Benito Zambrano dirigir¨¢ la primera novela de Cristina Campos
El realizador adaptar¨¢ ¡®Pan de lim¨®n con semillas de amapola¡¯
Mujeres y pan. Este binomio fue el punto de partida de Cristina Campos (Barcelona, 1975) para escribir Pan de lim¨®n con semillas de amapola, su primera novela, construida a partir de la herencia de una panader¨ªa, que misteriosamente reciben dos hermanas. Esta historia, que tiene la estructura de un guion de cine y est¨¢ trabada al mil¨ªmetro, llegar¨¢ a la gran pantalla bajo la direcci¨®n del sevillano Benito Zambrano, seg¨²n avanz¨® la escritora en una entrevista.
Filmax compr¨® los derechos de la novela, que public¨® en enero Planeta y el llamado boca-oreja ha convertido en un ¨¦xito que ya va por la s¨¦ptima edici¨®n. Aunque todav¨ªa no est¨¢ firmado el contrato, Campos ya se ha reunido con Zambrano, que antes tiene otro filme entre manos. ¡°Financiar una pel¨ªcula en Espa?a es muy complicado¡±, admite la escritora, pero ¡°todo parece que s¨ª¡±, que va a salir adelante.
¡°La vida es un guion muy raro¡±, sugiere Campos citando a la cineasta Isabel Coixet. ¡°Y esto que me ha pasado es muy raro¡±, enfatiza luego. Aunque ella es directora de casting, escribir siempre ha sido una pasi¨®n, y despu¨¦s de tres guiones que se quedaron en el caj¨®n, dio por perdida la batalla. ¡°Yo nunca me imagin¨¦ que esto ir¨ªa as¨ª¡±, dice con regocijo, pero as¨ª ha ido, y su primera novela llegar¨¢ al cine porque fue una de las diez escogidas en la Berlinale, gracias a un convenio con la Feria del Libro de Frankfurt para convertir novelas en obras cinematogr¨¢ficas.
El del cine es su mundo, y ha oteado una multitud de actores y personajes como directora de casting. Pero esta vez los papeles se han cambiado, y ha sido ella la que ha construido dos caracteres, el de Ana y Marina, las protagonistas de su novela, dos hermanas que heredan una panader¨ªa con horno de le?a en un peque?o pueblo mallorqu¨ªn sin conocer a la testadora ni sus motivos. ¡°Los personajes tienen que tener grandes conflictos para que sean interesantes¡±, explica en relaci¨®n con las hermanas, que se reencuentran gracias a esta herencia despu¨¦s de a?os sin verse por motivos ajenos a ellas.
En Pan de lim¨®n con semillas de amapola nada est¨¢ suelto al azar. Dej¨® la estructura bien atada durante su estancia en Valldemossa, el escenario principal de la novela, un buc¨®lico pueblo en la sierra de Tramuntana, d¨®nde se encuentra la panader¨ªa alrededor de la cual gira todo, pero donde no hacen el pan de lim¨®n con semillas de amapola, sino algo m¨¢s aut¨®ctono como ¡°la coca de patata¡±, sonr¨ªe Campos. All¨ª pas¨® diez d¨ªas en soledad para construir a l¨¢piz el guion, que dej¨® bien zanjado antes de ponerse a escribir. ¡°Soy ca¨®tica y necesito ser muy ordenada y estructurar muy bien el guion¡±, se explica.
Las mujeres son las protagonistas y no es por casualidad, Campos afirma que no sabr¨ªa escribir sobre hombres. Se ha inventado dos mujeres que son muy diferentes: Ana no ha salido de su vida confortable en Mallorca, se cas¨® sin pasi¨®n con un hombre fanfarr¨®n, y lleva una vida fr¨ªvola, rellena de botox y relaciones vacuas. Su hermana Marina es la ant¨ªtesis, se licenci¨® en Medicina en Estados Unidos, lleva a?os recorriendo el mundo como cooperante de M¨¦dicos sin Fronteras y vive el amor y la amistad intensamente, siempre lejos de su isla natal.
A pesar de estar en polos opuestos, la misteriosa herencia las re¨²ne y, con ese poder primario que tiene la fraternidad, su reencuentro tambi¨¦n pone los cimientos de un cambio radical en sus vidas. ¡°Cada una anhela lo que tiene la otra¡±, dice Campos, quien ha buscado un ¡°ritmo cinematogr¨¢fico para no aburrir¡± con varios personajes secundarios que aderezan la historia. En el inicio, hay una revelaci¨®n que a medida que sigue la lectura se olvida. Y al final, cuando la verdad regresa, golpea fuerte. ¡°Son golpes del guion, cuando parece que ya todo va bien te doy una patada¡±, concluye para describir una historia contempor¨¢nea que ya ha arrastrado a miles de lectores.
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