Preg¨®n con pelucas barrocas
El mismo derecho que asiste a Puigdemont para recibir a La Coronela, lo tiene Colau para convertir la visi¨®n obrera y perif¨¦rica de Javier P¨¦rez And¨²jar en protagonista del preg¨®n de La Merc¨¨
La pasada Diada fue otro ¨¦xito de movilizaci¨®n independentista. Centenares de miles de personas volvieron a salir pac¨ªfica y ordenadamente a la calle para reivindicar por quinto a?o consecutivo la independencia. Por la ma?ana, en el Ayuntamiento de Barcelona, concejales de CiU, Esquerra y la CUP se las arreglaron para desafiar la fatwalanzada por la alcaldesa Ada Colau para que La Coronela no la escoltara hasta la ofrenda floral. Los nacionalistas catalanes facilitaron que la asociaci¨®n patri¨®tico-hist¨®rica, que recrea el cuerpo austriacista defensor de Barcelona en 1714, rompiera el veto y partiera en comitiva desde las hostiles dependencias municipales hacia el territorio amigo de enfrente, la Generalitat. El president Carles Puigdemont ¡ªque ya hab¨ªa anticipado su hospitalidad a La Coronela, y a las pelucas barrocas de los Miquelets¡ª los recibi¨®. Para los soberanistas se trataba de contrastar su tolerancia frente al atentado a las buenas costumbres de los comunes.
Ese fue un cap¨ªtulo m¨¢s en el enfrentamiento entre la rive gauche y la rive droite o federales y confederados, seg¨²n la denominaci¨®n que se prefiera. Sea como fuere, el combate simb¨®lico contin¨²a siempre con nueva munici¨®n. Mientras resuena la pugna sobre la exposici¨®n del Born y su Franco decapitado, la historia parece seguir el gui¨®n de La guerra de los mundos de H. G. Wells: al rayo cal¨®rico de los marcianos le sucede el humo negro. Por ello no sorprende el nuevo episodio de divergencia surgido a prop¨®sito del preg¨®n de la Merc¨¨.
La designaci¨®n de Javier P¨¦rez And¨²jar, escritor y cronista de este diario, ha inflamado las esencias nacionales. Las iras de numerosos independentistas se han expresado de forma virulenta en las redes sociales, no en vano el imaginario soberanista est¨¢ herido desde que el oriundo de Sant Adri¨¤ de Bes¨°s calificara en una cr¨®nica mordaz la manifestaci¨®n multitudinaria del 11 de Setembre de 2014 de ordenado y dirigido ¡°parque tem¨¢tico¡±.
Reci¨¦n llegados a la desobediencia, algunos independentistas decidieron desempolvar la vieja peluca barroca y, a modo de Felipe V, combatir la afrenta del preg¨®n de P¨¦rez And¨²jar. El actor y c¨®mico Toni Alb¨¤, con el patrocinio de varias empresas patri¨®ticas, el aval de afamadas firmas period¨ªsticas y caracterizado de simp¨¢tico Borb¨®n opresor, fue el ant¨ªdoto soberanista al agravio unionista. Sali¨® en compa?¨ªa de la activa Coronela del Fossar de les Moreres e hizo un preg¨®n en la Pla?a de les Olles, all¨ª donde las tropas de Felipe V exhibieron durante una docena de a?os la cabeza del general Moragues.
Las autocr¨¢ticas pelucas borb¨®nicas consiguieron movilizar a los seducidos, haciendo bueno aquello de que el partido se refuerza depur¨¢ndose, tesis que su autor, Josif Stalin, llev¨® a la pr¨¢ctica a conciencia. La voluntad de crecer convenciendo del independentismo ¡ªtodav¨ªa minoritario en n¨²mero de votos¡ª deber¨ªa ir ligada, por su propio inter¨¦s, a no hacer vida exclusiva en los cen¨¢culos de oraci¨®n patri¨®tica.
El mismo derecho que asiste al president de la Generalitat a recibir a La Coronela o a ir a la manifestaci¨®n independentista del 11 de Setembre, lo tiene la alcaldesa Colau ¡ªque tambi¨¦n acudi¨® a la marcha de la Diada¡ª para convertir la visi¨®n perif¨¦rica, popular y obrera de Javier P¨¦rez And¨²jar en protagonista del preg¨®n de les fiestas de La Merc¨¨. Cada uno se debe, con aciertos y errores, a su afici¨®n: Puigdemont pretende gobernar para los independentistas transversales, Colau para la Barcelona popular transversal. Hay puntos de encuentro entre ambos mundos, pero tambi¨¦n de rechazo.
P¨¦rez And¨²jar es inc¨®modo por muchas razones. Las cr¨ªticas de sus art¨ªculos period¨ªsticos no hacen concesiones ni a partidos ni a sindicatos. Y es poco grato a cierto independentismo su Catalanes todos, una radiograf¨ªa sin complejos y con humor dedicada a aquellos catalanes que rompen el confortable relato nacional del enemigo exterior, porque lucharon con Franco y medraron bajo su dictadura nacional-cat¨®lica. En su Diccionario enciclop¨¦dico de la vieja escuela, And¨²jar recrea su universo cultural de mundo perdido, forjado en la cultura de enciclopedias pagadas a plazos y tardes de cine, novelas y tebeos, muy com¨²n en la vieja periferia barcelonesa, a la que algunos independentistas ¡ªno todos, insisto¡ª se aproximan como si de dowayos del Camer¨²n se tratara.
Ciertamente es dif¨ªcil adivinar en qu¨¦ futuro sue?an algunos, pero determinadas actuaciones y conductas solo presagian inquietantes pesadillas.
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