¡®Hacer el agosto¡¯ en las fiestas de Gr¨¤cia
Los bares, restaurantes y comercios del barrio venden en la calle su producto para aumentar los ingresos, mientras la presencia de ¡®lateros¡¯ disminuye
Salas de maquillaje improvisadas en medio de la calle, mercadillos, venta de juguetes y caramelos... En la fiesta mayor de Gr¨¤cia, todos los comercios quieren aprovechar la gran afluencia de visitantes, que van a ver las calles decoradas, para hacer el agosto en una semana y trasladar su producto al aire libre.
Muchos bares, restaurantes y comercios colaboran con la Fundaci¨®n Festa Major de Gr¨¤cia y tienen licencia del Ayuntamiento, por ejemplo, para servir ca?as en el portal. A otros "les interesa la fiesta mayor pero no la respetan", criticaba el pasado mi¨¦rcoles la presidenta de la fundaci¨®n, Carla Carbonell, durante el concurso de decorados. En este extremo est¨¢n los lateros, cuya presencia en las fiestas se ha reducido un 80 % desde 2008, seg¨²n la Federaci¨®n Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauraci¨®n y Musicales (FECASARM).
Carbonell explica que hizo esta reivindicaci¨®n porque, "aunque no se puede generalizar, todav¨ªa es una minor¨ªa de comerciantes la que colabora con la fiesta, y en cambio a todos les interesa porque multiplican los ingresos". Carbonell a?ade que muchos de estos comercios imprimen un mapa de las fiestas que no es el oficial y se anuncian en ¨¦l usando el nombre de la fundaci¨®n. Adem¨¢s, algunos de ellos, asegura, "se pasan todo el a?o quej¨¢ndose de los decorados en las calles y en esta semana abren m¨¢s all¨¢ de los horarios permitidos".
Uno de los comerciantes que saca una mesa a la calle y vende productos es Makoto, que regenta una peluquer¨ªa y durante las fiestas vende caramelos y juguetes ante la puerta. Explica que de este modo aprovecha el paso de la gente por la calle, aunque no colabora con la fundaci¨®n.
Quien s¨ª colabora con la fiesta es el bar Pag¨¨s, situado en la calle Llibertat. Su encargado, Alberto Barros, dice que durante las fiestas la facturaci¨®n aumenta un 200 %, pero que tambi¨¦n bajan los precios y tienen que contratar a m¨¢s personal: "La fiesta da beneficio, pero no tanto como la gente se piensa".
Barros cuenta que adem¨¢s tienen que competir con la venta ambulante de latas de cerveza, una lucha que considera "perdida". No obstante, desde hace nueve a?os el Ayuntamiento y FECASARM llevan a cabo una campa?a contra esta pr¨¢ctica, y seg¨²n su secretario general, Joaquim Boadas, ha dado sus frutos: desde 2008, las p¨¦rdidas de los locales provocadas por la venta ilegal han pasado de 200.000 euros al a?o a 40.000. El 40 % de estas p¨¦rdidas tienen lugar durante la fiesta mayor.
Aunque la situaci¨®n ha mejorado, Boadas reclama "m¨¢s inversi¨®n en estas campa?as" y que se puedan realizar con m¨¢s frecuencia para llegar sobre todo a los turistas, "que se piensan que esta actividad es legal".
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