Muy bonita la corrida, pero adi¨®s
Moralzarzal, decepcionado porque los 2.000 chinos que disfrutaron de un festejo taurino en la localidad no consumieron nada
Una legi¨®n de paraguas, de todos los colores y formas, enfila la v¨ªa del Berrocal, la calle que lleva hasta la plaza de toros de Moralzarzal. La lluvia cae con insistencia, pero ni la meteorolog¨ªa ha podido empa?ar el entusiasmo de los casi 2.000 empleados del holding chino Tiens que han disfrutado de una exhibici¨®n taurina en el coso de la localidad y que estar¨¢n una semana de vacaciones en Espa?a. Sonrientes y perfectamente alineados, los asi¨¢ticos caminan en fila india desde el recinto ferial, un p¨¢ramo donde este viernes hay aparcados m¨¢s de 40 autobuses. C¨¢maras y m¨®viles en mano, fotograf¨ªan todo lo que encuentran a su paso. Casi a la par, saludan a los curiosos vecinos al estilo Bienvenido Mister Marshall. Lo hacen con la ¨²nica palabra que conocen en espa?ol: Hola. El mismo mensaje que portan en sus camisetas azules, confeccionadas especialmente para este viaje al que han sido invitados, gracias a sus buenos resultados laborales, por el magnate Li Jinyuan. El pueblo serrano esperaba ansioso su llegada: los bares abiertos y las tiendas preparadas.?
No es un viernes normal y por eso, muchos vecinos como Mar¨ªa Jos¨¦ Sevillano, de 60 a?os, han madrugado para ser testigos directos de esta particular excursi¨®n. "Son muy simp¨¢ticos. Seguro que su visita potenciar¨¢ el turismo", exclama mientras encara la carnicer¨ªa, uno de los 19 locales comerciales que conforman los exteriores de la plaza de toros. Al llegar a sus puertas, los visitantes se agrupan con una precisi¨®n casi geom¨¦trica y despliegan una pancarta azul enorme, la misma que poco m¨¢s tarde va a presidir el festejo. "Es bueno que venga gente, as¨ª nos daremos a conocer y atraer¨¢ a otros turistas", se?ala Laura G¨®mez, de 21 a?os. Comparte sonrisas con sus amigos. Les hace gracia ver a tanto asi¨¢tico junto y al pueblo lleno de medios de comunicaci¨®n.
Poco a poco han ido accediendo a las gradas del recinto, con una organizaci¨®n casi militar, y bajo un silencio casi sacramental, como quien entra a un templo. Han tomado su asiento y guardado sus paraguas, ya que la cubierta acristalada del coso evita que la lluvia cale en la arena, esta vez sin l¨ªneas pintadas con yeso. Tampoco eran necesarias ya que no hab¨ªa picadores a los que delimitar el espacio. No era, de ninguna manera, una corrida usual, sino una demostraci¨®n taurina de un ¨²nico toro de la ganader¨ªa de Ram¨®n Rodr¨ªguez, Espioja. Con pasodobles y m¨²sica de ambiente de fondo, el pase¨ªllo de los toreros, parsimonioso, ha transcurrido con asombrosa frialdad. "Es normal, ellos no conocen la fiesta, pero creo que les ha gustado la experiencia", afirma el novillero Juan Carlos Ben¨ªtez. Era su primera exhibici¨®n, "y ha sido bonita", reconoce. No ha habido banderillas, ni sangre, ni muerte: "Se les ense?a qu¨¦ es el toreo, no queremos que se vayan con una mala impresi¨®n", explica el matador.
Un murmullo ha recorrido las gradas antes de empezar el espect¨¢culo. Se silenci¨® al abrirse la puerta de toriles, cuando los ensimismados espectadores chinos advirtieron que iba a pasar algo. Eran poco m¨¢s de las 10.00, una hora extravagante para una corrida de toros. Los asistentes apremiaron para tener sus c¨¢maras a punto e inmortalizar la salida del toro.
Ol¨¦s a destiempo
Un grito al un¨ªsono de exclamaci¨®n recorri¨® el ruedo cuando apareci¨® Burlesco, un morlaco negro azabache de casi 300 kilos, la mitad del peso de los ejemplares que se torean en una faena habitual. La primera ver¨®nica pas¨® inadvertida para los empleados de Tiens. Tambi¨¦n la segunda. Y hasta un amago de chicuelina. De nada val¨ªan los esfuerzos del torero por gustar. Los chinos parec¨ªan m¨¢s vigilantes a las banderas de su pa¨ªs y de la compa?¨ªa que hab¨ªan instalado en las gradas que a la propia lidia. Jaleado por la megafon¨ªa, el p¨²blico comenz¨® a despertar mediada la faena. Lo hizo con ol¨¦s a destiempo y cierto ¨¢nimo burl¨®n. Los primeros aplausos tardaron en llegar: fueron tras el simulacro de banderillas, cuando entendieron que el matador se jugaba la vida.
A continuaci¨®n, lleg¨® el turno de los caballos, sus bailes flamencos con j¨®venes de trajes entallados y la parte m¨¢s festiva de un espect¨¢culo t¨ªpico espa?ol para los que no conocen a fondo esta tierra. Ver¨®nica Ortega ha sido una de las bailaoras, lo es de forma profesional, y aunque ha actuado en otros cert¨¢menes similares, nunca lo hab¨ªa hecho antes 2.000 asi¨¢ticos: "Es incre¨ªble como animan, aunque empezaron muy fr¨ªos y aplaudan a destiempo. Son agradecidos, parece que les ha gustado", resume con cara de satisfacci¨®n, labios rojos, y un imponente vestido de gitana, de color blanco inmaculado. A su lado, Mamerto L¨®pez, matador de toros y, desde hace cinco a?os, director de una empresa que organiza eventos taurinos. No dice el precio que ha costado el festejo, pero hace meses que lo ten¨ªan previsto. Pensaron en Moralzarzal porque el techo est¨¢ cubierto y quer¨ªan ser previsores por si llov¨ªa, como ha sucedido.
Atraer m¨¢s turismo
"Nos ha gustado mucho, es lo t¨ªpico de Espa?a", ha se?alado Lijuan Wang, uno de los asistentes. Xuerong Zhang afirma que han pasado una "fant¨¢stica" ma?ana y que a todo el grupo les gusta mucho este pa¨ªs. Alejandro Merino, 32 a?os y vecino de Moralzarzal, espera que con el dinero que deje el alquiler de la plaza les organicen "unas buenas fiestas". Sin embargo, Tiens solo paga una cantidad simb¨®lica por alquilar la plaza: apenas 1.000 euros. En condiciones normales, se cobra 2.000 euros por la cesi¨®n del ruedo, pero esta ocasi¨®n es diferente porque el Ayuntamiento y la compa?¨ªa que organiza el espect¨¢culo han acordado grabar un v¨ªdeo promocional del pueblo (12.340 habitantes) durante el festejo que ser¨¢ traducido al japon¨¦s, al chino y al ruso. La intenci¨®n es atraer m¨¢s turismo.
Cada mes, el Consistorio tiene que aportar 4.000 euros para pagar el mantenimiento de la plaza, con capacidad para 6.000 espectadores. El recinto fue inaugurado en 2005 siendo alcalde Jos¨¦ Mar¨ªa Moreno (PP), pero su construcci¨®n no estuvo exenta de pol¨¦mica. La oposici¨®n se mostr¨® en contra de levantarla al considerar que los seis millones de euros que costaba era un gasto innecesario. Hoy, sin embargo, algunos lo han agradecido. "Seguimos pensando que esta plaza est¨¢ sobredimensionada, pero nuestra obligaci¨®n es sacarle la m¨¢xima rentabilidad", ha reconocido Juan Carlos Rodr¨ªguez (Vecinos por Moralzarzal), alcalde de la localidad desde mayo de 2015. Para el regidor, que los empleados de Li Jinyuan asistan a un espect¨¢culo taurino en su pueblo es "importante" en t¨¦rminos de publicidad, porque les pone al mismo nivel que Madrid, Barcelona y Toledo (los lugares que van a visitar los trabajadores de Tiens).
Es un buen momento, sostiene Rodr¨ªguez (que gobierna la localidad con el apoyo de Moralzarzal en Com¨²n y el PSOE), para demostrar que "esta plaza de toros ofrece muchas oportunidades, y no solo para el mundo del toro". De hecho, los vecinos aglomerados a las puertas del coso (los chinos lo desalojaron en cuesti¨®n de minutos) destacan que la localidad no es "demasiado taurina". La ¨²ltima corrida que se celebr¨® aqu¨ª fue en septiembre y formaba parte de los festejos programados para la feria que homenajea al patr¨®n de la localidad, San Miguel Arc¨¢ngel. Ahora, las autoridades quieren convertir el recinto en un espacio multiusos con un perfil marcadamente tur¨ªstico. La jornada de este viernes, al menos, ha sido una oportunidad perdida, lamenta Paulo G¨®mez, el hostelero que regenta la pasteler¨ªa El Tr¨¦bol, en los exteriores de la plaza: "Ha sido muy divertido ver a tanto chino, pero no se han dejado nada de dinero en el pueblo".
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