Barcelona, a ritmo de tangos y milongas
El aumento de locales de danzas argentinas en la ciudad permiten su pr¨¢ctica todo el a?o
Para los bailarines de tango, un abrazo desprende todo el sentimiento que transmite su conexi¨®n; una emoci¨®n que se puede sentir a diario en los locales de Barcelona donde se organizan milongas. Entendidas como una actividad para bailar y compartir momentos impregnados del ambiente de los clubs caracter¨ªsticos de Buenos Aires (Argentina), su n¨²mero ha aumentado en esta ciudad los ¨²ltimos a?os, motivo por el cual actualmente se pueden encontrar milongas para todos los gustos cada d¨ªa de la semana, una realidad que tiene su base en la relaci¨®n hist¨®rica entre la capital argentina y Barcelona. "Los bailarines que quer¨ªan triunfar en el tango ten¨ªan que pasar por aqu¨ª¡±, se?ala Diego Arcos, presidente del Casal Argentino.
La Yumba es uno de los locales barceloneses con m¨¢s historia, donde acuden unas 100 personas de todas las edades para bailar los viernes tango y vals en las milongas ¡ªmodalidad t¨ªpica del R¨ªo de la Plata, m¨¢s r¨¢pida y viva que el tango¡ª. Graciela Guerreira y Osvaldo P¨¦rez, una pareja de argentinos, de 30 y 43 a?os, llegaron a Barcelona con la idea de crear ¡°una especie de museo del tango¡±. Por este motivo, fundaron la Escuela de Tango donde imparten clases especializadas en la modalidad m¨¢s antigua, el tango canyengue. ¡°Quer¨ªamos expandir la cultura y se transform¨® en m¨¢s de lo que habr¨ªamos imaginado¡±, seg¨²n Guerreira, que hace seis a?os cambiaron a un local de Sant Antoni. ¡°Siempre hay una oportunidad para conocer el tango, que es la expresi¨®n m¨¢s libre de la danza¡±, comenta la argentina.
A las milongas se baila por tandas, agrupadas en tres o cinco bailes de un mismo estilo, con un repertorio que se separa por cortinas, que es como se llaman los segundos entre los cambios de pareja o la orquesta. Con los a?os, cada milonga ha desarrollado un ambiente propio, as¨ª como la de los jueves en Casa de Valencia, que va evolucionando a medida que los amantes del tango mejoran sus pasos. ¡°Se crearon por el inter¨¦s de los catalanes por la sensualidad de la danza, ya que este baile era una forma de soltarse en una sociedad reprimida como la catalana¡±, explica Arcos. Antes de una milonga siempre hay una clase y todas comparten un horario similar que puede llegar hasta las dos horas. Claudio Frost, argentino de 47 a?os, organiza La Milonga del Pipa cada lunes desde hace 10 a?os y su p¨²blico est¨¢ formado por barceloneses y turistas. Adem¨¢s de tango, sus espect¨¢culos siempre han relacionado el baile con el teatro de car¨¢cter humor¨ªstico: ¡°Comenc¨¦ en las Ramblas, con un show de las Marionetas Tangueras, as¨ª que me gust¨® la idea de vivir de mi profesi¨®n¡±. La actividad se traspas¨® el a?o pasado de la antigua sede del Pipa Club, un peque?o local con un piano situado en la Plaza Real, al Centro Gallego de las Ramblas, con un espacio m¨¢s amplio y un escenario al lado del bar. ¡°El tango tiene mucha aceptaci¨®n entre los catalanes y comenzar la semana con un buen abrazo es bonito porque la gente se queda a bailar aunque trabajen al d¨ªa siguiente¡±..
¡°Catalu?a es m¨¢s tanguera que el resto de Espa?a"
Desde la creaci¨®n del tango y sus estilos, que datan del siglo XIX, el baile se extendi¨® hasta que se convirti¨® en una danza universal, especialmente arraigada en Barcelona gracias a los v¨ªnculos que estableci¨® Carlos Gardel. El cantante m¨¢s c¨¦lebre de la historia del tango debut¨® en el Teatro Goya en el a?o 1925 y su estancia en la ciudad prepar¨® el terreno para el desarrollo de la cultura m¨¢s all¨¢ de las fronteras argentinas. ¡°Catalu?a es m¨¢s tanguera que el resto de Espa?a¡±, afirma el presidente del Casal Argentino. ¡°El hecho m¨¢s remarcable es que en la capital catalana hay una oferta cada noche y diversos festivales, tanto en la ciudad como en otras ciudades como Sitges o Lleida¡±.
Esta influencia del esp¨ªritu argentino se evidencia los s¨¢bados en la milonga de La Pantera. Dan Claramunt, de 40 a?os, naci¨® en Catalu?a y se interes¨® por el tango ya que era el contrapunto del folclore catal¨¢n. ¡°La primeras milongas eran muy cr¨®nicas, ahora hay mucha m¨¢s variedad", explica. Claramunt mont¨® la milonga que ahora organiza con su mujer, la argentina Ver¨®nica Iriarte. ¡°?Los inicios siempre son complicados, despu¨¦s fue una ¨¦poca muy buena y ahora es m¨¢s estable¡±, reconoce. En su milonga el ambiente es m¨¢s tranquilo, con unas 30 personas pero ha resaltado la pr¨¢ctica del tango queer, un estilo donde el rol de la pareja de baile no est¨¢ tan marcado como en el tradicional. Y el ambiente de La Milonga de Josep y Teresa, situada en Sants, tambi¨¦n es m¨¢s familiar. La pareja de catalanes Josep Morera y Teresa Herrero, cre¨® una milonga hom¨®nima que funciona desde 1999. "Hay gente que vino la primera vez que la organizamos y desde entonces no han dejado de visitarnos", ha destacado Morera, que hace 25 a?os que baila tango argentino. Adem¨¢s, ha definido que su milonga es como un hogar acogedor, donde el p¨²blico habitual tiene m¨¢s de 30: ¡°El tango es un sentimiento que se baila y un bailar¨ªn siempre se lleva sus zapatos a todos sitios¡±.
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