Siete polic¨ªas heridos y cinco detenidos en una ri?a tumultuaria

Alrededor de las cuatro de la madrugada, la Polic¨ªa Municipal recibi¨® un aviso de que se estaba produciendo una pelea en la confluencia del n¨²mero 404 de la calle de Alcal¨¢ con la calle de V¨¢zquez de Mella, frente a un bar frecuentado por dominicanos. Seg¨²n explicaron algunos testigos, hab¨ªa seis j¨®venes que se estaban pegando entre ellos. ¡°Uno de ellos estaba subido encima de otro que estaba en medio de la calle. No paraba de darle pu?etazos, mientras los otros segu¨ªan peg¨¢ndose. La escena era muy fuerte¡±, relat¨® una testigo que prefiri¨® el anonimato.

A esa hora llegaron dos coches patrullas con cuatro agentes que intentaron parar la pelea. Uno de ellos sac¨® su defensa y empez¨® a golpear al que estaba propinando pu?etazos al que estaba en el suelo. Sin embargo, la reacci¨®n de este fue justo la contraria. Se dirigi¨® hacia el polic¨ªa y le peg¨® un pu?etazo en toda la cara que casi lo dej¨® noqueado. El agente, al igual que sus compa?eros, se echaron para atr¨¢s y se fueron al principio de la calle de V¨¢zquez de Mella. Cogieron la emisora y pidieron refuerzos al comprobar que la situaci¨®n era muy grave y no pod¨ªan hacerse con ella. Esperaron mientras llegaban m¨¢s compa?eros. ¡°En cuesti¨®n de dos minutos estaba esto lleno de polic¨ªas y de coches patrulla. Cortaron la calle de Alcal¨¢ y en V¨¢zquez de Mella ya no entraba m¨¢s gente¡±, relata la testigo.

Los agresores se metieron en un coche con la intenci¨®n de huir de la polic¨ªa. Uno de ellos, el m¨¢s corpulento, se resisti¨® y tuvo que ser metido a la fuerza por el resto, seg¨²n describen los testigos. Su intenci¨®n era quedarse y continuar con la pelea multitudinaria. Los agentes fotografiaron el coche ¡ªen especial la matr¨ªcula¡ª por si se marchaba. ¡°En cuesti¨®n de dos minutos, llegaron lo menos 20 polic¨ªas m¨¢s. Se mont¨® una gorda¡±, describi¨® otro testigo. Otros contendientes salieron corriendo calle abajo al ver que los polic¨ªas se hab¨ªan retirado.

¡°Al suelo, tumbaos¡±

Al menos 15 polic¨ªas rodearon al coche donde estaban los agresores y les ordenaron que se bajaran, pero no les hicieron caso. Un polic¨ªa ¡°muy grande¡± fue el que ya les amenaz¨® y se bajaron. Les gritaron a dos de los contendientes que permanec¨ªan de pie: ¡°Al suelo, tumbaos¡±. Se lo repitieron en varias ocasiones pero no obedecieron. ¡°Estaban de pie, sin camiseta, con los pu?os cerrados y muy nerviosos, como con ganas de seguir la pelea. No les importaba el llevar toda la cara ensangrentada. Eran dos t¨ªos enormes, dos aut¨¦nticos bigardos¡±, a?adi¨® el testigo. Un funcionario se dirigi¨® a uno de ellos y le oblig¨® a que se tumbara. Lo siguiente fue asestar un golpe para que doblara, seg¨²n los testigos. La respuesta fue otro pu?etazo al polic¨ªa y, a partir de ese momento, al resto que les rodeaban. Una agente recibi¨® un fuerte golpe, que casi la tir¨® al suelo.

En el transcurso de la pelea llegaron a¨²n m¨¢s refuerzos. Algunos testigos hablan de que pudieron juntarse m¨¢s de 50 agentes y que tardaron mucho en hacerse con la situaci¨®n ante la violencia y la agresividad de los contendientes. Fuentes policiales confirmaron que a la pelea acudieron coches patrullas de cinco distritos, los m¨¢s cercanos a Ciudad Lineal. Algunos polic¨ªas salieron por la calle de V¨¢zquez de Mella hacia abajo y lograron arrestar a los que se hab¨ªan fugado.

Varios agentes ¡°se tuvieron que emplear a fondo¡± para reducir a los dos atacantes m¨¢s grandes. ¡°Les cost¨® mucho porque estaba muy nervioso y con mucha fuerza¡±, afirm¨® una testigo. ¡°Para todo lo que se mont¨® aqu¨ª, creo que la actuaci¨®n de la Polic¨ªa Municipal fue especialmente leve. Recibieron golpes por todos los lados y no sab¨ªan siquiera si los atacantes iban armados¡±, destac¨® la testigo.

A la zona se desplazaron varias ambulancias del Samur que curaron a los polic¨ªas y a los heridos. Estos fueron trasladados a la Unidad Integral de Distrito de Ciudad Lineal (la comisar¨ªa de la Polic¨ªa Municipal) donde se tramit¨® el atestado. Esta se encuentra en la calle paralela al lugar de la pelea. De ah¨ª, que los primeros compa?eros de los agredidos tardaran poco tiempo. Los agentes recibieron el alta en el lugar, salvo el que sufri¨® la fractura del dedo. Pasadas las seis de la madrugada, la normalidad volvi¨®.

Algunos vecinos de la zona se quejaron de que esta es la segunda pelea que se vive a las puertas de ese local latino. El s¨¢bado anterior hubo otra reyerta. ¡°Los gritos nos despiertan en mitad de la madrugada. A ver si toman medidas y se acaba con esto¡±, se protestaban los afectados.

Otra reyerta

De hecho, las primeras investigaciones apuntan a que la reyerta de la madrugada de ayer fue la continuaci¨®n de la trifulca del s¨¢bado pasado y esta se produjo por una discusi¨®n por una mujer. ¡°A saber lo que ha pasado. Seguro que iban pasados de alcohol y de lo que no era alcohol, porque es imposible que aguantaran los golpes y que varios polic¨ªas se las vieran tan mal para arrestarlos¡±, describi¨® la testigo.

Hechos similares se produjeron en Tetu¨¢n en marzo, lo que motiv¨® que tuviera que reforzar la vigilancia en la zona hasta que se tranquilizaron los ¨¢nimos. En aquella ocasi¨®n la primera agresi¨®n se produjo entre un grupo de vecinos de la zona, de origen tambi¨¦n dominicano, y 14 agentes de la Polic¨ªa Nacional. Parte de ellos estaban fuera de servicio y hab¨ªa acudido a un restaurante que frecuentan a una cena entre compa?eros. La Jefatura Superior de Madrid aument¨® la presencia de los agentes de la Unidad de Intervenci¨®n Policial (UIP, los antidisturbios). Hechos similares se registraron en el distrito en semanas posteriores.