Los vaqueros toman la ciudad
The Wild Feathers alborotan la Galileo Galilei en Los Matinales de EL PA?S con su rock expeditivo
Nunca los panchitos de la Galileo Galilei, que gozan de merecida fama, estuvieron tan bien repartidos. Ni las galletas saladas. La muy insomne sala de la calle Galileo, 30 a?os largos de impagables servicios a la cultura de esta ciudad en horario nocturno, se estrenaba en Los Matinales de EL PA?S con la primera banda estadounidense que asoma por esta tanda de conciertos sin impedimentos de edad.
Y as¨ª sucedi¨® que, por una vez, compartieron mesa las cervezas y los refrescos con pajita, las miradas expertas y los pasmos inici¨¢ticos. Aunque algunos de los oyentes m¨¢s j¨®venes acabaron tap¨¢ndose los o¨ªdos ante la avalancha sonora a la que les sometieron media docena de chavales yanquis curtidos con los vinilos paternos de Tom Petty, Allman Brothers, Buffalo Springfield o Eagles.
The Wild Feathers encarnan el rejuvenecimiento del canon nortamericano. Llegan desde Nashville, epicentro de la m¨²sica vaquera, y asumen la supremac¨ªa de las camisas a cuadros, la media melena, los sombreros y las pr¨ªstinas armon¨ªas vocales. Tres de ellos se reparten la voz cantante con tanta equidad como unos compa?eros de piso bien avenidos a la hora de recoger la cocina. Y hasta intercambian una guitarra en la que hab¨ªan tatuado con cinta adhesiva un elocuente ¡°Fuck Trump¡± (¡°Que le den a Trump¡±). Un mensaje necesario, tal y como est¨¢n las cosas, aunque no se ajuste a los rigores del horario infantil.
Las Plumas Salvajes ya hab¨ªan visitado la ciudad hace un par de temporadas, una noche fervorosa en la Caracol, y ayer repitieron llenazo y buena qu¨ªmica. La invitaci¨®n a una chavala del p¨²blico para que cantase y tocara con ellos Left My Woman fue, sin duda, el momentazo de la ma?ana, pero no le fueron a la zaga las contagios¨ªsimas Got It Wrong o If You Don't Love Me, coreadas por un p¨²blico ya incapaz de mantenerse sentado. Sobre todo con ese estribillo abonado al melodrama de libro: ¡°He visto en tus ojos la imagen de un hombre que va a morir si no me quieres¡¡±.
A los temas de aquel fulminante debut se les suman ahora los incluidos en Lonely Is A Lifetime, un trabajo compuesto en Barcelona durante dos semanas de descanso a finales de 2014. El expeditivo Overnight sirvi¨® para abrir boca a las 12.30 en punto, y t¨ªtulos como Happy Again retratan el estado de ¨¢nimo de un grupo que no se conforma con remitir a los noventa (The Black Crowes) y a ratos se sit¨²a entre Boston o Cheap Trick, bandas que desde Massachusetts o Illinois triunfaban cuando ellos ni siquiera hab¨ªan nacido.
Pero el rock cl¨¢sico americano no tiene edad, igual que el variopinto p¨²blico de ayer. Por eso Ricky Young termin¨® tocando The Ceiling entre las mesas, recurso seguro desde hace un siglo. Y por eso el ¨²ltimo tema de la matin¨¦ fue una gloriosa y expandida lectura (siete minutos) de With a Little Help From My Friends, en realidad una versi¨®n de la versi¨®n de Joe Cocker. En la meseta ib¨¦rica o en el Medio Oeste, nadie m¨¢s inmortal e indiscutible que Lennon y McCartney.
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