?Menos rey, m¨¢s cultura!

En la madrugada del 14 de agosto de 1976 Javier Verdejo fue asesinado por la bala de la Guardia Civil en Almer¨ªa, cuando el joven de 19 a?os, militante del Partido del Trabajo de Espa?a (PTA), realizaba una pintada de la que solo pudo escribir Pan, t, sin poder terminar la expresi¨®n Pan, Trabajo y Libertad. Verdejo acab¨® convertido en un h¨¦roe para todos los que de madrugada se jugaban la vida realizando pintadas en los muros de Espa?a, unas paredes que serv¨ªan para lanzar sus reivindicaciones, sobre todo, de falta de libertad y democracia, algo que en los primeros a?os de la Transici¨®n hubo que conquistar paso a paso. "A ¨¦l le dedicamos el libro Pintades. Barcelona: de Puig Antich al Refer¨¨ndum, que publicamos en 1977 en la que recog¨ªamos muchas de las pintadas de la ciudad", explica el soci¨®logo Jaume Rodri junto a Manel ?beda, uno de los 14 integrantes de Foto FAD, un grupo de j¨®venes y arriesgados fot¨®grafos que reunieron m¨¢s de 1.600 fotograf¨ªas de esta especie de gritos que se pintaban a toda prisa y con nocturnidad; unos documentos parlantes de primer orden de las reivindicaciones pol¨ªticas y sociales de los ciudadanos y del combate por apoderarse del espacio p¨²blico de la ciudad en los a?os setenta.

Una selecci¨®n de este material que los miembros de Foto FAD, entre los que se encontraban F¨¦lix Camprub¨ª, Llu¨ªs Crusellas, Joan Fontcuberta, Eusebi Gonz¨¢lez, Josep Moliner, Miquel Moix, Salvador Obiols, Ramon Pi, Raul Vendrell y Cristina Zelich, adem¨¢s de ?beda, entre otros, han ingresado en el Arxiu Fotogr¨¤fic de Barcelona (AFB) y forman parte de la exposici¨®n De mur a mur, comisariada por Natasha Christia, de DocField y por Jordi Calafell del AFB, que puede verse hasta finales de septiembre. ¡°Durante a?os las im¨¢genes me han acompa?ado en un par de archivadores en todos los traslados que he hecho¡±, desvel¨® ?beda que quiso remarcar que las copias son pruebas de trabajo que se revelaron de forma r¨¢pida en el laboratorio y muchas est¨¢n marcadas con rotulador.

Las fotograf¨ªas reflejan el momento convulso en el que se suceden todo tipo de proclamas: De vecinos que reivindican m¨¢s equipamientos, Pisos s¨ª, chabolas no; ¨¢cratas, Ni Dios, ni Estado, ni patr¨®n; protestas pol¨ªticas, Rojos al pared¨®n, Llibertat per a tots els presos politics, Carrillo te haremos picadillo, en contra del dirigente del Partido Comunista; contra la monarqu¨ªa, Menos rey, m¨¢s cultura, o contra los asesinatos de Puig Antich y Oriol Sol¨¦. Son frases contundentes en las que tambi¨¦n hab¨ªa cabida para el humor. ¡°Como cuando el presidente de la Diputaci¨®n Juan Antonio Samaranch visit¨® Madrid en compa?¨ªa del alcalde Joaqu¨ªn Viola y apareci¨® la pintada Samaranch visita al rey y viola a la reina, algo que hoy en d¨ªa no podr¨ªa tampoco escribirse¡±, explic¨® Rodri. Tambi¨¦n la que hac¨ªa referencia a la muerte de Franco 20-Nabos o la que en las siglas del PSC escribi¨® Pa SuCat amb oli. Tambi¨¦n hubo lugar para otras consignas m¨¢s subidas de tono en una Espa?a en la que el destape llenaba los cines para ver lo que hasta ese momento estaba prohibido: Jodo, luego existo, jodo luego insisto, Manos arriba, bragas abajo o Los partidos son los condones de la libertad.

?beda record¨® como casi todos los fot¨®grafos fueron detenidos en uno u otros momento, y como, para evitarlo algunos como Salvador Obiols, hac¨ªan fotograf¨ªas a toda prisa desde un coche mientras conduc¨ªa su mujer. ¡°Hab¨ªa que salir de madrugada porque por la ma?ana la polic¨ªa las hab¨ªa borrado. Excepto las que hac¨ªa la extrema derecha¡±, recuerda.

Estos peque?os documentos gr¨¢ficos tienen un origen en los lavabos p¨²blicos de la ciudad. ¡°Empezamos a fotografiar los grafitis de los ba?os, para hacer un estudio sociol¨®gico, pero vimos que hab¨ªa muchas pintadas pol¨ªticas y decidimos concentrarnos en ellas¡±, recuerda ?beda. ¡°Decidimos acabar nuestras salidas y de hacer fotograf¨ªas en 1977 cuando se celebr¨® el refer¨¦ndum de la Constituci¨®n, porque pensamos que a partir de ese momento ya no har¨ªan falta m¨¢s reivindicaciones pol¨ªticas. Eramos muy ingenuos¡±, remach¨® ?beda, con una amplia sonrisa.