Todo lo que se pierde
Con el PP pierde todo el pa¨ªs. Vencido el PSOE, absorbido Ciudadanos y arrinconados Podemos y Catalu?a, ?qu¨¦ mas queda?
Las ¨²ltimas semanas de votaciones han creado muchos perdedores. Aunque no lo parezca, ha perdido el PP, que en una carrera ser¨ªa el mejor de los malos, m¨¢s apto para una milla urbana en una fiesta mayor de provincias que para ir a competir a Europa. Con el PP pierde todo el pa¨ªs, claro est¨¢, empe?ado como est¨¢ en ser el pueblo de la fiesta mayor de provincias, pero eso a el pa¨ªs, qu¨¦ m¨¢s le da.
Pierde el PSOE, pierde tanto que se ha echado a perder para no estropearse m¨¢s; pierde Ciudadanos, que ha dimitido de su responsabilidad de marca blanca para convertirse en transparente y pierde Podemos, que se ha visto de golpe con la responsabilidad de ser oposici¨®n al gobierno cuando s¨®lo quer¨ªan ser oposici¨®n al PSOE.
Pierden los medios, empe?ados en cambiar presidentes, pierden los lectores y pierden los escritores que tienen que escribir sobre esto, porque quien m¨¢s pierde es el lenguaje, y con ¨¦l, la capacidad de pensar y de proyectar. Es una derrota lineal de la que no se salva nadie, que redunda y surge de los informes PISA, que nos informa de los ¨ªndices de lectura, de la inversi¨®n en cultura e incluso de su IVA.
Parlamento: qu¨¦ nombre tan inapropiado cuando el discurso nacional lo marca Rafael Hernando con su prosa yerma y su estilo mezcla desd¨¦n de posguerra y narrativa de bar. Nada que aprender ah¨ª, nada que cambiar. ?Para qu¨¦? ?Por qu¨¦ avanzar si la prepotencia tiene premio? En sus discursos, parec¨ªa que Hernando esperaba el momento de asustar a sus se?or¨ªas y que medio hemiciclo saldr¨ªa corriendo.
Lo malo es que ese lenguaje no ha tenido alternativa y que el PSOE de Maravall, Sempr¨²n o Lluch perdi¨® contra el de Guerra o Corcuera. Es la koin¨¦ pol¨ªtica espa?ola, lo que une, lo que lleva a utilizar sin reparos y sin verg¨¹enza el ¡°no es no¡± contra el abuso sexual para acabar cediendo. El mensaje que resulta de la falta de resistencia de los socialistas no puede ser peor. La insistencia se premia con el abuso. No quiere decir no, pero uno se imagina a Rafael Hernando insistiendo y acaba siendo que s¨ª, que vale, abuse usted.
La nueva pol¨ªtica ha venido a reforzar ese lenguaje. Le ha faltado tiempo para demostrar lo bien que se van a adaptar y est¨¢n como en casa. Los primeros por serviles: Rivera parec¨ªa el vendedor de porteros autom¨¢ticos de La escopeta nacional pero sin nada que vender. Hac¨ªa tiempo que no escuch¨¢bamos discursos tan vac¨ªos como los de Rivera. Qu¨¦ tedio, escuchar a Rivera.?
Los segundos, Podemos, se sienten en su casa. Hablan el mismo idioma pese a camuflarlo con ritmo de rap y la letra de canci¨®n protesta. Son los ¨²ltimos en llegar y los que menos culpa tienen, recordemos que van a tener que lidiar con un presidente que se comunicaba a trav¨¦s de un plasma, que en Espa?a se acaban las palabras antes de que se acaben las discusiones.
Menci¨®n aparte merece el nuevo ¨ªdolo local, Gabriel Rufi¨¢n, que todav¨ªa no sabe que las verdades, en formato de tuit, siempre son un poco mentira. Tampoco que el lenguaje que proviene de la calle, de los foros de internet y de las redes sociales puede servir para salir de la afasia pol¨ªtica o para engordarla. Se olvida que es in¨²til utilizar la testosterona, que en eso siempre saldremos perdiendo: pocas horas despu¨¦s de los abrazos con Iglesias y Garz¨®n y de allanarles el camino, ambos le afeaban el discurso, del abrazo al pu?al en veinticuatro horas.
Tambi¨¦n es curioso que visto lo anterior, el m¨¢s criticado sea Rufi¨¢n. Quiz¨¢s por esa ceguera Espa?a lidera el porcentaje de fracaso escolar de la Uni¨®n Europea, tiene uno de los ¨ªndices de lectura m¨¢s bajos, los resultados de PISA son poco esperanzadores y los niveles de dominio de lenguas extranjeras solo son superados a la baja por Hungr¨ªa. El contexto, la historia y los condicionantes explican algo, pero parece que muchos pol¨ªticos se hallen m¨¢s interesados en saber c¨®mo se pueden mover en ese fango que en salir limpios de ¨¦l.
Lo peor de todo es que quien detenta el m¨¢ximo poder es tambi¨¦n quien resume a la perfecci¨®n estas caracter¨ªsticas. Mariano Rajoy las asume y las supera. Si hablar bien, mantener un discurso o sostener un di¨¢logo cuesta tanto esfuerzo, ?qu¨¦ mejor que un plasma? ?Qu¨¦ mejor que un solo partido? ?Para qu¨¦ hablar? Vencido el PSOE, absorbido Ciudadanos y arrinconados Podemos y Catalu?a, ?qu¨¦ mas queda? Un solo lenguaje, grande y que se puede mover a sus anchas.
Francesc Ser¨¦s es escritor.
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