¡°La soluci¨®n con Catalu?a pasa por reformar la Constituci¨®n¡±

En sus cinco meses al frente del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJCat), Jes¨²s Barrientos ha descubierto que ¡°la realidad, a veces, da poca capacidad de maniobra¡± para cambiar las cosas. Accedi¨® al cargo con el prop¨®sito de agilizar la justicia, especialmente en los casos de corrupci¨®n. Lo cierto es que, pese a sus esfuerzos, algunos juzgados siguen ¡°casi en colapso¡± y que la ¡°falta de recursos¡± es dif¨ªcil de revertir. Accedi¨® al cargo en medio de la tempestad pol¨ªtica en Catalu?a y con la promesa de que har¨ªa cumplir la ley. Con las aguas m¨¢s templadas, aboga por una reforma constitucional y dar ¡°soluciones pol¨ªticas¡± al conflicto. Leon¨¦s, casado y con dos hijos, Barrientos afronta estos d¨ªas una patata caliente: el retorno a la judicatura del magistrado Daniel de Alfonso, destituido por el esc¨¢ndalo de sus charlas con el ministro del Interior Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz.

Pregunta. ?Qu¨¦ opini¨®n le merece que, como se desprende de las conversaciones, se orquesten investigaciones sin control?

Respuesta. Me parece terrible lo que se ha descubierto y el alcance de las conversaciones que se manten¨ªan en ese despacho. Esas maquinaciones son inaceptables.

P. ?Qu¨¦ le parece el reingreso de De Alfonso a la Audiencia de Barcelona?

R. Es algo que no podemos evitar. La sociedad ve que un miembro de la carrera judicial no es ajeno a un inter¨¦s particular, y me preocupa que eso se extrapole. Ser¨ªa injusto para el resto de jueces, que trabajan con absoluta independencia, neutralidad y rigor.

P. De las conversaciones tambi¨¦n se desprende que existe una c¨²pula policial que investiga por su cuenta...

¡°Las maquinaciones de De Alfonso con el ministro son inaceptables¡±

R. Si eso se corresponde con la realidad, es una situaci¨®n muy grave que hace un da?o terrible a las instituciones. Pero el ministro sabr¨¢, porque a m¨ª la organizaci¨®n policial me es ajena.

P. A veces da la impresi¨®n de que, en causas complejas, la polic¨ªa lidera la instrucci¨®n, y el juez y el fiscal se limitan a reproducir sus conclusiones.

R. Si se dan esos casos es que tenemos una falla en el sistema o un punto de dejaci¨®n de lo que es responsabilidad del juez, que debe controlar todas las decisiones. Pero me pongo en la piel de jueces como los de El Vendrell [caso 3%] o de Reus [caso Innova] y tienen unos recursos muy limitados. Es natural que, a veces, la polic¨ªa lleve el peso.

P. ?C¨®mo explica a la gente que hayan pasado siete a?os y el caso Palau a¨²n no tenga fecha de juicio?

R. No hay una explicaci¨®n que, de alguna forma, satisfaga al ciudadano. Los casos de corrupci¨®n tienen dificultades por naturaleza, son lentos y complejos. En el caso Palau, las estrategias procesales de las partes han impedido que llegue a juicio.

P. ?D¨®nde acaba el derecho de defensa y d¨®nde empiezan las t¨¢cticas dilatorias?

¡°Los recursos de las defensas deber¨ªan ventilarse en un solo momento procesal¡±

R. Es la clave de nuestro sistema procesal. Ha habido iniciativas para reformarlo, pero no han salido adelante por falta de voluntad pol¨ªtica. La clave es que los recursos de las defensas deber¨ªan ventilarse en un ¨²nico momento del proceso. Hay que conciliar todos los intereses.

P. Lleg¨® a la presidencia en un momento de gran tensi¨®n pol¨ªtica en Catalu?a por las amenazas de desobediencia. ?Cree que la situaci¨®n ha dado un vuelco?

R. Yo dir¨ªa que no estamos peor de lo que est¨¢bamos. No podemos obviar que se sigue una causa, la del 9-N, que tiene connotaciones. Pero es positivo que no se haya abierto otro procedimiento de esa naturaleza.

P. Se reuni¨® con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. ?Le dej¨® claro que no habr¨¢ desobediencia a las resoluciones de los tribunales?

R. No hablamos de los planes, si es que los hay, de apartarse de las sentencionas del Constitucional. Hablamos de la situaci¨®n de la justicia.

P. Ha animado a los pol¨ªticos a buscar soluciones ¡°imaginativas¡± al conflicto.

R. La soluci¨®n no va a estar en los tribunales. Por la situaci¨®n en la que est¨¢ instalada la sociedad en Catalu?a, la soluci¨®n tiene que venir por la reforma de la Constituci¨®n. Para avanzar como sociedad, tenemos que consensuar las normas de convivencia y parece que ahora exige reformas.

P. ?Qu¨¦ tipo de reforma de la Constituci¨®n plantea?

R. Son los responsables pol¨ªticos los que deben fijar qu¨¦ alcance le dan. Llevamos muchos meses sin Gobierno, pero quiz¨¢ producto de este segundo proceso electoral se pueda crear el escenario id¨®neo para incluir esas reformas constitucionales.