¡°Un traductor ha de ser atrevido y hacer que un texto suene bien¡±
Anna Casassas, la 'voz' en catal¨¢n de Balzac, Echenoz, Saint-Exup¨¦ry, Simenon, Baricco o Magris, gana el premio Traject¨°ria de la Setmana del Llibre en Catal¨¤
¡°Nuestra labor es ¡®al servicio de¡¡¯, de segunda fila con relaci¨®n al autor, pero luego, en las portadas del libro o en las rese?as s¨ª deber¨ªamos aparecer, ni que sea por justicia comercial: ?ponemos los ingredientes de un refresco y no ponemos visible en un libro el nombre del traductor?¡±. Lamenta esa larga, lenta y sorda lucha del colectivo de traductores catalanes la que quiz¨¢ hoy sea una de sus m¨¢s reconocidas adalides, Anna Casassas, que en septiembre recibir¨¢ el premio Traject¨°ria que concede la Setmana del Llibre en Catal¨¤, galard¨®n que por vez primera en 20 a?os reconoce a un traductor. Ser¨¢ su tercer premio, tras el Mots Passants de la UAB (2009) por Manuscrit trobat a Saragossa, de Jan Potocki, i el Vidal Alcover del Ayuntamiento de Tarragona (2010) por El sopar de cendra, de Giordano Bruno.
Pues ni la prestigiosa voz catalana de Balzac, Echenoz, Saint-Exup¨¦ry, Simenon, Baricco o Magris, por citar algunos autores que ha vertido a la lengua de Pompeu Fabra, puede hacer de esto una profesi¨®n digna en lo econ¨®mico. ¡°Vivo de ello, s¨ª, pero muy modestamente¡±. Para que le salgan los n¨²meros, debe hacer ¡°entre seis y 10 horas diarias, s¨¢bados y domingos incluidos¡±, lo que, pasado a libros, son nueve al a?o. ¡°Cuanto m¨¢s tiempo dedico a uno, menos a cuenta me sale¡±, lamenta, raz¨®n que justifica que en los casi 200 t¨ªtulos traducidos desde que debutara en 1996 con Ad¨¦u a la publicitat, de Oliverio Toscani, y Sobre la lectura, de Marcel Proust, para ¡°mis dos primeros padrinos¡±, los editores Xavier Folch y Jaume Vallcorba, la poes¨ªa sea casi inexistente. ¡°Hay que volver a ella una vez y otra. No puedo, se ha de comer¡±.
Las tarifas que nos pagan las grandes editoriales son vergonzantes
Casi se enfada Casassas (Barcelona, 1958) cuando se saca a colaci¨®n la leyenda de que traduce s¨®lo lo que le gusta. ¡°No es cierto, no puedes escoger, soy aut¨®noma y he de hacer unos m¨ªnimos, pero s¨ª que he rechazado muchos libros por las condiciones econ¨®micas: por dignidad al oficio, porque por seg¨²n qu¨¦ precio no hace falta ya ni trabajar y por la profesi¨®n: si es indigno para ti lo es para todos tus compa?eros¡±.
No quiere dar tarifas ¡°para evitar comparaciones¡±, pero cree que las que se ofrecen en Catalu?a y en Espa?a ¡°se tendr¨ªan que doblar; en Francia, el precio m¨ªnimo que pagan la traducci¨®n para poder acceder a subvenciones es el doble de lo que se paga aqu¨ª¡±. Las fusiones editoriales han agravado la situaci¨®n. ¡°Suelo aceptar pocos trabajos de las grandes: las peque?as y medianas nunca pagan tan mal como las otras¡±. Y pone un ejemplo no muy lejano: ¡°Una editorial de un gran grupo me ofrec¨ªa un libro para tenerlo en dos meses; como conoc¨ªa al traductor holand¨¦s, les respond¨ª que a ¨¦l le hab¨ªan dado cuatro. La respuesta fue: ¡®Bueno, no te preocupes, ya se lo daremos a un traductor suicida¡¯¡ Las tarifas de las grandes suelen ser vergonzantes¡±.
No es una ciencia exacta; tres amigos no aprecian lo mismo de ¨¦l, ?no?
En cualquier caso, a Casassas le apasiona la traducci¨®n: uno de sus divertimentos es comparar versiones de un mismo libro. S¨®lo as¨ª se explica que, tras cursar Derecho y ejercer siete a?os de abogada en Figueres, lo dejara para hacer correcci¨®n de estilo de libros vertidos al franc¨¦s y al italiano, las lenguas que domina; cansada de notar errores de traducci¨®n, pas¨® a hacerlo ella misma. El gusto le viene de su familia, con un padre (Enric Casassas, expresidente del IEC) que les recomendaba una edici¨®n seg¨²n el traductor tanto a ella como a su hermano, el poeta Enric (¡°tenemos conversaciones de palabras: ¡®Mira qu¨¦ he puesto hoy; ?t¨² c¨®mo lo ves¡¯?¡±).
Hoy est¨¢ muy solicitada por los editores. ?Qu¨¦ tienen una versi¨®n con el sello Casassas? ¡°No s¨¦; s¨®lo puedo decir que el reto m¨¢s excitante es el de captar la voz narrativa, transmitir el grosor y la densidad de las emociones¡±, defiende, hasta el extremo de haberse le¨ªdo antes una traducci¨®n ya existente en catal¨¢n de Daniel Pennac cuando a ella le encargaron otro libro posterior y as¨ª ¡°asimilar el estilo, el tono que le dio¡±. ?No lo marca el autor? ¡°Traducir no es una ciencia exacta; si no, lo har¨ªa Google; tres amigos no aprecian lo mismo de ¨¦l, ?no?; de ah¨ª lo importante que un autor siempre tenga el mismo traductor y no como hacen los editores, que lo pasan cada vez a uno distinto¡±, denuncia.
Es tanto o m¨¢s importante dominar la lengua de llegada que la de origen
La b¨²squeda del tono para traducir a un autor es, para Casassas, un enigma inquietante. ¡°Cada libro es un mundo¡ ¡®?ste no lo sabr¨¦ hacer¡¯, aun me digo a menudo¡ Todo depende, como la qu¨ªmica entre las personas¡±, defiende, porque traducir ¡°es entrar en la vida privada del autor, en su cabeza¡¡±. En cualquier caso, un traductor ¡°ha de ser atrevido: con eso no digo buscar la f¨®rmula m¨¢s atrevida sino optar por respetar o no algunas cosas y atreverte entonces a hacer lo que quieras si puedes defenderlo; lo importante es que suene bien, al final¡±.
Ese ¡°que suene bien¡± es ley para ella: ¡°Si un texto de un cl¨¢sico te suena bien en una traducci¨®n y en otra, no, sin duda el primer traductor lo ha hecho mejor¡±. Es el par¨¢metro que utiliza para destacar al hist¨®rico Mag¨ª Morera, especialista en Shakespeare, como uno de los m¨¢s grandes traductores catalanes. Si se le pide uno actual (¡°el momento y el nivel es bueno; se ha superado el bache de los setenta cuando se hac¨ªa lo que se pod¨ªa, puro voluntarismo¡±), no duda: Joan Sallent.
Casassas lee sus traducciones en voz alta. ¡°Es indispensable, te das cuenta si est¨¢ sincopado, si hay repeticiones...¡±. Tambi¨¦n recomienda acudir a los diccionarios aunque se sepa el significado y vigilar el dominio y la calidad de la lengua, ¡°pero tanto o m¨¢s que la de origen, la de llegada: si yo hubiera traducido en castellano no hubiera alcanzado ese nivel; a mis editores les gusta mi catal¨¢n¡±.
?nima, de Wajdi Mouawad (¡°tiene un lenguaje muy po¨¦tico y rico: encontr¨¦ m¨¢s de 70 nombres de sonidos diferentes y en cada p¨¢gina hab¨ªa un narrador distinto¡±), y el de Bruno (¡°est¨¢ escrito antes de 1600, es un italiano diferente i en un estilo tirando a abstruso¡±) son los libros de los que se siente m¨¢s satisfecha Casassas, que vive en el Pirineo franc¨¦s y siente cierta incomodidad en p¨²blico: ¡°Un traductor est¨¢ muchas horas solo; si no te gusta estar solo, no puedes ser traductor¡±.
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