Las declaraciones de dos v¨ªctimas pusieron a la polic¨ªa sobre la pista del pederasta de Ciudad Lineal

Varios hechos puestos en conjunto fueron los que permitieron la detenci¨®n de Ortiz, entre ellos que siempre calcaba el mismo modus operandi con sus v¨ªctimas. La excusa que le pon¨ªa a las ni?as es que le ten¨ªan que acompa?ar porque iban a gastar una broma a un familiar suyo (un abuelo o un t¨ªo). As¨ª lo hizo en al menos tres de las cinco ocasiones en las que actu¨®, supuestamente, este pederasta e incluso en alguna anterior ocurrida en abril de 2013, que no termin¨® en una agresi¨®n sexual.

Sin embargo, una de las ni?as que m¨¢s detallas dio para la investigaci¨®n fue la menor capturada el 10 de abril de 2014 cuando sal¨ªa de una tienda de chucher¨ªas en el distrito de Ciudad Lineal. En esta ocasi¨®n el pederasta le dijo que hab¨ªa hablado con su madre y que ten¨ªa que acompa?arle porque ten¨ªa que probarse una ropa. Pese a que la ni?a fue drogada con lorazepam (Orfidal) dio detalles muy precisos de la vivienda y del edificio al que la llev¨®. Dijo que hab¨ªa unas puertas blancas con tres n¨²meros y letras, que luego se comprob¨® que correspond¨ªan a los trasteros del piso de los horrores, en la calle de Santa Virgilia, seg¨²n ha explicado el inspector jefe, entonces responsable del Servicio de Atenci¨®n a la Familia (SAF) de Madrid. Se puso en marcha entonces la llamada Operci¨®n Candy (golosina).

La testigo protegido n¨²mero 5, capturada el 22 de agosto de 2014, dio la versi¨®n m¨¢s detallada del supuesto agresor, ya que no fue drogada. Estuvo con su agresor una hora y media en la que pudo ver que ten¨ªa una verruga en el cuello y que era una persona muy musculosa. Adem¨¢s, fumaba y llevaba un Citro?n Xsara Picasso gris oscuro. Eso lo supo la menor de nueve a?os porque sus vecinos ten¨ªan uno igual y pudo identificarlo. Pero a¨²n dio m¨¢s detalles, como que llevaba una mochila y que tras agredirla sexualmente sac¨® de ella una toalla de gimnasio con la que la limpi¨®. Tambi¨¦n llevaba una botella de agua en su interior.

Un testigo de esta agresi¨®n, ocurrida en un descampado cercano al metro de Canillejas -donde fue localizada la ni?a capturada el 10 de abril-, tambi¨¦n lo describi¨® un hombre de gimnasio, alto y corpulento.?"Era un fan¨¢tico del gimnasio. Algunas veces llegaba a pasar hasta seis horas", ha explicado el inspector jefe.

Llavero verde

Los agentes cambiaron su forma de investigar y conjuntaron todos los elementos que sal¨ªan de todas las declaraciones. En lugar de vigilar la calle, se dedicaron a meterse por los gimnasios del distrito para ver qui¨¦n pod¨ªa corresponder a esa descripci¨®n. Se centraron tambi¨¦n en el coche. Las im¨¢genes de que dispon¨ªan no permit¨ªan ver la matr¨ªcula, pero s¨ª el color. Otro detalle aportado por la testigo protegido es que llevaba un llavero verde como el utilizado por los concesionarios (una pieza de color con un papel blanco), por lo que pensaron que pod¨ªa estar en venta.

Los investigadores hicieron una criba con 50 sospechosos con antecedentes por abusos a menores, pero poco a poco se les fueron cayendo estos. Es m¨¢s, Antonio ?ngel Ortiz no estaba entre ellos porque los antecedentes policiales que ten¨ªa eran por detenci¨®n ilegal. Los responsables de la Operaci¨®n Candy cerraron al final sus pesquisas en torno a tres hombres, pero los otros dos fueron desechados. "Sab¨ªamos que Ortiz ten¨ªa acceso al Orfidal porque lo tomaba su madre y a una t¨ªa suya le falt¨® una caja", ha relatado el mando policial.

Los polic¨ªas encargados de la Operaci¨®n Candy llegaron hasta un gimnasio de la calle de Malag¨®n, donde vieron a Antonio ?ngel Ortiz. Este cumpl¨ªa todas las caracter¨ªsticas que hab¨ªan dado las ni?as. Decidieron seguirle y le identificaron en una parada de autob¨²s el 28 de agosto de 2014. Comprobaron que llevaba la mochila con la toalla y la botella de agua. Esto le puso bastante nervioso al supuesto pederasta. "El ardor guerrero llev¨® a mis compa?eros a identificarles, cosa que yo no lo hubiera hecho", ha afirmado el inspector jefe.

Dos d¨ªas antes de su detenci¨®n, el 22 de septiembre de 2014, se march¨® a casa de un t¨ªo suyo, en Santander. Puso la excusa a sus familiares de que iba a hacer una obra, pero los agentes le siguieron all¨ª durante 24 horas y comprobaron que, al igual que en Madrid, no ten¨ªa ning¨²n trabajo. Adem¨¢s, dorm¨ªa de manera inc¨®moda en el sal¨®n de la vivienda.