El pederasta de Ciudad Lineal se enfrenta a 146 a?os de c¨¢rcel

El supuesto pederasta est¨¢ acusado de haber secuestrado a cuatro menores y de haberlas agredido sexualmente entre el 24 de septiembre de 2013 y el 22 de agosto de 2014 en los distritos de Ciudad Lineal y en Hortaleza. Fue detenido un mes despu¨¦s de la ¨²ltima agresi¨®n, a primera hora del 24 de septiembre de 2014, en Santander. El ministerio fiscal solicita indemnizaciones por valor de 426.300 euros, mientras que una acusaci¨®n particular las eleva hasta los 690.000 euros.

Las acusaciones particulares la ejercen las familias de la tercera y cuarta v¨ªctimas. Tambi¨¦n se han personado dos acusaciones populares: la Asociaci¨®n de Mujeres Clara Campoamor y la Asociaci¨®n Laxshimi para la lucha contra el crimen y la prevenci¨®n.

La primera agresi¨®n por la que tendr¨¢ que responder Antonio Ortiz se produjo, supuestamente, el 24 de septiembre de 2013, cuando abord¨® a una ni?a de cinco a?os en un parque infantil, en la calle del R¨ªo Conejos (San Blas). La enga?¨® diciendo que conoc¨ªa a su madre y que ten¨ªa que darle unas bolsas. Cuando ya estaba en el coche, abus¨® presuntamente de ella. Despu¨¦s la abandon¨® junto a una caseta de jardiner¨ªa. All¨ª la auxiliaron dos personas y la llevaron a su domicilio.

La siguiente agresi¨®n se produjo el 10 de abril de 2014, cuando una ni?a de nueve a?os que estaba jugando con otras dos amigas sali¨® de una tienda de chucher¨ªas en la calle de Cidam¨®n, en Ciudad Lineal. El supuesto agresor la enga?¨® prometi¨¦ndole que le regalar¨ªa ropa. Tras darle un narc¨®tico (supuestamente Orfidal o algo similar), la llevo a su casa y la agredi¨® sexualmente. Despu¨¦s la dej¨® en el metro de Canillejas, donde la encontr¨® una mujer y avis¨® a la polic¨ªa.

Los agentes de la Jefatura Superior de Madrid pusieron en marcha la llamada Operaci¨®n Candy (golosina), en la que participaron m¨¢s de un centenar de agentes.

La tercera agresi¨®n que se le imputa a Ortiz ocurri¨® dos meses despu¨¦s, cuando se par¨® en una tienda de alimentaci¨®n regentada por ciudadanos chinos, en el n¨²mero 22 de la calle de Luis Ruiz, en el barrio de Ascao. La hija de los tenderos, de seis a?os, fue raptada justo delante del establecimiento, mientras jugaba fuera. Tambi¨¦n la llev¨® a un lugar apartado, donde consum¨® la agresi¨®n sexual, seg¨²n las acusaciones. Las lesiones que la produjo fueron extremas y estuvieron a punto de costarle la vida a la menor. De nuevo, fue drogada. Tras obligar a la ni?a a lavarse todo el cuerpo en la ducha la abandon¨® a las 23.30 en la calle del Jazm¨ªn, justo en el extremo opuesto del distrito. La peque?a estuvo ingresada varios d¨ªas en el hospital La Paz hasta que se recuper¨®.

La Polic¨ªa Nacional reforz¨® la vigilancia en todo el distrito, con agentes uniformados y de paisano. Adem¨¢s, se establecieron controles y se lleg¨® a pensar incluso en instalar c¨¢maras de seguridad ante la gravedad de los delitos. M¨¢s de un centenar de agentes visionaron c¨¢maras de seguridad y se encargaron de analizar los escasos datos facilitados por las v¨ªctimas y algunos posibles testigos. La entonces delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, lo calific¨® como ¡°el enemigo p¨²blico n¨²mero uno¡±.

Las c¨¢maras le grabaron

Todo ese dispositivo sirvi¨® de poco, ya que la tarde del 22 de agosto el pederasta de Ciudad Lineal actu¨® de nuevo. En aquella ocasi¨®n cogi¨® a una ni?a espa?ola de origen dominicano de siete a?os en la calle de Gomeznarro (Hortaleza) alrededor de 18.30. Justo al lado par¨® en una tienda y compr¨® algunos productos. Su fallo fue que justo enfrente hab¨ªa un banco y por esa zona pasan varios autobuses dotados de c¨¢maras. En esta ocasi¨®n rompi¨® su modus operandi y no drog¨® a su v¨ªctima. La solt¨® a las 19.50 en un descampado de la calle de Mequinenza, junto a Canillejas y la autov¨ªa de Barcelona (A-2).

La ni?a fue la que m¨¢s datos aport¨®, como que fumaba, y dio una descripci¨®n f¨ªsica muy precisa de su atacante (caracterizado por su fortaleza y por una verruga en la cara) y del veh¨ªculo que utilizaba en sus ataques. Los agentes de la Operaci¨®n Candy fueron cerrando el c¨ªrculo hasta que llegaron a Ortiz. De hecho, le siguieron de cerca y le pararon hasta en dos ocasiones en supuestos controles rutinarios para hacerse con su documentaci¨®n y su imagen.

Los Geos pusieron fin a su libertad la ma?ana del 24 de septiembre de 2014, cuando huy¨® a Santander para evitar su detenci¨®n. La polic¨ªa analiz¨® las dos viviendas en que se mov¨ªa (la de su madre, en la calle de Santa Virgilia, y un piso franco, en la calle de Montearag¨®n) y hall¨® v¨®mitos de las v¨ªctimas, como demostraron los an¨¢lisis de ADN.