El hombre que mat¨® al ahijado de un cura dice que la v¨ªctima le amenaz¨®
El detenido asegura que actu¨® por miedo a que el asesinado agrediera sexualmente de sus hijas
El acusado de matar en diciembre de 2013 al ahijado del p¨¢rroco de Riells i Viabrea (Selva) declar¨® ayer ante el juez que actu¨® as¨ª ante el temor de que agrediera sexualmente a sus hijas. El hombre apu?al¨® al ahijado ¡ªde nombre Kekeo y origen brasile?o¡ª en el piso que ambos compart¨ªan en Blanes. En su declaraci¨®n, agreg¨® que ¡°se sent¨ªa muy mal¡± por tener que tomar drogas y mantener sexo con el cura. Seg¨²n su versi¨®n, Kekeo le dijo: ¡°?D¨®nde est¨¢ ese padre tonto? Voy a violar a tus hijas putas¡±.
El autor confeso del crimen es Eulogio Lumalang, de 44 a?os y origen filipino. Lumalang asegura que el sacerdote, Jaume Reixach, le exig¨ªa favores sexuales a cambio de la ayuda que el p¨¢rroco le hab¨ªa prestado para llegar a Espa?a y regularizar su situaci¨®n. Por esas relaciones, Reixach pagaba entre 10 y 20 euros.
Lumalang y el p¨¢rroco se conocieron a mediados de los 90 en un bar de Filipinas y desde entonces, seg¨²n el homicida, hab¨ªan mantenido relaciones. Reixach, explic¨®, le telefoneaba y le recriminaba que no fuera a verle m¨¢s a menudo. El hombre relat¨® c¨®mo ambos tomaban shab¨² ¡ªuna droga t¨ªpica de Filipinas¡ª cuando se ve¨ªan. No le gustaba consumir drogas pero acud¨ªa a ver al cura, dijo, porque le hab¨ªa prometido ¡°un bar o un piso cuando heredara¡± y que pagar¨ªa la universidad de sus hijos. En el piso, agreg¨® el hombre, hab¨ªa pornograf¨ªa infantil.
¡°Tortura psicol¨®gica¡±
Lumalang aleg¨® que sufr¨ªa ¡°paranoias¡± por la droga y explic¨® que fue despedido del trabajo. Un d¨ªa, en casa, el sacerdote y la v¨ªctima le recriminaron que su mujer ¡°iba al piso a prostituirse¡±. Lumalang sinti¨® que se burlaban de ¨¦l: ¡°Sab¨ªan d¨®nde pinchar a una persona¡±. Reixach, agreg¨®, ¡°no pegaba, pero sab¨ªa c¨®mo hacer da?o, c¨®mo torturar psicol¨®gicamente¡±.
El acusado neg¨® que tuviera celos de la v¨ªctima por miedo a perder la supuesta ¡°herencia¡±. Su llegada junto al cura, dijo, fue una satisfacci¨®n. ¡°Me supon¨ªa menos trabajo a m¨ª¡±.
El d¨ªa de los hechos, entr¨® al ba?o y la v¨ªctima, seg¨²n su versi¨®n, empez¨® a burlarse de ¨¦l. Se pelearon a empujones. Kekeo cogi¨® el cuchillo, ¨¦l se lo arrebat¨® y, no sabe c¨®mo, acab¨® asest¨¢ndole diversas pu?aladas que acabaron con su vida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.