Repostar en un bien de inter¨¦s hist¨®rico
Una gasolinera se convierte en patrimonio protegido de Madrid. Otra est¨¢ a punto de hacerlo
La estaci¨®n de servicio de la avenida de Arag¨®n 388, junto a la ITV de San Blas, tiene todo lo que suele tener una gasolinera: los surtidores con sus mangueras, una peque?a tienda con bebida y comida, ba?os, los aparatos para llenar de aire las ruedas o lavar el coche¡ Lo normal. ¡°A m¨ª nunca me ha llamado la atenci¨®n¡±, dice Roberto, un taxista de 50 a?os que lleva m¨¢s de 20 parando all¨ª. Ni siquiera ha reparado en el mural que decora la primera planta del edificio, visible desde la entrada con solo levantar la cabeza hacia arriba. Pero esa pintura es una de las razones por las que esa estaci¨®n de servicio, construida en 1958 por el arquitecto Casto Fern¨¢ndez-Shaw, ha sido declarada Bien de Inter¨¦s Patrimonial por la Comunidad de Madrid; ayer se public¨® en el bolet¨ªn oficial de la regi¨®n.
Sus principales valores son, seg¨²n el expediente que ha manejado la Direcci¨®n General de Patrimonio, una gran marquesina de 340 metros de hormig¨®n armado con lados y esquinas curvos y un edificio que mezcla dos vol¨²menes: un semicilindro de dos plantas y una torre de cinco con un ¨¢tico descubierto y una caja de escaleras con barandillas de barrotes de hierro con l¨ªneas verticales continuas de protecci¨®n a modo de telar. Es decir, unos elementos que suponen ¡°un valioso testimonio¡± de la arquitectura industrial de los a?os veinte y treinta; aunque no se construyera hasta tres d¨¦cadas despu¨¦s, Fern¨¢ndez-Shaw la proyect¨® en 1928.
La gasolinera de Alberto Aguilera
M¨¢s o menos por la misma ¨¦poca que dise?¨® otra estaci¨®n de servicio, la de Porto Pi, en el n¨²mero 18 de la calle de Alberto Aguilera, la otra gasolinera que engrosar¨¢ el listado de patrimonio protegido de la Comunidad de Madrid despu¨¦s de un tortuoso camino que empez¨® en 1977. Entonces, casi a la vez que el Gobierno central, el Ayuntamiento de Madrid, y las Reales Academias de Bellas Artes de San Fernando y de la Historia elaboraban el cat¨¢logo de inmuebles que gozar¨ªan de m¨¢xima protecci¨®n, en el que se inclu¨ªa esa gasolinera, fue demolida sin licencia.
En 1996, cuando se construy¨® un hotel en el mismo solar, el Consistorio oblig¨® a los due?os a devolver a la estaci¨®n de servicio el mismo aspecto del dise?o original de 1927. Y, por fin, el pasado febrero la Comunidad inici¨® el expediente para convertirla en Bien de Inter¨¦s Cultural. Sin embargo, una portavoz del Gobierno regional explica que el proceso se ha retrasado porque han tenido que reiniciarlo, pues no pueden convertirla en Bien de Inter¨¦s Cultural sino Patrimonial, una figura creada en la Ley de Patrimonio Hist¨®rico de la Comunidad.
La diferencia entre una y otra es que el primero se usa para bienes de ¡°valor excepcional¡± y el segundo, para aquellos que simplemente poseen ¡°una especial significaci¨®n hist¨®rica o art¨ªstica¡±. Es decir, que podr¨ªa decirse que uno es para los bienes m¨¢s espectaculares, a los que no se puede tocar ni un pelo, y el segundo para obras quiz¨¢ m¨¢s modestas, pero importantes como testimonio hist¨®rico. En este caso, los due?os tendr¨¢n que contar con el visto bueno de la Direcci¨®n General de Patrimonio para hacer cualquier intervenci¨®n futura.
De momento, la vida sigue igual en la gasolinera de la Avenida de Arag¨®n, ubicada junto al A-2 y frente al aeropuerto de Barajas. Unos obreros ocupaban el martes a mediod¨ªa la mitad del espacio de los surtidores para arreglar una aver¨ªa, mientras en la parte de atr¨¢s varias personas lavaban su coche. A su lado, Roberto, el taxista de 50 a?os que lleva m¨¢s de 20 pasando por all¨ª, se volv¨ªa a encoger de hombros. ¡°Bueno, est¨¢ bien. Pero la verdad es que lo ¨²nico que me hab¨ªa llamado la tenci¨®n es la salida [para incorporarse a la A-2], que es bastante peligrosa¡±.
"Un poeta 'underground"
Casto Fern¨¢ndez-Shaw, hijo del escritor Carlos Fern¨¢ndez-Shaw, naci¨® en Madrid en 1896. Desde que termin¨® la carrera de Arquitectura en 1919 dedic¨® su vida a investigar nuevas formas que rompieran con el pasado, dejando buenos ejemplos de ello en los numerosos dise?os que nunca se llegaron a construir (como su proyecto de terminal para el aeropuerto de Barajas que fue rechazado por?exceso de originalidad) y por supuesto en los que s¨ª vieron la luz, entre otros, el de las estaciones de servicio de Alberto Aguilera o la avenida de Arag¨®n, el edificio Coliseum de la Gran V¨ªa, todos ellos en Madrid; el Colegio de la Asunci¨®n de M¨¢laga o el edificio para la General Motors en T¨¢nger.
Se defini¨® a s¨ª mismo en alguna ocasi¨®n como "un inventor". "Tal es el t¨ªtulo que debiera figurar en mi tarjeta de visita. Comenc¨¦ estudiando ingenier¨ªa, y aun habi¨¦ndome incorporado pronto al campo de la arquitectura, siempre he visto en ella muchas de las ra¨ªces del invento. Adem¨¢s, tengo patentados unos cuantos", dijo.
El profesor F¨¦lix Cabrero, que ha estudiado durante a?os la vida y el trabajo de Fern¨¢ndez-Shaw, le defini¨® en 2010 en este diario de la siguiente manera: "Era un hombre bueno, un poeta underground, ca¨®tico, ni rojo ni afecto al r¨¦gimen, inc¨®modo para todos; un visionario, un inventor y, sobre todo, un ni?o grande".
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