar del capit¨¢n Haddock y hacerte un selfie con un bocadillo que incluye todos los reniegos del personaje en catal¨¢n, cosas como ¡°Ximple d'estanyapaelles boterut!¡±. All¨¢ cerca, en una gran pantalla, es posible ver los trailers en alta definici¨®n de X Men Apocalipsis o Independence Day Contraataque (¡°hemos tenido 20 a?os para prepararnos... y ellos tambi¨¦n¡±) y luego en la plaza del Univers la gente se retrata con una de las naves del filme, que eso s¨ª que es un veh¨ªculo y no el Seat Panda de Superl¨®pez (tambi¨¦n en exhibici¨®n). En la misma exposici¨®n de coches, en la que faltaba algo de Batman, se ha a?adido un Jeep Renegade como el que conduce Bruce Wayne al inicio de Batman contra Superman.En el espacio dedicado a Ib¨¢?ez, que incluye el homenaje dibujado de 80 artistas al creador por sus 80 a?os, figuran dos grandes Mortadelo y Filem¨®n hinchables, el sue?o de un fan extremo de los agentes de la TIA.
La oferta es inabarcable: bonitos paraguas con la forma de sables l¨¢ser de Star Wars, la sudadera de Green Arrow, las figuras de todos los superh¨¦roes que son y han sido. En una vitrina se ve¨ªan ayer unas muy chulas, exquisitas, y los precios marcaban el estado del star system del c¨®mic: Iron Man, 549 euros, Capit¨¢n Am¨¦rica, 259. Por otro lado, una de Martin Luther King (que habr¨¢ quien confunda por el nombre con Lex Luthor) sal¨ªa por 149. Pas¨® un tipo vestido de Spiderman, muy ufano, con su novia de la mano que iba de paisano. Se le oy¨® decir a una chica: ¡°He pillado un llavero de Thor para Pepe¡±. ¡°?Papi, c¨®mprame una espada!¡±, gritaba un ni?o como si pidiera un tebeo y si no pataleo, ante la oferta de katanas de espuma y madera de un stand.
All¨ª cerca, en la caseta de 001 Ediciones, firmaba ejemplares de su ¨²ltimo ¨¢lbum Lele Vianello (Venecia, 1951), un cl¨¢sico, colaborador de Hugo Pratt de los a?os 70 a los 90, una aportaci¨®n que incluye Morgan, la segunda parte de Fort Wheeling e historias de Corto Malt¨¦s. Compr¨¦ un ejemplar de El Gran Norte, que re¨²ne dos relatos de Jack London, e hice cola para que me lo dedicara. Mientras lo hac¨ªa le pregunt¨¦ por su inter¨¦s por London. Levant¨® hacia m¨ª unos ojos azul¨ªsimos. ¡°Es la aventura en estado puro, si te gusta la aventura Jack London es el gran compa?ero¡±. Vianello recuerda a Pratt con gran aprecio y nostalgia. ¡°Trabajar con ¨¦l fue un placer y un privilegio, era como tocar la guitarra con Eric Clapton¡±. Dado que en El Gran Norte, lleno de nieve, trineos de perros, indios y buscadores de oro, puro Yuk¨®n, aparece la Polic¨ªa Montada del Canad¨¢ me pareci¨® natural decirle que este invierno he conocido a uno. Le hizo mucha gracia, y, me dibuj¨® en la dedicatoria (a todo el mundo le dibujaba algo), un miembro del cuerpo. Resultaba fascinante ver c¨®mo hac¨ªa emerger de la nada, con unas l¨ªneas, la figura de un Mountie. Solo por cosas como esas ya merece la pena visitar el sal¨®n. Le pregunt¨¦ por la historia que ha hecho de Fort William Henry, imaginando ya que igual remataba la faena dibuj¨¢ndome al ¨²ltimo mohicano. Pero resulta que se trata de otro fuerte con el mismo nombre, este en Maine, y que fue tomado en 1696 en otra guerra. Me explic¨® que ha visitado el fuerte reconstruido y que es sensacional. Hablamos luego de Fort Wheeling, serie que le encantaba, se?al¨®, a Pratt, que se identificaba, me dijo, con el personaje real de Simon Girty, el renegado que se aline¨® con los Wyandots. La cola iba creciendo, as¨ª que dej¨¦ a Vianello y me march¨¦ encantado con mi dibujo.
Aprovech¨¦ que all¨ª cerca otro de mis objetivo hab¨ªa acabado de firmar para hablar con ¨¦l. Paolo Eleuteri Serpieri , otro cl¨¢sico del c¨®mic italiano, hab¨ªa tenido todo el rato una largu¨ªsima cola, que le ped¨ªa especialmente que les firmara su revisi¨®n del personaje de Tex Willer en Tex, el h¨¦roe y la leyenda (Panini Comics). ¡°Soy un apasionado del western, por sus formidables espacios abiertos, los caballos. Me propusieron hacer una historia de Tex pero la he hecho muy diferente del h¨¦roe can¨®nico, he hecho el Tex que siempre quise ver¡±. Le alab¨¦ la escena del combate singular entre Tex y el jefe comanche Luna Negra. Y le pregunt¨¦ si su Tex est¨¢ inspirado en alguien real. ¡°He pensado en el Gregory Peck joven, Gallepini, el creador en 1948 de Tex, lo dibuj¨® como Gary Cooper¡±. Me pareci¨® inevitable preguntarle por Blueberry, ¡°Ah, muy interesante, pero es un western muy de Sergio Leone y mi Far West es el de John Ford¡±.
Abordamos entonces el tema de Druuna, su hero¨ªna er¨®tica en un marco de ciencia-ficci¨®n. Desde que hace a?os cay¨® en mis manos Criatura, que muestra a la rotunda joven en todo tipo de actividades sexuales expl¨ªcitas Manara ya me parece Disney. ¡° Druuna vive en un universo postapocal¨ªptico dominado por machos en el que juega un papel importante la tecnolog¨ªa, que es algo muy masculino y autoritario. Druuna en cambio representa la libertad y la vida, la mujer, la carnalidad y el placer de vivir. Eso la confronta a ese mundo de poder masculino¡±. Cuando le pregunt¨¦ si se ha basado en, no s¨¦, Sof¨ªa Loren para las rotundidades de Druuna, me respondi¨® algo asombroso: ¡°Para nada, en Val¨¦rie Kaprisky¡±. Dado que soy un fan de la otrora joven actriz, a la que incluso conoc¨ª personalmente, conversamos animadamente sobre ella. ¡°Es cierto que no tiene tanto volumen como Druuna, cuyos senos son mucho m¨¢s abundantes, pero la mano se va animando al dibujar, la mano hace la curva¡±. En todo caso, reflexion¨®, ¡°lo m¨¢s dif¨ªcil de dibujar de la mujer es su misterio¡±. Dibujar a Druuna le ha causado algunos problemas. ¡°Ah, s¨ª, vivimos tiempos de un nuevo moralismo. Pero nadie me ha hablado con desprecio del personaje¡±.
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