Mel Brooks al fresco
La fiesta con la que arranca este ciclo de pel¨ªculas tuvo como protagonista a El jovencito Frankenstein
?Qu¨¦ tendr¨¢ el cine, que nos embruja sin remedio? ?C¨®mo se explica el misterioso hechizo que ata nuestra mirada a un rect¨¢ngulo de luces y formas durante un par de horas? Tal vez sea una fascinaci¨®n inexplicable, al menos con palabras, f¨¢cil de comprender cuando se observan escenas como esa lenta aproximaci¨®n en travelling a un castillo g¨®tico que abre la inolvidable El jovencito Frankenstein de Mel Brooks.
Ayer, docenas de cabezas re¨ªan al un¨ªsono con el doctor Frankenstein de Gene Wilder. Pero no eran los cl¨¢sicos espectadores retrepados en una butaca cualquiera. Eran asistentes al pistoletazo de salida de Cibeles de cine, el ciclo veraniego que proyectar¨¢ 70 pel¨ªculas en la Galer¨ªa de Cristal de CentroCentro Cibeles de Madrid del 14 de julio al 8 de septiembre. El precio: 7 euros la pel¨ªcula, 12 para los que quieran perrito caliente (o su versi¨®n vegetariana) y la bebida (tinto de verano, doble de cerveza o refresco).
La imagen ten¨ªa su puntillo surrealista porque en Cibeles de Cine se disfrutan las pel¨ªculas con unos cascos y estos tienen un led verde brillante en cada orejera. Desde la distancia adecuada, parec¨ªa que una constelaci¨®n de luci¨¦rnagas le hac¨ªa la competencia a las estrellas que brillaban tras la ondulada celos¨ªa de cristal que techa el espacio.
Reinventar donde vemos las pel¨ªculas ha estado, desde siempre, en el coraz¨®n de Cibeles de cine. As¨ª lo explica Jes¨²s Mateos de la Varga (Madrid, 1982), director de Sunset Cinema, la compa?¨ªa responsable de este evento: ¡°Todo nace de mi ¨²ltima etapa laboral en Londres, cuando conoc¨ª el pop-up cinema. A d¨ªa de hoy, con la crisis de las salas del cine, tiene mucho sentido buscar m¨¢s lugares para exhibir pel¨ªculas. No somos competencia de las salas y defendemos que el cine se sigue viendo a trav¨¦s de ella. Pero tambi¨¦n creemos que hay lugar para darle una vuelta de tuerca a la exhibici¨®n¡±.
La vuelta de tuerca es la Galer¨ªa de Cristal de CentroCentro de Cibeles. De la Varga admite que con ella ya tienen ¡°mucho ganado¡±. Aunque hay una batalla tambi¨¦n con el espacio. ¡°Puede resultar abrumador, imponer demasiado a los espectadores. As¨ª que hacemos todo lo posible porque resulte acogedor¡±. Entre las estrategias para perderle el respeto, invitar al respetable a disfrutar la pel¨ªcula no solo con unas palomitas sino con un tinto de verano fresquito. ¡°Los espectadores nos dicen que se han sentido muy a gusto¡±. Raz¨®n que explica que en 2015 se pasaran 25.000 espectadores por este ciclo de cine madrile?o.
Pero Cibeles de cine no es solo cine. Es tambi¨¦n una propuesta de fusi¨®n con otras artes. En esta ocasi¨®n la elegida es 813 Truffaut de Paula Bonet, docenas y docenas de ilustraciones dentro y fuera del universo f¨ªlmico del gran cineasta franc¨¦s basadas en el libro hom¨®nimo de la artista. En el texto de Javier Rebollo que acompa?a a la exposici¨®n se habla de que si Truffaut conociera a Bonet probablemente se enamorar¨ªa de ella y de que la artista ha sabido captar el lado m¨¢s oscuro, torturado, del realizador.
La apuesta museogr¨¢fica de la exposici¨®n combina el gran formato con el peque?o y los espacios ¨ªntimos, aislando los dibujos dedicados a La peau doce, por ejemplo, de otros acompa?antes. El gran formato explota en alguna de las im¨¢genes para romper esa intimidad casi de ¨¢lbum de familia que tienen los peque?os marcos. Y el ojo cin¨¦filo podr¨¢ captar detalles que satisfar¨¢n su conocimiento. Por ejemplo, un retrato del padre de la Nouvelle Vague: el ensayista y cr¨ªtico cinematogr¨¢fico Andr¨¦ Bazin.
La pregunta, sin embargo, sigue flotando en el aire. ?Por qu¨¦ nos gusta tanto el cine? Tal vez la respuesta m¨¢s convincente sea la m¨¢s sencilla, como la que da Ver¨®nika Moral Hermosilla (Burgos, 1978), la Helena Vis a Vis: ¡°En el cine nos metemos en el pellejo de sus personajes, vivimos otras vidas¡±. Y ser¨¢n cientos las que pasen durante estos dos meses y pico por la Galer¨ªa CentroCentro de Cibeles.
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