El Gobierno cede ante la izquierda soberanista y promete una pr¨®rroga simb¨®lica del impuesto a las energ¨¦ticas
El Ejecutivo aprobar¨¢ un decreto con la medida, destinado al fracaso en el Congreso ante el rechazo de Junts. El acuerdo incluye un aumento del impuesto a la banca
En la historia de las m¨²ltiples citas ag¨®nicas que ha vivido en el Congreso el Gobierno de Pedro S¨¢nchez, la de este lunes ha superado todas las marcas. Tras una jornada ca¨®tica, el Ejecutivo se ha visto obligado a desdecirse del acuerdo alcanzado con Junts para suprimir el impuesto a las energ¨¦ticas ante la presi¨®n de sus socios de izquierda y la evidencia de que su paquete fiscal iba a ser rechazado por la Comisi¨®n de Hacienda. El bloqueo dentro la comisi¨®n, que comenz¨® sus trabajos a las cinco de la tarde, provoc¨® incluso que tuviera que suspenderse moment¨¢neamente hasta las 12 de la noche, en medio de fren¨¦ticas negociaciones entre los grupos. Ya entrada la noche, ERC, EH Bildu y BNG han anunciado un acuerdo con el Gobierno para prorrogar durante 2025 el impuesto que Junts exigi¨® suprimir aunque no en esta reforma, sino mediante un decreto ley.
El acuerdo tiene mucho de simb¨®lico porque ese decreto tendr¨¢ que ser convalidado en el Congreso y todo indica que no tendr¨¢ mayor¨ªa, ya que presumiblemente al menos Junts se unir¨ªa en su rechazo a PP y Vox. Lo que s¨ª se pretende incluir en la ley es otro de los asuntos comprometidos con las formaciones de la izquierda soberanista, un aumento en el tramo m¨¢s alto del impuesto a la banca, aunque depender¨¢ de si logra apoyos suficientes el jueves, cuando el texto se someta al pleno del Congreso. En esa votaci¨®n ser¨¢n indispensables tambi¨¦n los cuatro votos de Podemos, cuya secretaria general, Ione Belarra, ha valorado el acuerdo sobre las energ¨¦ticas, pero ha constatado que sin la aquiescencia de Junts ¡°es poco m¨¢s que papel mojado¡±.
La rocambolesca jornada que se ha vivido en el Congreso estaba propiciada entre otras cosas por las prisas para aprobar la ley, incluida en el orden del d¨ªa del pleno, el pr¨®ximo jueves. La parte sustancial de la ley, la que fija una cuota m¨ªnima de impuestos del 15% a las grandes multinacionales, es una exigencia de la Uni¨®n Europea, que sancionar¨ªa a Espa?a si no estuviese aprobada antes de final de a?o.
Durante horas, al tiempo que se celebraba la sesi¨®n, los diputados han estado entrando y saliendo para continuar las negociaciones sobre las casi 140 enmiendas que estaban votando, en un clima cada vez m¨¢s enrarecido. Las conversaciones han transcurrido a veces en los propios pasillos, a la vista de las decenas de periodistas que siguen la sesi¨®n. El secretario de Estado de Relaciones Institucionales, Rafael Simancas, se ha multiplicado durante toda la tarde en contactos con unos y otros, con el apoyo del gabinete de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda.
La votaci¨®n de las enmiendas al texto concluy¨® pasadas las 20.30 y ah¨ª se comprob¨® que al menos dos formaciones que apoyan al Gobierno, ERC y EH Bildu, no iban a respaldar el dictamen de la ley despu¨¦s de constatar que se dejar¨ªa caducar el impuesto a las compa?¨ªas el¨¦ctricas, como en su d¨ªa pact¨® el PSOE, por exigencia de Junts, con esa formaci¨®n y el PNV. Tras un largo receso, el presidente de la comisi¨®n, el socialista Alejandro Soler, anunci¨® que se suspend¨ªa temporalmente hasta las 23.00, entre las protestas de los diputados del PP. ¡°Esto es ins¨®lito. ?Si quer¨¦is nos vamos!¡±, han clamado los populares, tras recordar que en los ¨²ltimos d¨ªas el Gobierno suspendi¨® la convocatoria de esa misma comisi¨®n, en dos ocasiones, 45 minutos antes de comenzar.
El proyecto de ley estaba previsto en principio para asumir la directiva europea que establece un tipo m¨ªnimo del 15% en el impuesto de Sociedades para las compa?¨ªas multinacionales y grandes grupos empresariales. Bruselas llev¨® a Espa?a al tribunal de Luxemburgo por no haber trasladado esa normativa a su legislaci¨®n nacional. El Ejecutivo hab¨ªa intentado ampliar ese proyecto con un paquete con otras medidas fiscales, en sus respectivos contactos a derecha e izquierda, pero se tropez¨® con la realidad de que en algunos aspectos, sobre todo econ¨®micos, las posiciones ideol¨®gicas de los grupos que apoyaron la investidura de Pedro S¨¢nchez son al menos contradictorias.
El PSOE y Sumar intentaron presentar, la semana pasada y para complicar a¨²n m¨¢s la discusi¨®n, un paquete de medidas para a?adir al proyecto de ley en una especie de gran reforma fiscal, en el que se manten¨ªa como permanente el impuesto temporal a la banca y se a?ad¨ªan otros cambios tributarios, como un endurecimiento de la fiscalidad de las sociedades cotizadas de inversi¨®n inmobiliaria (socimi), la eliminaci¨®n de la bonificaci¨®n del di¨¦sel que ha provocado algunos fraudes o gravar el tabaco de los vapeadores. Los socios gubernamentales se propon¨ªan as¨ª elevar la recaudaci¨®n fiscal en m¨¢s de 4.500 millones.
Los cambios que irritan al PP
Pero el gran motivo de fricci¨®n lleg¨® por la exigencia de Junts de suprimir a final de a?o el impuesto extraordinario a las compa?¨ªas energ¨¦ticas, cuesti¨®n que el PSOE acab¨® pactando con la formaci¨®n catalana y con el PNV. Y esto a su vez irrit¨® a los grupos m¨¢s a la izquierda, ERC, EH Bildu y BNG que desde entonces han venido advirtiendo de que sin ese tributo no apoyar¨ªan la reforma. La votaci¨®n de las enmiendas, en la tarde de este lunes, reflej¨® un descontrol total entre los grupos que se supone sostienen al Ejecutivo. Finalmente hasta qued¨® fuera del texto el impuesto extraordinario a la banca, que en principio los socialistas pretend¨ªa mantener, despu¨¦s de que las izquierdas soberanistas catalana y vasca votaran en contra por considerarlo escaso. Pero en el acuerdo suscrito luego con las tres formaciones de la izquierda soberanista para superar el bloqueo se contempla recuperar ese impuesto, con el aumento en el tramo m¨¢s alto que exig¨ªan esas formaciones, en el pleno del pr¨®ximo jueves.
El debate en la comisi¨®n reflej¨® perfectamente esas incompatibilidades entre los aliados del Gobierno. El primer orador que constat¨® la dificultad de la situaci¨®n fue el portavoz del Grupo Mixto, el diputado del BNG N¨¦stor Rego, que actu¨® en representaci¨®n de otros partidos como Podemos, y enfatiz¨® que las modificaciones propuestas les parec¨ªan escasas y frustrantes para los votantes de las formaciones de izquierdas que apoyaron la investidura de S¨¢nchez. La diputada del PNV, Idoia Sagastizabal, no demor¨® su queja sobre esos intentos de la coalici¨®n gubernamental de promover ¡°la cuadratura del c¨ªrculo¡± al querer contentar a todo el mundo y subray¨® el problema de fondo al remachar que en esta legislatura el Gobierno requiere ¡°el acuerdo de todos los grupos de la investidura y todo el tiempo¡±. El PNV, normalmente muy pr¨¢ctico en sus negociaciones y votaciones, abog¨® porque todos los implicados abandonaran su ¡°zona de confort¡± en alg¨²n punto en aras de un consenso de m¨ªnimos y lament¨® ¡°la teatralizaci¨®n¡± de ciertos partidos, que no mencion¨®, en alusi¨®n a EH Bildu, de defender sus posturas de m¨¢ximos hasta el final de cara a sus respectivos electorados.
El diputado de EH Bildu, ?skar Matute, replic¨® acto seguido que a su partido le podr¨ªa haber valido en teor¨ªa con la aceptaci¨®n de la transposici¨®n de la directiva europea del tipo m¨ªnimo del 15% para esas multinacionales, que han asumido casi 140 pa¨ªses en todo el mundo y que es obligatoria para los miembros de la UE incluso a costa de importantes sanciones, pero mirando a sus bases remarc¨® que sus posiciones no se dejar¨ªan influir por los m¨¢ximos responsables de grandes compa?¨ªas a los que cit¨®, como Repsol o Iberdrola, en una cr¨ªtica impl¨ªcita pero directa a las posturas defendidas por PNV y Junts para que en el nuevo impuesto no se incluyera a esas multinacionales energ¨¦ticas.
El diputado de Junts, Josep Mar¨ªa Cruxet, volvi¨® a explicar en la sesi¨®n que el partido de Carles Puigdemont no se puede ni debe enmarcar de partida en ning¨²n bloque: ¡°No votamos seg¨²n lo que convenga a cada uno, sino s¨®lo lo que conviene a Catalu?a y a sus ciudadanos. Con estas premisas, ¨¦ste es un paquete fiscal y una ley del Gobierno y del bloque que sostiene el Gobierno. El mismo bloque que en 2022 facilit¨® ayudas a las energ¨¦ticas por valor de 3.000 millones de euros y que ten¨ªa propuestas muy nocivas para la totalidad de los catalanes, como la p¨¦rdida de inversiones en sectores industriales estrat¨¦gicos y de puestos de trabajo¡±. La portavoz de ERC, Pilar Vallugera, s¨ª acept¨® la evidencia de los problemas de ¡°aritm¨¦tica parlamentaria¡± del Ejecutivo para cuadrar todos los intereses en disputa pero record¨® el esp¨ªritu del acuerdo de investidura de izquierdas y rese?¨® que votar¨ªan en contra del dictamen de la norma porque nunca podr¨ªan defender los intereses de Repsol ni aceptar¨ªan ¡°chantajes¡± con los miles de millones que podr¨ªan estar en juego con la recaudaci¨®n de esos impuestos o incluso por su ligaci¨®n con futuros fondos europeos.
Desde Sumar, su portavoz, Carlos Mart¨ªn, opt¨® como hizo m¨¢s tarde la representante del PSOE, Alicia ?lvarez, por destacar los beneficios m¨ªnimos que podr¨ªa reportar la asunci¨®n de esa directiva europea que evitar¨ªa deslocalizaciones y fugas de inversiones de esas multinacionales y deriv¨® otras posibles mejoras que reivindica la izquierda para nuevas negociaciones, incluso en el propio pleno del jueves con enmiendas que habr¨ªan quedado vivas, vigentes. El portavoz de Vox, Pablo S¨¢ez, enumer¨® todas las pretensiones que se conten¨ªan en las enmiendas negociadas por el PSOE y Sumar con sus socios para recalcar que jam¨¢s refrendar¨ªan nada en esa l¨ªnea. Un argumento que emple¨® tambi¨¦n el diputado del PP, Santi Rodr¨ªguez, que reproch¨® al Gobierno ¡°el galimat¨ªas¡± de haber pretendido tocar todo tipo de impuestos con su reforma en vez de limitarse a asumir solo la directiva europea y destac¨® que el problema de fondo segu¨ªa siendo la precariedad de un Gobierno atado por la ¡°voracidad fiscal¡± de sus aliados.
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