Colau rectifica y endurece su pol¨ªtica contra los manteros
Las nuevas medidas del Gobierno municipal han provocado que el n¨²mero de vendedores ambulantes se reduzca de 900 a 300
La tolerancia que durante unos meses ha existido con las personas que se dedican al 'top manta' en Barcelona ha provocado que la cifra de manteros alcanzara cifras hasta ahora nunca vistas. Este verano, la concentraci¨®n de manteros en los lugares por los que se mueven los turistas ha aumentado todav¨ªa m¨¢s su visibilidad. A ra¨ªz de este incremento, el equipo de la alcaldesa Ada Colau se ha visto obligado a cambiar de estrategia. Los planes a medio plazo siguen pasando por buscar soluciones sociales pero, de momento, la presi¨®n policial y las intervenciones del material que venden los manteros se ha intensificado de golpe. El cambio de estrategia ha provocado que buena parte de los manteros abandone Barcelona.
Los propios ciudadanos de Barcelona se sorprendieron este verano: el n¨²mero de manteros era mucho mayor que de costumbre. Algunos de ellos hab¨ªan llegado siguiendo a los turistas que han escogido la capital catalana para pasar sus vacaciones. Otros, ya estaban en Barcelona y simplemente han cambiado de ocupaci¨®n: en invierno recogen chatarra y en verano se dedican al 'top manta', que es m¨¢s rentable. Tratan de sobrevivir.
El efecto llamada se ha revertido
Picos de hasta 900. La cifra de manteros asentados en Barcelona est¨¢ entre los 250 y los 300. Pero durante este invierno la poblaci¨®n era de unos 800 con picos de hasta 900 personas.
Nuevo descenso. Tras el reciente endurecimiento de las pol¨ªticas de Colau, la cifra de manteros ha descendido de nuevo y ha vuelto a los 300.
Pero este verano su presencia ha dejado de ser espor¨¢dica y se ha convertido en un problema en may¨²sculas. La gran concentraci¨®n de manteros en algunos lugares de la ciudad, como el paseo Joan de Borb¨®, con puntas de hasta 900 vendedores ambulantes, ha hecho el problema a¨²n m¨¢s visible. La presi¨®n de los comerciantes de la zona, que ya ten¨ªan problemas por culpa de la fuerte subida de los precios de alquiler, y la de los medios de comunicaci¨®n alimentada por los partidos de la oposici¨®n han obligado al Ayuntamiento de Barcelona a cambiar de estrategia. Las directrices que salen de la plaza Sant Jaume han cambiado. Se han endurecido.
¡°Ten¨ªamos un problema real¡±, reconoce Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona. El Gobierno ya preve¨ªa que el fen¨®meno crecer¨ªa en verano, e incluso la alcaldesa Ada Colau hab¨ªa avisado de que un reto de esta magnitud no se solucionar¨ªa este verano, pero no hab¨ªan previsto que el aumento ser¨ªa de este calibre.
A mediados de julio se vislumbr¨® el primer cambio: el Ayuntamiento instal¨® una pista de patinaje en el espacio preferido por los manteros, el paseo Joan de Borb¨® y destin¨® a la zona m¨¢s efectivos policiales. ¡°Ahora lo estamos haciendo de una manera m¨¢s decidida. Es posible que el mensaje no fuera suficientemente claro¡±, reconoce Pisarello. Adem¨¢s de la calle, tambi¨¦n se han producido cambios en los despachos. Hasta ahora, la gesti¨®n de los manteros, que acostumbran a ser inmigrantes o refugiados subsaharianos, depend¨ªa de distintas ¨¢reas del Ayuntamiento como Servicios Sociales, Barcelona Activa o Seguridad. En las ¨²ltimas semanas, su gesti¨®n ha pasado a manos de la primera tenencia de alcald¨ªa y cuenta con una coordinaci¨®n que sirve de contacto con los cuerpos policiales, los manteros y los comerciantes.
Reci¨¦n llegada al Consistorio, Colau asegur¨® que ¡°la soluci¨®n¡± contra el ¡®top manta¡¯ no era policial, sino social. En ese momento, ten¨ªa una peque?a rebeli¨®n en la Guardia Urbana, que vio c¨®mo los dirigentes pol¨ªticos reduc¨ªan los equipos de paisano, que son quienes act¨²an y requisan el material que venden los manteros, y tambi¨¦n minimiz¨® la presencia uniformada.
El resultado fue que vendedores ambulantes de Galicia, de Andaluc¨ªa y de la zona de la periferia del ¨¢rea metropolitana se asentasen en la ciudad, seg¨²n fuentes policiales. Se pas¨® de 400 vendedores ambulantes que hab¨ªa en la anterior legislatura de Xavier Trias, a unos 800 al cierre del a?o pasado, con puntas de hasta 900, seg¨²n esas mismas fuentes, lo que supon¨ªa unos n¨²meros pr¨¢cticamente incontrolables para los agentes, los vecinos y el resto de vendedores no ambulantes.
Desautorizaci¨®n policial
La postura que durante un a?o ha mantenido el Gobierno de Colau de intentar buscar otras v¨ªas alternativas a la policial ante el 'top manta' se ha vivido dentro de la Guardia Urbana como una desautorizaci¨®n. El sindicato mayoritario, Sapol, ha arremetido en diversas ocasiones contra la alcaldesa. Y eso ha supuesto un desgaste del equipo municipal en su relaci¨®n con la polic¨ªa de la ciudad. El punto ¨¢lgido de esa tensi¨®n fue cuando el teniente de alcalde Jaume Asens, un abogado que tiene una amplia trayectoria como letrado en causas contra abusos policiales, llam¨® a los abogados de un guardia urbano al que un mantero le hizo una brecha en la cabeza con la intenci¨®n de que la letrada de Molins&Silva retirase la petici¨®n de prisi¨®n preventiva para el mantero.
El nuevo giro en su pol¨ªtica contra el top manta le ha comportado ahora problemas con la otra parte. El Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes boicote¨® un acto de la alcaldesa durante la instalaci¨®n de un contador que registrar¨¢ el n¨²mero de refugiados muertos en el Mediterr¨¢neo despu¨¦s de una operaci¨®n de Mossos contra un almac¨¦n de material para el top manta. Detuvieron a siete personas, y cuatro de ellas ingresaron a prisi¨®n, entre estos, un portavoz del sindicato.
El 'top manta' empieza m¨¢s tarde ante la presi¨®n
El aumento de la presi¨®n policial hace que los manteros no encuentren un espacio en el que colocarse durante el d¨ªa. La consecuencia es que esperan a que caiga el sol, sobre las nueve y media o las diez de la noche, para extender sus mantas con los objetos que quieren vender. Algunos, tambi¨¦n se instalan en el interior del Puerto. La Guardia Urbana est¨¢ estirando al m¨¢ximo los horarios para poder hacerle frente, hasta pasadas las doce de la noche.
La CUP de Barcelona denuncia que este cambio de estrategia ha venido acompa?ado de m¨¢s violencia policial y reclaman que se ponga fin ¡°a la persecuci¨®n policial, pol¨ªtica y medi¨¢tica¡±. Desde su punto de vista, el problema se tiene que abordar desde ¡°un punto de vista social¡±. Esta posibilidad est¨¢ encima de la mesa de la alcaldesa Ada Colau desde el primer d¨ªa, pero todav¨ªa no ha cogido forma. El gobierno municipal impuls¨® unos planes de ocupaci¨®n para 51 personas, pero el seguimiento entre las personas que se dedican a la venta ambulante es m¨ªnimo. El Ayuntamiento prepara un nuevo plan pero sus resultados no ser¨¢n inmediatos. Mientras, el gobierno opta por la soluci¨®n policial.
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