Famma exige mejores accesos en las estaciones de Cercan¨ªas

'Por la igualdad de oportunidades', rezaba la pancarta de tres metros de ancha que portaban varios miembros de FAMMA, una federaci¨®n que conforman m¨¢s de 48 asociaciones de discapacitados f¨ªsicos. Amelia, de 70 a?os, es la presidenta de una de ellas. Tiene movilidad reducida y se desplaza con una silla mecanizada. Aunque vive lejos, en Miraflores de la Sierra, no se ha querido perder la protesta. La ha acompa?ado su nieto Iv¨¢n, de 11 a?os. Ambos han hecho juntos un viaje (de Miraflores a Madrid) que suele completarse en 50 minutos. Amelia, que se desplaza en transporte p¨²blico, ha tardado dos horas y media. Y eso porque ayer avis¨® por tel¨¦fono a la compa?¨ªa de autobuses que opera en el trayecto de que iba a viajar en un coche de su flota. "Si no lo haces, te quedas en la parada. Normalmente, la rampa no funciona".?

"Es una tragedia viajar en transporte p¨²blico. Si quieres moverte de forma m¨¢s c¨®moda tienes que comprarte un coche adaptado, y yo eso no lo puedo hacer", recalca Amelia, que recibe una pensi¨®n de 2.100 euros mensuales, aunque "m¨¢s de la mitad se me van en pagar a la persona que me cuida". Esta usuaria denuncia que la mayor¨ªa de estaciones no tiene accesos para gente que se mueve en silla de rueda. La terminal que m¨¢s le sorprende es la de Ram¨®n y Cajal: "Est¨¢ llena de enfermos que no pueden acceder y nadie hace nada". Por eso ha acompa?ado al medio centenar de personas que hoy exig¨ªan en Atocha mejoras de accesibilidad. "En esta estaci¨®n [Atocha] hay una rampa por la que acceder, pero no cumple la normativa. Para hacerlo debe tener una determinada pendiente seg¨²n sus dimensiones", denuncia Jorge Palomero, arquitecto de FAMMA.

"Es una discriminaci¨®n"

Tampoco hay un ascensor que, desde el exterior, permita a las personas con movilidad reducida llegar hasta las v¨ªas de los trenes de Cercan¨ªas. S¨ª hay uno que da acceso al AVE y a los trenes de larga distancia, pero Palomero afirma que no est¨¢ bien se?alizado. "En Atocha, por ejemplo, hay espacio suficiente para poner un ascensor. Y adem¨¢s, no es tan caro", subraya. Acondicionar esta o cualquiera de las estaciones costar¨ªa unos 50.000 euros, seg¨²n sus c¨¢lculos, y la operaci¨®n se completar¨ªa en menos de dos meses. "Para eso tiene que existir voluntad. Lo que parece f¨¢cil a los dem¨¢s, a ellos [los discapacitados] les resulta imposible. Es una discriminaci¨®n porque les impiden acceder a las estaciones en igualdad de condiciones".

Javier Font, presidente de FAMMA, ha sido otro de los manifestantes. Repeinado y con traje crema, iba con su silla motorizada de un sitio para otro atendiendo a los periodistas. Denuncia la "inacci¨®n de quien tiene la obligaci¨®n de acometer las obras". Tambi¨¦n le preocupa que estas no est¨¦n listas para el 4 de diciembre de 2017, fecha tope por ley para la accesibilidad universal en las instalaciones. "Estamos cansados de la situaci¨®n. Ya se ha alargado demasiado", se queja Javier de la Torre. Tiene 26 a?os y vive a cinco minutos de la estaci¨®n de Fuenlabrada. Desde ella se tardan 35 minutos a Atocha. Pero Javier no puede tomar all¨ª el tren porque su l¨ªnea, la C5, no est¨¢ adaptada (solo lo est¨¢n dos de las nueve l¨ªneas, la C3 y la C4). Para llegar a Madrid tiene que hacer un periplo en el Metro Sur (de Fuenlabrada a Getafe Centro y de aqu¨ª a Atocha) en el que tarda una hora y diez minutos.