El ¡®chemsex¡¯ triplica el riesgo de infecci¨®n por VIH en el colectivo gay
Un estudio del centro comunitario Barcelona Checkpoint ha constatado el aumento casos de VIH entre los hombres gays que realizan fiestas sexuales con drogas
Muchas dudas y pocas evidencias rodean al fen¨®meno del chemsex (del ingl¨¦s chemical sex, sexo qu¨ªmico), una pr¨¢ctica minoritaria pero con tendencia al alza entre el colectivo gay y que se caracteriza por consumir varios tipos de drogas con el objetivo de mantener relaciones sexuales durante un largo per¨ªodo de tiempo. La comunidad cient¨ªfica, sin embargo, ha empezado a poner el foco en el asunto y ya brotan las primeras investigaciones que confirman las sospechas iniciales. Un estudio del centro comunitario Barcelona Checkpoint ha constatado que el riesgo de infecci¨®n de VIH entre los hombres gays que practican chemsex es tres veces mayor. La investigaci¨®n se?ala que no es extrapolable a toda la poblaci¨®n homosexual, aunque s¨ª es orientativa.
La nebulosa que cerca el fen¨®meno provoca que los expertos ni siquiera se pongan de acuerdo sobre la definici¨®n exacta del chemsex. A priori, y por los antecentes registrados en Reino Unido, donde esta pr¨¢ctica est¨¢ considerada un problema de salud p¨²blica, el chemsexse vincula al uso de tres drogas concretas ¡ªmefedrona, GHB y metanfetaminas¡ª y se reduce exclusivamente a una parte muy minoritaria de los hombres que tienen sexo con hombres (HSH). Sin embargo, reconocen los investigadores, no hay ning¨²n estudio que mida este fen¨®meno en el colectivo heterosexual y, en cualquier caso, tampoco se puede acotar a tres drogas. ¡°La definici¨®n no debe ser estricta ni basada en sustancias¡±, advierte Fernando Caudevilla, m¨¦dico de familia y experto en drogas de s¨ªntesis.
Con todo, en un colectivo donde la prevalencia del VIH es del 14% y sufre seis de cada 10 nuevas infecciones, los epidemi¨®logos est¨¢n en alerta por los riesgos que supone esta pr¨¢ctica. ¡°Los datos sobre chemsex en la cohorte BCN Checkpoint muestra que se trata de un fen¨®meno minoritario pero con tendencia al alza y est¨¢ asociado a un aumento del riesgo de VIH¡±, apunta el investigador.
Riesgos psicosociales
M¨¢s all¨¢ del riesgo de infecci¨®n, otras entidades como Stop Sida ya alertan de los riesgos psicosociales de esta pr¨¢ctica y del consumo problem¨¢tico de sustancias para tener sexo: dependencia, impacto en salud sexual y mental, afectaci¨®n a la vida cotidiana, social y econ¨®mica¡ Algunos centros comunitarios de Londres ya reportan hasta 100 casos mensuales de consumo problem¨¢tico vinculado al chemsex.
Los expertos alertan, no obstante, que no todos tienen dependencia a estas sustancias. Para Checkpoint, los usuarios que estar¨ªan en riesgo de tener un consumo problem¨¢tico ser¨ªa un 11% de los chemsexers detectados, el porcentaje que asegura practicarlo ¡°frecuentemente¡±.
Aunque entre el colectivo HSH est¨¢ muy extendido el uso de medidas profil¨¢cticas para evitar infecciones de transmisi¨®n sexual (ITS), el consumo de varias drogas al tener relaciones sexuales puede dejar a los participantes en un estado de semiinconsciencia que les haga bajar la percepci¨®n de riesgo. En su caso, la mefedrona es un estimulante del que todav¨ªa no se conocen sus efectos a largo plazo; la metanfetamina provoca euforia, desinhibici¨®n y quita el sue?o; y el GHB o ¨¦xtasis l¨ªquido es un depresor sedante.
En su estudio, el director de BCN Checkpoint, Ferran Pujol, inspeccion¨® las encuestas que hizo a sus usuarios desde 2009. El centro comunitario, que detecta el 40% de las nuevas infecciones por VIH registradas en Catalu?a entre el colectivo gay, revis¨® el ¨²ltimo cuestionario de cada usuario dentro de cada a?o (30.204 encuestas de 15.276 personas). En concreto, la pregunta que hac¨ªa referencia al consumo de alcohol o drogas antes o durante las relaciones sexuales en los ¨²ltimos seis meses. De ah¨ª, los investigadores detectaron que, m¨¢s all¨¢ del alcohol (lo consum¨ªa el 48% pero se descart¨® del estudio porque no est¨¢ asociado a la infecci¨®n), hab¨ªa una tendencia al alza en el consumo de casi todas las drogas. ¡°Todas est¨¢n al alza excepto la coca¨ªna porque hay un cambio de patr¨®n y van hacia drogas m¨¢s baratas. El consumo de mefedrona crece¡±, apunta Pujol.
Para estudiar el chemsex y su impacto sobre la transmisi¨®n del VIH, los expertos seleccionaron el consumo de sustancias durante 2016 (hasta julio). De las 3.555 encuestas analizadas, entre el 1,5% y el 5,4% de los encuestados consum¨ªan una combinaci¨®n o alguna de las tres sustancias vinculadas al chemsex. ¡°El perfil de chemsexers que nos encontramos era de personas muy j¨®venes, menores de 34 a?os, el 54% de origen espa?ol y con un nivel alto de formaci¨®n: el 62% eran universitarios¡±, apunta Pujol, que present¨® los datos en un seminario sobre VIH del Grupo de Estudio del Sida (Gesida) de la Sociedad Espa?ola de Enfermedades Infecciosas y Microbiolog¨ªa Cl¨ªnica.
En su investigaci¨®n, BCN Checkpoint estudi¨® el estado serol¨®gico de 3.262 personas que no practicaban chemsex y 216 que s¨ª lo hac¨ªan y constataron el aumento del riesgo de infecci¨®n. Unas 52 personas (1,59%) de los no chemsexers dieron positivo en infecci¨®n por VIH. Entre los que s¨ª realizaban esta pr¨¢ctica, en cambio, el porcentaje se triplic¨®: 14 chemsexers (6,39%) se infectaron por VIH.
Pujol insiste en que no es un estudio extrapolable a toda la poblaci¨®n gay pero da una pista de por d¨®nde van los tiros. ¡°Son muchos cuestionarios analizados y de un perfil muy variado, pero puede suponer una limitaci¨®n porque no sabemos si todos los practicantes reales de chemsex nos lo comunican porque pueden tener reticencias a decirlo¡±, apunta, pese a que por el centro pasan alrededor de 6.000 usuarios al a?o. Los patrones de consumo, adem¨¢s, cambian entre barrios y ciudades, lo que complica m¨¢s hacer una generalizaci¨®n.
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