?D¨®nde anda Juan Cruz?

?rase que es y ser¨¢ un hombre que es pregunta encarnada, duda constante y curiosidad insaciable. Aunque ha cultivado la novela, es un escritor que ha elevado la entrevista al rango de g¨¦nero literario donde precisamente las preguntas decantan toda respuesta, ponderan incluso el silencio y encuentran hasta en el leve gesto del entrevistado las revelaciones de toda la prosa que nos une. ?rase que dicen que es inencontrable, cuando en realidad se aparece en todos lados y al mismo tiempo, capaz de ir volando en dos aviones trasatl¨¢nticos que se cruzan en alg¨²n suspiro del mar y el ¨²nico escritor que sabe ir hilando en silencio el retrato de un libro por boca de su autor al mismo tiempo que ¨¦l mismo se clona como el lector de esa misma entrevista que est¨¢ fraguando en el gerundio constante con el que redacta todos los d¨ªas de su vida en letras.

Se llama Juan Cruz y esta semana vivi¨® un merecido homenaje donde decenas de amigos se reunieron para celebrar tanto p¨¢rrafo y toda p¨¢gina, tanto favor y toda gesti¨®n que ha hecho a favor de tantos que quiz¨¢ cabr¨ªan en un diccionario de al menos tres tomos o algo parecido a los antiguos directorios telef¨®nicos, pues hay que sumar los muchos que se han ido, los fantasmas de la literatura universal que han hablado directamente con miles de sus lectores a trav¨¦s de las conversaciones que ha transpirado Juan Cruz en el incansable oficio del periodismo cultural, ya como autor de c¨¢tedra en este mar de revueltos egos o como novelista de su propia memoria atesorada o como corresponsal desde Londres o enviado especial a la vida misma de cada esquina, del otro lado del mundo o en el interior de la conciencia de un poeta a¨²n an¨®nimo.

Es la inquieta voz que parece no poder dejar de jugar siempre con las palabras, como greguer¨ªa efervescente en pleno siglo XXI, y es tambi¨¦n la voz ligeramente ronca y aguda que lanza de pronto una pregunta como estilete para esculpir de perfil el verdadero rostro de un novelista que intenta esconderse detr¨¢s de muchas m¨¢scaras; por eso es tambi¨¦n el relato andante que persigue la biograf¨ªa de los cuentos o la radiograf¨ªa de la cr¨®nica que nos informa y conforma como lectores, amigos, seguidores y disc¨ªpulos en un coro que parece constantemente preguntarse ?En d¨®nde anda Juan Cruz?, sabiendo que all¨ª d¨®nde sucede todo lo que merece narrarse y all¨ª donde todo lo narrado ha de suscitar pregunta constante, all¨ª anda Juan Cruz, escritor de poliedros entre la imaginaci¨®n y la memoria, periodista en ubicuidad, viajero de pret¨¦ritos presentes y hombre convertido ¨¦l mismo en una curiosidad inquebrantable que nos salva a todos sus lectores de las m¨¢s raras amnesias y la m¨¢s necia estulticia.

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