¡°Los violentos no son del barrio¡±
Los vecinos del banco ocupado atribuyen lo disturbios a gente ¡°de fuera" y esperan un gran altercado el s¨¢bado
A nadie le gusta que le quemen el coche o le rompan el escaparate. Pero en Gr¨¤cia, un barrio que en algunos aspectos todav¨ªa conserva los resortes sociales y comunicativos de un pueblo, m¨¢s all¨¢ del cabreo, ayer tambi¨¦n cund¨ªa el comentario generalizado de que los causantes de los altercados eran gente venida de fuera. De fuera en general. ¡°Estos chicos eran muy pac¨ªficos. Daban clases de ingl¨¦s, hac¨ªan talleres de costura, cocinaban...¡±, reflexionaba Mar¨ªa Helena, una de las comerciantes del Mercat de l' Abeceria central. El d¨ªa anterior, ?ngels Folch, del Secretariado Nacional de la ANC, hab¨ªa esbozado una teor¨ªa parecida en twitter: ¡°Queda claro que Catalu?a y los catalanes no tenemos nada que ver con esta violencia¡±. Entonces, ?qui¨¦n perturba la paz del barrio?, se preguntaban muchos por la ma?ana.
Adem¨¢s de una larga tradici¨®n de activismo social y casas okupa, para entender la idiosincrasia de Gr¨¤cia tambi¨¦n es ¨²til recurrir Les Teresines, aquella gloriosa serie de La Cubana en la que tres hermanas solteras se pasaban el d¨ªa cotilleando por el balc¨®n de su casa mientras contribu¨ªan a la econom¨ªa sumergida catalana tejiendo ropa. A media ma?ana tres amigas sexagenarias pasean junto al banco, que en ese momento est¨¢ siendo acorazado por un soldador y un chapista preparando la batalla final que se prev¨¦ para el s¨¢bado. ¡°Ese d¨ªa todas encerraditas en casa¡±, proclama Loli Mart¨ªnez, de 65 a?os y vecina del barrio desde hace 40. ¡°Todo esto son grupos organizados que no dan la cara, son gente de fuera. El vecino de Gr¨¤cia es muy amable¡±, analiza.
Juani, otra vecina que arrastra el carro de la compra con la faja por fuera de la blusa opina parecido. No le gustan los okupas. Pero, en todo caso, no tiene duda que los causantes de los problemas no son del barrio. En cualquier caso, vengan del m¨¢s all¨¢ o no, todo el mundo est¨¢ ya concienciado de que el s¨¢bado los disturbios pueden ser monumentales. Se comenta en la barra del Canig¨®, el emblem¨¢tico bar de la plaza de la Revoluci¨®. ¡°Vaya semanita, ?eh? Se va a liar¡±. Y en el bar Pietro, que cada d¨ªa est¨¢ cerrando tres horas antes para evitar los problemas. ¡°Vendr¨¢ gente de toda Europa¡±. Muchos se?alan a los Mossos como causantes de haber encendido la llama de la violencia. Otros apuntan a grupos organizados que se han infiltrado entre los manifestantes.
Despu¨¦s de cinco horas trabajando, los soldadores terminan de acorazar el banco. Est¨¢ claro que la batalla de la que todo el barrio habla ser¨¢ por recuperar ¡°el fuerte¡±, como lo define Pere, un vecino del edificio de enfrente del antiguo local ocupado. Justo ah¨ª se forman toda la ma?ana tertulias improvisadas a cada rato hablando sobre pol¨ªtica, desahucios y ese ex¨®tico concepto del ¡°banco malo¡± que sirve para explicar algunas cosas que est¨¢n sucediendo estos d¨ªas en Gr¨¤cia. Mar¨ªa Teresa, una peruana que vive en el barrio no acaba de entender lo que sucede. No acaba de entender que se pueda ocupar un espacio que tiene un propietario. En cualquier caso, no parece especialmente impresionada con las pedradas y los porrazos. ¡°En Am¨¦rica ya habr¨ªan venido 10 sicarios y habr¨ªa varios muertos¡±. As¨ª se las gastan fuera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.