El v¨ªdeo de un vecino, ?la prueba de un fuego intencionado?

Manuel Gil Exp¨®sito subi¨® corriendo al monte ayer al caer la tarde con otros compa?eros de la Comunidad de Montes de Arbo (Pontevedra). Hab¨ªan visto una columna de humo que empezaba a crecer en medio de los eucaliptos entre los lugares de Paradela y San Cristovo y acud¨ªan a "vigilar". Enseguida Manuel, al que todos conocen como Lito, sac¨® del bolsillo el tel¨¦fono m¨®vil para grabar la velocidad con la que prend¨ªa aquel fuego, pero la sorpresa lleg¨® en menos de un minuto, cuando ¨¦l y los otros vecinos comprobaron que los focos se reproduc¨ªan como por magia ladera arriba, de forma sucesiva, en una perfecta l¨ªnea recta y separados uno de otro por la misma distancia. "No pod¨ªa ser obra del viento, nosotros estamos seguros", cuenta el autor del v¨ªdeo que se ha convertido en evidencia de un delito medioambiental. "Y en Arbo tampoco creemos que pueda ser cosa de una sola persona... Es m¨¢s", sigue, "quienes lo hicieron sab¨ªan perfectamente que las condiciones eran ideales, y escogieron la hora, las nueve menos cuarto de la tarde", cuando ya queda poco para que se haga de noche y los equipos a¨¦reos de extinci¨®n tienen que dejar de trabajar.

Manuel grab¨® hasta cinco fuegos sucesivos surgidos de la nada por arte de birlibirloque pero asegura que en la cara de la monta?a que no pod¨ªa captar su c¨¢mara siguieron naciendo otros focos, "podr¨ªan ser unos 10". Empezaron en los montes de Paradela y San Cristovo, pero enseguida avanzaron "hacia Mourent¨¢n, Caveiras y San Felipe", hasta devorar, seg¨²n datos de la Xunta, unas 500 hect¨¢reas que, en opini¨®n de los vecinos, "seguramente son ya el doble". La Conseller¨ªa de Medio Rural mantiene decretada la alerta por la proximidad del fuego a dos n¨²cleos habitados.

En Arbo est¨¢n convencidos de que se trata de un incendio intencionado por esta prueba y porque algunos de los focos empezaron en lugares donde no es posible un fuego espont¨¢neo y parece dif¨ªcil que prospere una pavesa: "Uno prendi¨® en el lugar donde tienen una caseta los guardas forestales", relata el autor de la grabaci¨®n, "y aquello est¨¢ todo limpio de maleza".? Lito cree adem¨¢s que los artefactos incendiarios con temporizador, en caso de que se confirmase tras la extinci¨®n su existencia, "no pudieron ser puestos en el lugar a pie", porque a la dificultad de aquel terreno, seg¨²n ¨¦l, se une la imposibilidad de orientarse para hacerlo "tan en l¨ªnea recta". "Nuestra sospecha es que alguien los tir¨® desde el aire", aventura el vecino, "si no, no nos lo explicamos".