Amarna Miller: ¡°Si solo rodara porno feminista no pagar¨ªa ni media factura¡±
La actriz porno m¨¢s famosa de Espa?a equipara su trabajo al de un obrero que "coloca ladrillos"
Marina pasea por el barrio del Raval de Barcelona. Su cabello es insolentemente rojo, dibuja una sonrisa constante y clava sus ojos azules a fuego sobre el interlocutor. Esconde su nombre bajo un pseud¨®nimo inspirado en sus preferencias culturales. Marina se hace llamar Amarna Miller y no esconde su profesi¨®n: ¡°Soy actriz porno¡±.
Miller es la protagonista del pol¨¦mico video de la agencia Vimema con el que se promociona el Sal¨®n Er¨®tico de Barcelona Apricots que se celebra en Barcelona desde el jueves y hasta el domingo. El spot y el discurso de Miller han enamorado a los medios porque el personaje inventado por Marina rompe con el estereotipo de profesional del sexo audiovisual. Sabe que hoy, con 26 a?os, es la actriz porno espa?ola m¨¢s famosa del momento y est¨¢ dispuesta a hacer tambalear los cimientos de las consciencias patrias. Su ideolog¨ªa es clara: ¡°Soy de Podemos y me molesta que la gente siga votando a los partidos corruptos de siempre¡±. Habla tres veces m¨¢s r¨¢pido que el discurso medio y con la comodidad del que sabe que tiene que trasmitir un mensaje. ¡°No es que Espa?a sea un pa¨ªs reprimido, es que el mundo es un pa¨ªs reprimido¡±, sonr¨ªe.
Marina, y Miller por defecto, no solo es actriz de cine para adultos, tambi¨¦n es feminista. ¡°Mi profesi¨®n no tiene que ver con mi ideolog¨ªa. Las mujeres llevamos siglos oprimidas, se nos ha dicho c¨®mo tenemos que amar y de qu¨¦ manera tenemos que follar. Hoy, por primera vez tenemos la posibilidad de hacernos due?as de nuestra sexualidad¡±. Reconoce que la pornograf¨ªa convencional est¨¢ hecha ¡°por y para hombres. Me encantar¨ªa rodar ¨²nicamente porno feminista pero no me llegar¨ªa ni para pagar media factura a final de mes. Yo, hago como todos, vendo mi fuerza de trabajo como lo hace un obrero cuando levanta una pared de ladrillo¡±. El porno al que le gustar¨ªa dedicarse Miller es lo que denomina feminista o ¨¦tico en el que ¡°los actores y actrices son tratados en igualdad de condiciones, se debe valorar su trabajo, sentirse c¨®modos en su participaci¨®n en la escena, tiene que estar dentro de un marco legal que regule su trabajo y las pr¨¢cticas que realizar deben ser seguras y consensuadas¡±, reproduce de memoria Amarna.
Defiende que el porno no es s¨®rdido y cree que ¡°necesitamos m¨¢s voces que defiendan que nuestro trabajo es tan digno como otro cualquiera. Hay que regular el trabajo y echar los paternalismos¡±.
¡°Siempre he sido una persona muy sexual y con la l¨ªbido muy alta. Hacer algo relacionado con el sexo siempre hab¨ªa estado en mi cabeza¡±, asegura que ten¨ªa estos pensamientos antes de alcanzar la mayor¨ªa de edad. ¡°No es que no tenga miedos, es que los venzo para hacer lo que me pida el cuerpo y no lo que me impone la sociedad¡±. Nada m¨¢s cumplir los 18 comenz¨® a enviar mensajes a productoras espa?olas. No le convenci¨® nada de lo que le dijeron. Estudi¨® Bellas Artes y descubri¨® la fotograf¨ªa. Retrat¨® a sus amigas desnudas, dio un paso m¨¢s y, entonces, quiso probar. ¡°Cre¨¦ mi propia productora, rod¨¦, control¨¦ las grabaciones y di el salto delante de las c¨¢maras¡±. En la cabeza de cualquier interlocutor brota, siempre, una pregunta: ¡°?Y t¨² familia?¡±. Miller derriba la ofensa r¨¢pidamente: ¡°Uno no puede vivir soportando los miedos de lo que dir¨¢ mi familia, mis futuros empleadores o mi novio¡ yo vivo seg¨²n mis propias decisiones¡±. A¨²n as¨ª, aconseja a cualquier ni?a que acabe de cumplir los 18 a?os y quiera seguir con su profesi¨®n: ¡°Que lo tenga muy muy claro, que una vez lo tengan claro lo vuelvan a pensar y que sepa que no es camino de rosas. Lo peor de la pornograf¨ªa es el estigma que conlleva dentro de la sociedad¡±. Defiende que dedicarse al porno le ha dado ¡°libertad geogr¨¢fica y de horarios, he descubierto pr¨¢cticas sexuales y corrientes ideol¨®gicas, me permite llevar a cabo fantas¨ªas y me da libertad econ¨®mica¡±. Pero tambi¨¦n est¨¢ la parte negativa. ¡°Estoy harta de ser la actriz porno que lee a Nietzsche, la que deja bellas artes y se dedica al porno, harta del estigma social, no soy una ninf¨®mana, no me acostar¨ªa con cualquiera, tengo m¨¢s de dos y tres dedos de frente y s¨¦ que hay mucho que cambiar en la industria como la creaci¨®n de un convenio o un sindicato¡±.
Sabe que hay actrices que han acabado en la pornograf¨ªa por necesidad ¡°es una opci¨®n respetable porque la mayor¨ªa de teleoperadoras o camareros trabajan, tambi¨¦n, por necesidad¡±. Defiende que la prostituci¨®n es feminista ¡°mi cuerpo es m¨ªo y puedo hacer lo que me apetezca. No empatizo con el movimiento abolicionista aunque puedo respetarlo y nadie me va a decir que no sea feminista por no defender la abolici¨®n¡±. ¡°Soy consciente de que mi generaci¨®n no va a ver la normalizaci¨®n del trabajo sexual¡±, admite.
Marina se convierte en Amarna Miller en el momento en que se presiona al on de la c¨¢mara. No ha dejado de sonreir. Le encanta su vida y asegura: ¡°dejar¨¦ el porno s¨®lo cuando deje de hacerme feliz¡±.
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