Barcelona, la ciudad ¡®rekitsch¡¯
Arquitectos, historiadores y antrop¨®logos cargan contra la imagen estereotipada de la ciudad
No se salva ni el propio Ayuntamiento de Barcelona ¡ªla instituci¨®n que lo encarg¨® y lo ha editado¡ª de las cr¨ªticas del libro Kitsch Barcelona de Anna Pujadas, doctora en Historia del Arte y te¨®rica del dise?o. De la sala del Bon Govern del edificio consistorial explica Martina Mill¨¤, historiadora del Arte: ¡°El interiorismo acumulativo del Ayuntamiento de Barcelona tambi¨¦n puede calificarse como kitsch¡±. Mill¨¤ es una de las treinta voces de expertos en diferentes disciplinas, que han colaborado con sus opiniones en poner ejemplos de lo que consideran una imagen kitsch de la ciudad. Es decir, lo que responde a la ¡°est¨¦tica pretenciosa, pasada de moda y considerada de mal gusto¡± ¡ªseg¨²n la definici¨®n que hace el diccionario de la Real Academia de la Lengua Espa?ola¡ª pero que la autora y los otros colaboradores llevan mucho m¨¢s all¨¢. Como la propia Pujadas dice en el pr¨®logo es un libro ¡°irrepetible¡± por la ¡°excepcionalidad¡± de que un Ayuntamiento edite un libro con visiones ¡°no siempre amables, a veces decididamente cr¨ªticas de la ciudad que gobierna¡±. Y de eso hay mucho dirigido a edificios, espacio p¨²blico, bares, museos y hasta episodios como la ceremonia inaugural de los Juegos Ol¨ªmpicos, ¡°por la presentaci¨®n ostentosa de la inauguraci¨®n¡±; el Copito de Nieve, ¡°convertido en kitschporque lleg¨® a ser considerado como una pieza de museo¡±; o la Diada de Sant Jordi.
El top ten del kitsch se lo lleva Gaud¨ª y, especialmente, la Sagrada Familia con m¨²ltiples entradas en un libro prolijo en im¨¢genes y comentarios de cada una de ellas. El pintor y escritor Narc¨ªs Comadira sostiene: ¡°Si ya la fachada original de Gaud¨ª es un horroroso monumento al kitsch, lo que se est¨¢ haciendo ahora no tiene nombre ni perd¨®n. El kitsch, que es la delicuescencia de la forma mezclada con el sentimentalismo y la mentira, llega a la excelencia en esta operaci¨®n falsamente gaudiniana que unos cuantos est¨¢n perpetrando en Barcelona¡±. Otro comentario dedicado al templo, en este caso a la Fachada de la Passi¨®, es el que hace el te¨®rico del Arte Eduard Cairol: ¡°Las intervenciones de Subirachs en la portada de la Passi¨® de la Sagrada Familia se podr¨ªan considerar un kitsch moderno: abstracci¨®n y esquematizaci¨®n generales, que no presenten dificultades de lectura e interpretaci¨®n. Una reducci¨®n del cubismo al mero rango de estereotipo¡±.
Pujadas habla, por ejemplo, de la Barcelona kitschificada que es aquella que no tiene otro remedio que responder al estereotipo que se ha creado, un proceso en el que la actividad tur¨ªstica ha sido determinante: ¡°La ciudad convertida en un sistema global medi¨¢tico es exhaustivamente comercial, un laberinto virtual de publicidad, relaciones p¨²blicas y entretenimiento donde se produce la venta controlada de productos ¡ªsouvenirs¡ª y experiencias ¡ªarquitectura, paseos y representaciones¡ª tematizadas seg¨²n su imagen kitsch¡±.
Un ejemplo de lo que denomina ¡°kitchificaci¨®n caricaturesca¡± es el hotel W, de Bofill. ¡°en forma de vela, que parece que est¨¢ a punto de levar anclas y que solo es un clich¨¦ Mediterr¨¢neo con una vela latina caricaturizada¡±. El kitsch como evocaci¨®n historicista, razona la autora, es aquel que utiliza los materiales de la ¨¦poca como estilo de referencia: ¡°casi toda la arquitectura modernista est¨¢ llena de referencias pol¨ªticas nacionales, copiando elementos de estilos hist¨®ricos como el neog¨®tico que evocan a la mente una Catalu?a m¨ªtica¡±. En este cap¨ªtulo coloca, por ejemplo, el puente de la calle del Bisbe que se realiz¨® en 1927 al tiempo que se acondicionaba algunas dependencias del Palau de la Generalitat: ¡°el estilo g¨®tico florido del puente contradice la sobriedad de la arquitectura g¨®tica catalana y produce un efecto kitsch de cosa florida y postiza¡±. El cuartel del Bruc es para Eduard Cairol, te¨®rico del arte, un kitsch medieval. Y el Poble Espanyol es, para Alex Mitrani, cr¨ªtico de arte: ¡°un kitsch porque es una simulaci¨®n, una escenograf¨ªa. Fue un precursor del postmodernidad. No se le puede negar cierto encanto. Es un kitsch amable y, a su manera, honesto¡±.
Plaza de Espanya
Dice la autora del hotel Suites Avenue Luxe, del renombrado Toyo Ito, que es un ¡°t¨ªpico rekitsch¡± porque se inspira en Gaud¨ª y ¨¦ste, a su vez, en las formas del mar. Para el antrop¨®logo Octavi Rofes, el conjunto de la plaza de Espanya es ¡°probablemente donde Barcelona concentra, tanto en extensi¨®n como en intensidad, su propensi¨®n a lo kitsch. Solo de una mirada entra?able se puede convivir con tanta r¨¦plica, reconstrucci¨®n, simulaci¨®n, ocurrencia y patrimonio con curr¨ªculo inflado¡±.
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