Teatro de c¨®digos callejeros

Estos tres chavales no lo tienen nada claro: es el d¨¦cimo aniversario de la muerte de su colega Toni van al parque, fuman porros, hacen "agua" cuando aparecen los polic¨ªas y comprueban que, aunque ha pasado el tiempo, sus vidas siguen estancadas y el futuro se est¨¢ esfumando. Nada es como idearon de adolescentes. Luego lo petan muy fuerte en el after hours, a caballo de las drogas de dise?o, pero el sol del amanecer propicia el baj¨®n. "Hay que espabilar de una puta vez". Eso piensan. Son una juventud que est¨¢ perdida. O que se pierde. Lo que m¨¢s llama la atenci¨®n del montaje Wasted, de la compa?¨ªa Intims Produccions (Lleida), dirigido por Iv¨¢n Morales, es su lenguaje, transido del flow del hip-hop, repleto de slang callejero y tambi¨¦n de las bromas privadas de los miembros de la compa?¨ªa. "El espectador se encontrar¨¢ como si estuviera con una pandilla de amigos que no conoce; tiene que ir reconociendo sus c¨®digos", dice Morales.

El montaje se estren¨® en Madrid en el reciente festival Frinje y ahora se puede ver hasta fin de mes en el Teatro del Barrio (Zurita, 20). El texto es de la brit¨¢nica Kate Tempest, rapera, poeta, escritora, etc¨¦tera, hija de la clase trabajadora, que rebosa esa autenticidad y honestidad que le falta al hip-hop m¨¢s mainstream, entre elegotrip delincuente y el glamour del papel cuch¨¦. Fue traducido al catal¨¢n por el poeta Mart¨ª Sales y luego adaptado a la propia idiosincrasia de la compa?¨ªa: "Ten¨ªamos que hacerlo nuestro, porque el hip-hop es el lenguaje de uno mismo, que te lo escriba otro es una herej¨ªa", dice el director, que coescribi¨® la pel¨ªcula El truco del manco, tambi¨¦n centrada en este mundillo.

As¨ª, el argumento no destaca por innovador (la juventud hastiada, perdida y sin futuro), pero s¨ª el citado texto y el despliegue esc¨¦nico, dentro de eso que llaman "teatro de inmersi¨®n". El espectador se encuentra en medio de la fiesta (ha sido representado en diversos antros y discotecas, y hasta se reparte alguna lata de cerveza): "Queremos hacer un teatro que haga que el espectador tenga que girar el cuello, tanto literal como metaf¨®ricamente", explica Morales.

Menci¨®n especial merece el trabajo de los tres j¨®venes actores (Oriol Esquerda, Sandra Pujol y Xavier Teixid¨®), aut¨¦nticos, con actitud y la mezcla perfecta de drama e hilaridad. Esta es, adem¨¢s, una de las pocas obras en las que ver a personajes borrachos o drogados no causa verg¨¹enza ajena. No en vano toda la parte f¨ªsica del asunto vino asesorada por la experimentada compa?¨ªa de teatro f¨ªsico Loscorderos.sc (que, por cierto, tambi¨¦n pasaron por el Frinje), que consiguieron crear un espacio psicotr¨®pico cre¨ªble a la par que delirante.

Un teatro que interesar¨¢ a los espectadores habituales, pero que tambi¨¦n puede atraer a otros provenientes de otros ¨¢mbitos, como la juventud m¨¢s rampante o la cultura del hip-hop (o la de la droga de discoteca). "Creo que, voluntaria o involuntariamente, se hace teatro siempre para un tipo de espectador y clase social muy definida, que es la que suele llenar las butacas, pero es bueno que tambi¨¦n le hablemos a otro tipo de personas que normalmente no se acercan a esta disciplina", concluye el director.