El S¨®nar mantiene sus n¨²meros

Mientras un chaparr¨®n descomunal aguaba la tarde en el S¨®nar, sus responsables se felicitaban por la marcha de la vig¨¦simo tercera edici¨®n, que concluir¨ªa en la madrugada del domingo. La satisfacci¨®n ven¨ªa servida por la asistencia al festival, que ha alcanzado las 115.000 visitas, cifra que mantiene el tono de los n¨²meros conseguidos desde que el festival despleg¨® sus actividades diurnas en la Fira de Montju?c. Ello supone que las actividades diurnas han congregado a unas 45.000 personas mientras que las nocturnas a unas 69.000. Pero adem¨¢s el S¨®nar comunic¨® que este a?o llega a Estambul en marzo y a Hong Kong en abril. La pr¨®xima edici¨®n barcelonesa tendr¨¢ lugar entre los d¨ªas 15 y 17 de junio de 2.017.

Pero al margen de la satisfacci¨®n por unas cifras que s¨®lo han disminuido en 3.000 espectadores con respecto al a?o pasado, la organizaci¨®n del festival se felicit¨® por el ¨¦xito del Sonar+D, definido como un espacio donde las comunidades tecnol¨®gica, educativa y empresarial pueden ponerse en contacto y desarrollar l¨ªneas de negocio. En esta edici¨®n del Sonar+D han participado 4.700 acreditados de 2.600 empresas procedentes de unos 60 pa¨ªses, que confirman la viabilidad de la iniciativa y su sentido, seg¨²n indicaron los directores del festival, Sergi Caballero, Enric Palau y Ricard Robles. Tambi¨¦n se confirm¨® que los ingleses siguen siendo los extranjeros m¨¢s presentes en el festival, que en cuanto a p¨²blico acoge visitantes de 101 pa¨ªses que supone que un 53% del p¨²blico sea extranjero. As¨ª mismo se puso de manifiesto que Sonar es un certamen capaz de poner en contacto extremos muy contrapuestos del mundo art¨ªstico, ya que ha cobijado a propuestas tan contrapuestas como la de James Rhodes y Jean Michel Jarre, que realiz¨® el estreno mundial de su nuevo espect¨¢culo, cuyo dise?o pr¨¢cticamente trataba a cada una de las canciones como si se tratase de una individualidad, recibiendo un tratamiento especial, se?al¨® Enric Palau.

Simult¨¢neamente el chaparr¨®n que ca¨ªa en el exterior convert¨ªa al S¨®nar en un festival ingl¨¦s, aunque sin barro. El c¨¦sped artificial se encharc¨® en algunas zonas, pero no lo suficiente para que los m¨¢s aventurados iniciasen los juegos con el agua que han caracterizado a citas como Glastonbury. La concurrencia, en buena medida extranjera y, como se?al¨® Enric Robles, ¡°acostumbrada a la lluvia, porque en todos sus festivales llueve¡± se limit¨® a guarecerse en las tres carpas que se distribuyen por el Village y esperar a que amainase.