El Supremo absuelve a Millet y Montull por el caso del hotel del Palau
La Audiencia de Barcelona les hab¨ªa condenado a un a?o de c¨¢rcel por tr¨¢fico de influencias
Los saqueadores confesos del Palau de la M¨²sica, F¨¨lix Millet y Jordi Montull, han ganado su primera batalla. El Tribunal Supremo ha anulado la sentencia que les conden¨® a un a?o de c¨¢rcel por presionar a cargos p¨²blicos para agilizar la construcci¨®n de un hotel de lujo junto al Palau. El Supremo ha estimado los argumentos de los abogados de Millet y Montull y les ha absuelto del delito de tr¨¢fico de influencias. El caso del hotel es una de las partes en las que se dividi¨® el expolio del Palau, cuya causa principal a¨²n est¨¢ pendiente de juicio.
El alto tribunal revis¨® el mes pasado, por segunda vez, la sentencia dictada por la Audiencia de Bacelona. Aquella resoluci¨®n conden¨® a una pena m¨ªnima a Millet y a quien fue su mano derecha en el Palau por un delito de trafico de influencias y les oblig¨® a pagar, adem¨¢s, multas que sumaban m¨¢s de cuatro millones de euros. Los magistrados absolvieron, ya entonces, a la c¨²pula de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, que tambi¨¦n estaba acusada por claudicar ante las presiones de Millet y favorecer los intereses de un promotor en la tramitaci¨®n del hotel junto al coliseo modernista.
La sentencia del Supremo, de la que ha sido ponente el magistrado Luciano Varela, ha estimado los recursos de los dos ¨²nicos condenados y ha desestimado, en cambio, los de las acusaciones. Tanto la asociaci¨®n de vecinos que denunci¨® la construcci¨®n del hotel como el fiscal, Antoni Pelegr¨ªn, hab¨ªan pedido la revisi¨®n de la sentencia inicial para que se condenara, tambi¨¦n, a los antiguos responsables del Urbanismo barcelon¨¦s que hab¨ªan sido absueltos: el exconcejal Ram¨®n Garc¨ªa-Bragado; el exgerente de Urbanismo, Ram¨®n Massaguer, y el entonces responsable de los servicios jur¨ªdicos municipales, Enric Lambies. Tambi¨¦n result¨® exculpado Carlos D¨ªaz, el arquitecto del proyecto, que no lleg¨® a ejecutarse. No solo no lo han logrado, sino que el caso del hotel del Palau ha quedado ahora sin ning¨²? culpable.
Millet estaba acusado de cobrar una comisi¨®n de 895.000 euros del promotor del hotel, Manuel Valderrama, a cambio de garantizarle que el proyecto saldr¨ªa adelante. Y que lo har¨ªa gracias a las influencias del expresidente del Palau de la M¨²sica en instituciones p¨²blicas como el Ayuntamiento de Barcelona. En el juicio, Millet neg¨® haber presionado a cargos pol¨ªticos para que agilizaran el proyecto.
En su recurso, los abogados de los saqueadores del Palau argumentaron que no eran presiones, sino solo "solicitudes de informaci¨®n" o "muestras de preocupaci¨®n" porque la tramitaci¨®n administratiba era lenta. Los letrados argumentan, adem¨¢s, que el inter¨¦s privado es compatible con el p¨²blico. Y el Supremo les da en todo ello la raz¨®n. Las gestiones de Millet (cartas, llamadas telef¨®nicas) "no revelan intensidad suasoria" ni una "influencia determinante" como para "dome?ar a las autoridades". Varela reprocha a la Audiencia de Barcelona que atribuya "ascendencia moral" a Millet sobre los cargos de Barcelona. Sobre la comisi¨®n pagada al propietario de Olivia Hoteles, la sentencia concluye que "no resulta probada" que esa cantidad se pagara para que Millet y Montull "desplegaran un tr¨¢fico il¨ªcito de influencias".
La fiscal¨ªa, cuyos argumentos no se han atendido, insisti¨® en que todos los acusados (y no solo Millet y Montull) "se pusieron de acuerdo en ocultar" que el inmueble junto al Palau se hab¨ªa vendido al promotor hotelero y que, por tanto, la operaci¨®n ten¨ªa una "finalidad especulativa" y no obedec¨ªa en absoluto al "inter¨¦s p¨²blico". El Supremo es categ¨®rico: el hecho de que los implicados conocieran, o incluso "disimularan o enmascararan" la venta del inmebuel "no tiene la trascendencia jur¨ªdico-penal que el Ministerio Fiscal le atribuye". La sentencia pone en duda la "conspiraci¨®n de silencio" que insin¨²a el fiscal y lamenta que haya acusado a la Audiencia de Barcelona de actuar de forma "arbitraria y parcial... para favorecer a los acusados".
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