Los Mossos investigan la muerte de dos hombres a tiros en la Mina

Los Mossos d¡¯Esquadra investigan la muerte de dos hombres esta madrugada en un tiroteo en el barrio de La Mina, en Sant Adri¨¤ de Bes¨°s. En el enfrentamiento, una tercera v¨ªctima ha resultado herida. La polic¨ªa catalana ha detenido a tres personas relacionadas presuntamente con los hechos. Se trata de un matrimonio y de su hijo de 16 a?os, del clan de los Cort¨¦s, seg¨²n fuentes policiales. La pareja ha cumplido pena de prisi¨®n preventiva por tr¨¢fico de drogas. Las tres v¨ªctimas son originarias de Europa del Este, seg¨²n otras fuentes policiales.

La refriega ha empezado poco antes de las cuatro de la madrugada. A esa hora, un vecino se present¨® en la comisar¨ªa de los Mossos d¡¯Esquadra del barrio, avisando de que hab¨ªa un hombre que necesitaba ayuda en el n¨²mero 32 de la calle Marte. Al llegar al lugar, dos polic¨ªas encontraron a una persona herida de bala en el portal del edificio.

La puerta de uno de los bajos estaba abierta. Uno de los agentes se asom¨® al interior y localiz¨® el cad¨¢ver de otro individuo, de 30 a?os, que hab¨ªa fallecido tras recibir, al menos, un disparo. Simult¨¢neamente, una patrulla de la polic¨ªa local localiz¨® a 500 metros del edificio, en la conocida como la rotonda de la Catalana, a un individuo desorientado. Al bajar comprobaron que ten¨ªa dos impactos por arma de fuego y activaron los servicios de emergencias para trasladarlo a un centro sanitario. Lleg¨® con vida al hospital, pero falleci¨® minutos m¨¢s tarde.

Los Mossos descartan que se trate de un enfrentamiento entre clanes, y por ahora la principal hip¨®tesis es que tras el tiroteo hay un asunto de drogas. Los Mossos d¡¯Esquadra han estado toda la ma?ana recabando pruebas en el piso donde han hallado a la v¨ªctima mortal. Al inmueble donde tuvieron lugar los hechos se accede por un pasillo interior totalmente degradado.

¡°?Qui¨¦n vive en el bajo?¡±, esa es la gran pregunta que el que est¨¢ dispuesto a contestar acaba callando tras sentirse observado desde el otro lado de la acera. ¡°Llevan a?os viviendo aqu¨ª unas personas del Este¡±, se atreve a decir una vecina. ¡°Es raro porque tienen un hijo y todo¡±, remata. La misma mujer asegura que uno de los fallecidos ¡°ha crecido en el barrio¡±.

Todas las ventanas parecen tener ojos, pero nadie quiere decir nada. ¡°Vaya fama que le est¨¢is dando al barrio¡±, grita una lugare?a. ¡°Aqu¨ª vivimos gente trabajadora y humilde y los periodistas solo hac¨¦is que ponernos el pie en la cabeza¡±, escupe otro vecino mientras sostiene cinco paquetes de tabaco en una mano. No para de gritar hasta que un agente le identifica.

Desde las ventanas caen, discretamente, cosas. Hay bolsas con restos de comida y basura entre los ¨¢rboles de alg¨²n vecino que no acert¨® al lanzar la bolsa a unos contenedores que permanecen siempre abiertos. Por la acera pasean hombres tocados con sombreros que exhiben varas empu?adas en cuero y flecos. ¡°No hemos visto nada, qu¨¦ cosas pasan¡±, repite uno tras otro.

Para los menores la escena de los Mossos d¡¯Esquadra entrando con guantes y cajas dentro de vivienda es casi hipn¨®tica. En la calle hay corrillos de j¨®venes, pero todos se desentienden. Unos hablan de un intento de robo, otros de ajustes de cuenta. La comitiva judicial tambi¨¦n ha entrado y salido varias veces del bajo del n¨²mero 32 de la calle Marte.

Conflicto por el control de las drogas

El barrio de La Mina se ha visto en el ¨²ltimo a?o sacudido. Los Mossos d'Esquadra desplegaron un macrooperativo (operaci¨®n Titan y operaci¨®n Picapiedra), dividido en dos fases, contra el tr¨¢fico de drogas. Entonces detuvieron a un centenar de personas, lo que gener¨® un vac¨ªo de poder.

Paralelamente, el 23 de enero, se cometi¨® un crimen en una discoteca, en el que muri¨® un joven miembro de los Baltasares. A resultas, los clanes de los?Chatos, los Peluos, los Cascabel, los Zorros y los Manuel?se vieron obligados a abandonar el barrio. Eso sirvi¨® tambi¨¦n, seg¨²n fuentes policiales, como excusa para que se desatase una batalla por el control del tr¨¢fico de drogas en algunos pisos del barrio.

Fuentes policiales aseguran que la situaci¨®n que se vive en La Mina es muy delicada. Y que de fondo, sigue habiendo chantajes y amenazas entre clanes para controlar el mayor n¨²mero posible de pisos, que se dividen las familias por calles. Unas 500 personas acabaron huyendo del barrio, y poco a poco, algunos han podido ir regresando.