23 d¨ªas para apagar 80.000 toneladas de ruedas ardiendo
Las autoridades est¨¢n a punto de dar por exintinguido el incendio del cementerio de neum¨¢ticos de Sese?a
Las autoridades est¨¢n a punto de dar por extinguido el brutal incendio que ha consumido desde el pasado 13 de mayo un macrovertedero ilegal de neum¨¢ticos entre los t¨¦rminos municipales de Sese?a (Toledo) y Valdemoro (Madrid). El incendio de decenas de miles de toneladas caucho (se calcula que hab¨ªa entre 60.000 y 90.000 en el vertedero) adquiri¨® tal magnitud que los servicios de emergencias han tardado m¨¢s de 550 horas en apagarlo. Han sido algo m¨¢s de tres semanas de un fuego que lleg¨® a alcanzar temperaturas de 1.000 grados y 60 metros de altura contra el que no funcionaba ni el agua ni la espuma.
A eso de la una de la madrugada del 13 de mayo, algunos vecinos de El Qui?¨®n, la urbanizaci¨®n construida por Francisco Hernando, El Pocero, en Sese?a, saltaron de la cama al ver iluminarse su habitaci¨®n en plena noche. Un gigantesco cementerio ilegal de neum¨¢ticosestaba en llamas al otro lado de la autopista R-4, a pocos centenares de metros. Apenas les dio tiempo de maldecir su suerte ¡ªel vertedero hab¨ªa sido una y otra vez denunciado¡ª cuando llegaron los bomberos de Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid y comenzaron a luchar contra unas llamas que alcanzaron en poco tiempo, avivadas por fuertes vientos de 20 kil¨®metros por hora, unas dimensiones catastr¨®ficas, provocando una columna de humo negro que se ve¨ªa a decenas de kil¨®metros de distancia.
No es f¨¢cil que prenda la goma de una llanta (la principal tesis es que el incendio fue intencionado), pero una vez que alcanza la temperatura suficiente, es muy dif¨ªcil apagarlo porque su composici¨®n qu¨ªmica lo convierte en un potent¨ªsimo combustible. Ante ese panorama, la primera obsesi¨®n de los equipos de emergencia fue contener la propagaci¨®n del incendio construyendo cortafuegos. Dedicaron a esta labor las primeras 14 horas, aproximadamente. Las m¨¢quinas retroexcavadoras iniciaban los trabajos inmediatamente, seg¨²n iban llegando, explica el director t¨¦cnico del Consorcio de Bomberos de Toledo, Pedro Antonio Ruiz. Mientras, cinco helic¨®pteros (tres de Madrid y dos castellanos) tomaban agua del lago que ocupa el centro del enorme parque de El Qui?¨®n para, mezclada con retardantes, echarla sobre los frentes del fuego y evitar as¨ª su avance.
Sin embargo, desde el principio se limit¨® al m¨¢ximo el uso del agua por razones ambientales (podr¨ªa arrastrar al subsuelo y propagar residuos t¨®xicos peligrosos) y de eficacia: hubiera sido necesaria una cantidad absurdamente grande de l¨ªquido que, adem¨¢s, no lo habr¨ªa apagado. ¡°Al contacto con el agua se crea una costra que impide que contin¨²e entrando l¨ªquido mientras sigue la combusti¨®n por debajo¡±, explica Ruiz. Tras el paso de una tormenta pudieron comprobar que el agua no hab¨ªa penetrado en la costra de unos 50 cent¨ªmetros de espesor.
Algo muy parecido ocurr¨ªa con el uso de la espuma. Tampoco se opt¨® por cubrirlo con tierra, porque la combusti¨®n habr¨ªa continuado activa en el interior. As¨ª, la mayor parte del trabajo se concentr¨® desde el principio en el uso de maquinaria, cada vez m¨¢s cerca del fuego a medida que bajaba la temperatura de las llamas: se trataba de ir sacando material y de remover las llantas para acelerar su combusti¨®n. Sobre todo al principio, fue necesario extremar las precauciones ¡°porque los restos se pod¨ªan volver a incendiar de forma violenta¡±. Las ¨²ltimas labores se centraron en los puntos calientes: peque?as vaguadas o huecos donde se amontonaban m¨¢s neum¨¢ticos y, por lo tanto, la combusti¨®n era mayor.
En todo momento, los especialistas deb¨ªan tener en la cabeza la direcci¨®n del viento, para evitar las llamas y que la nube t¨®xica les envolviera. Iban protegidos con mascarillas, que han ido cambiando con la evoluci¨®n del incendio: primero utilizaron una mascarilla de part¨ªculas, que cambiaron por una de filtro qu¨ªmico cuando bajaron las calor¨ªas. Finalmente, en los ¨²ltimos d¨ªas, cuando tuvieron que internarse completamente en el ¨¢rea quemada se embutieron en un traje nivel 5, que se coloca encima del atuendo de bombero, para evitar que las part¨ªculas entraran en contacto con el cuerpo. Adem¨¢s, iban protegidos con mascarillas de protecci¨®n de filtro qu¨ªmico y de part¨ªculas completamente integral.
Los vecinos tambi¨¦n han sufrido las consecuencias de la humareda, sobre todo los de El Qui?¨®n, donde viven unas 9.000 personas. El colegio ha estado cerrado y se les ha aconsejado salir lo menos posible a la calle. Son los m¨¢s directamente afectados por el incendio, muchos de ellos llevan las ¨²ltimas semanas viviendo en casas de familiares y amigos por miedo a la toxicidad del humo, mientras los que se ha quedado se quejan de tener que pasar todo el d¨ªa encerrados con ni?os o personas mayores a su cargo.
Hartos de la situaci¨®n y de la falta de informaci¨®n, en algunos momentos no han entendido la estrategia de los bomberos. ¡°?Qu¨¦ es eso de avivar las llamas en vez de apagarlas? Y nosotros mientras tragando humo¡±, se quejaba un hombre hace unos d¨ªas. Sin embargo, el jueves pasado, cuando el Gobierno de Castilla-La Mancha dio por extinguido el incendio en la parte toledana del vertedero, un nutrido grupo de vecinos de El Qui?¨®n cruz¨® el puente de la R-4 para las gracias a los servicios que han participado esta emergencia, que no ha sido solo bomberos; ha habido agentes medioambientales, guardias civiles, polic¨ªas locales, sanitarios, miembros de Protecci¨®n Civil, de la Cruz Roja...
Ahora, el trabajo se concentra en la parte madrile?a, donde no se ha entrado hasta semana, pues el magistrado que investiga las causas del fuego impidi¨® la entrada en la zona hasta el d¨ªa 27. Ayer, cinco dotaciones de bomberos atacaban los ¨²ltimos coletazos un incendio que, seg¨²n fuentes de Emergencias 112, est¨¢ previsto que se d¨¦ definitivamente por extinguido en las pr¨®ximas horas.
Pero, aunque el humo se vaya, el problema no ha terminado, pues los Gobiernos de la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha tendr¨¢n que decidir qu¨¦ hace con las miles de toneladas de residuos t¨®xicos que han quedado y c¨®mo van a limpiar una zona para reducir el m¨ªnimo unos impactos ambientales y en la salud a medio y largo plazo que, a¨²n por determinar, ya quitan el sue?o a los vecinos de El Qui?¨®n.
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