El alquiler en Barcelona: la tormenta perfecta
La burbuja es fruto de que hay m¨¢s demanda que oferta, el turismo presiona y los j¨®venes no pueden comprar
Los alquileres han subido un 8% en seis meses en Barcelona, seg¨²n las cifras oficiales y de media cuestan 774 euros. Han superado en un 15% la renta m¨¢xima de 2007, seg¨²n Idealista, que habla de 17,3 euros el metro cuadrado (un piso de 70 metros cuesta 1.211 euros). Los alquileres de menos de 500 euros son "pr¨¢cticamente inexistentes", advert¨ªa hace unos d¨ªas el portal inmobiliario. Lo que est¨¢ ocurriendo con el mercado de alquiler en Barcelona, --donde, cifras oficiales a parte, es dificil¨ªsimo encontrar nada por menos de 800 euros y los precios no paran de subir--, no obedece a una sola raz¨®n. Es consecuencia de la tormenta perfecta de varios motivos.
Uno, hay m¨¢s demanda que oferta, y la ley del mercado nunca falla: los precios suben. Dos, la presi¨®n del turismo, un fen¨®meno que como demuestra un informe del Ayuntamiento, desv¨ªa pisos destinados a vecinos hacia los visitantes, porque para los due?os es m¨¢s rentable. Tres, la ciudad atrae a profesionales o estudiantes extranjeros dispuestos a pagar lo que sea, aseguran las fuentes consultadas. Cuatro, la recuperaci¨®n de la crisis ha tra¨ªdo una nueva subida de precios de los pisos de compra, que en uno de cada cuatro casos compran inversores (el 84% en la Barceloneta). Pero ¨Cy cinco--, el mercado laboral es tan precario que para la inmensa mayor¨ªa de los j¨®venes es imposible comprar porque el grifo del cr¨¦dito se ha abierto, pero no para ellos.
El panorama es tal que la PAH atiende ¨²ltimamente a vecinos que pese a tener empleo no pueden pagar las subidas que los due?os les piden cuando se acaban sus contratos y deben renovarlos. O que Ciutat Vella, el barrio m¨¢s presionado por el turismo, pierde vecinos. El porcentaje de desahucios de inquilinos alcanza ya el 90% del total en Barcelona. Las administraciones, primero el Ayuntamiento que capitanea Ada Colau, y luego la Generalitat a remolque, estudian como limitar, los precios de alquiler o las subidas.
Pero sea una cosa o la otra, pasar¨¢n meses, o a?os. Los alquileres son el 30% del parque de viviendas y solo un 1,5% son p¨²blicos. De ah¨ª que tambi¨¦n han anunciado que promover¨¢n miles de pisos p¨²blicos de alquiler, un parque que Colau quieren aumentar en 8.000 pisos hasta 2020 con todas las f¨®rmulas posibles: construyendo, cediendo solares a cooperativas para que levanten pisos en r¨¦gimen de cesi¨®n de uso, comprando pisos para alquilarlos, invitando a propietarios a ceder sus viviendas y costeando su rehabilitaci¨®n, buscando pisos vac¨ªos¡ e incluso con f¨®rmulas como convertir locales comerciales en vivienda, haciendo remontas en edificios que no han aumentado la edificabilidad o creando una sociedad de capital mixto para hacer alquiler.
Pero ?y mientras? El secretario de Vivienda de la Generalitat, Carles Sala, admite que lo que la administraci¨®n puede hacer ¡°es muy limitado en el actual marco competencial¡±. Por un lado considera que no estamos ante una burbuja sino ante un problema de oferta y demanda, con efectos colaterales, como el atractivo de Barcelona o el impacto del turismo. ¡°Si Barcelona sigue estando de moda y queremos tener a los mejores investigadores o profesionales, o que sea un polo de atracci¨®n financiero o de otras empresas, tenemos un problema¡±, admite. Tambi¨¦n apunta como causa de la subida del alquiler el hecho de que tambi¨¦n aumente el precio de los pisos de compra o la ¨²ltima legislaci¨®n del PP. ¡°Se hizo para los bancos o las personas que piensan en la vivienda como inversi¨®n, como los grandes tenedores¡±, dice Sala, que conf¨ªa en que la subida no sea ¡°infinita¡±, aunque la vincula en parte al comportamiento de los pisos de compra.
El concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, Josep Maria Montaner s¨ª cree que hay burbuja en el alquiler. Y advierte: ¡°Sabemos que se extender¨¢ a otros municipios como Badalona o L¡¯Hospitalet conforme vayan aumentando los precios de alquiler¡±. Adem¨¢s de la ley de la oferta y la demanda, el concejal atribuye las subidas a la presencia en la ciudad de ¡°poblaci¨®n joven y personas extranjeras con m¨¢s recursos que se mueven en alquileres de lujo y han hecho reducir la oferta asequible¡±.
Tambi¨¦n en el portal inmobiliario Idealista atribuyen al ¡°desfase que existe entre la oferta de viviendas en alquiler en la ciudad, que se mantiene estable en los ¨²ltimos meses, y la demanda de este tipo de viviendas, que se ha disparado en el mismo tiempo¡± las subidas. ¡°No hay una soluci¨®n sencilla y a corto plazo para esta situaci¨®n, aunque en cualquier caso ser¨¢ necesario aumentar el parque de viviendas en alquiler de la ciudad construyendo vivienda social y poniendo en pr¨¢ctica pol¨ªticas encaminadas a que muchas viviendas particulares entren en el mercado del alquiler mediante ventajas fiscales, seguridad de cobro u otros est¨ªmulos para el propietario¡±, apuntan desde la empresa.
Hace un mes, ¨¦ste y otros portales se reunieron con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, con quien coincidieron en la falta de oferta como causa principal de las subidas. Los responsables del portal aseguran que no pueden incidir en los precios: ¡°Desde Idealista no podemos incidir ni en los precios que los anunciantes ponen libremente, ni animar a ning¨²n propietario a poner su vivienda en el mercado del alquiler¡±.
Con 47 a?os de oficio en las espaldas, el presidente del Colegio de APIS de Barcelona, Joan Oll¨¦, explica que el saldo de pisos que entran al mercado del alquiler y los que salen es cero, mientras demanda aumenta. Cita tambi¨¦n el turismo como elemento de presi¨®n y las estancias temporales --de unos meses o a?os¡ªde estudiantes o profesionales. Su conclusi¨®n es que tendremos que acostumbrarnos a lo que supone que Barcelona est¨¦ en la primera divisi¨®n de las ciudades del mundo.
¡°Asumir que si nos queremos comparar con otras ciudades, supone cambiar de estatus, y asumir que no todo el mundo puede vivir en el Eixample, Gr¨¤cia, Les Corts o Ciutat Vella, no hay m¨¢s¡±, argumenta el veterano API: ¡°Tendremos que hablar de ?rea Metropolitana, como en Par¨ªs o Londres, donde la gente no se puede permitir en vivir en el meollo y se tendr¨¢ que ir a vivir a Terrassa, Sabadell, Rub¨ª, Sant Boi o Vic¡±. ¡°La calidad de vida es incre¨ªblemente mejor y los precios bajos, el problema es que no tenemos medios de transporte r¨¢pidos¡±, lamenta.
Oll¨¦ asegura que para su oficio que los precios suban o es necesariamente positivo: ¡°Si el mercado se comprime, aunque suban los precios tenemos menos mercado y m¨¢s angustiado¡±. Y respecto a la intenci¨®n de fijar precios de referencia desde la administraci¨®n, recela, y asegura que el Incas¨°l, donde se depositan las fianzas, ya sabe c¨®mo es el mercado.
Emanciparse, misi¨®n imposible
Que el precio del alquiler en Barcelona ya supera el 15% de su m¨¢ximo hist¨®rico es el dato que demuestra la burbuja que est¨¢ viviendo la capital catalana. Pero como siempre, detr¨¢s de la cifra fr¨ªa, hay cuestiones que pasan mucho m¨¢s por la piel. Grandes dramas o miserias cotidianas: no se puede ser un trabajador mileurista, o un joven con pretensiones emancipatorias, y aspirar a vivir en el centro de Barcelona. Es misi¨®n imposible. Y en el resto de la cuidad, cuesta.
Seg¨²n el Observatorio de la Emancipaci¨®n del Consejo de la Juventud de Espa?a, el nivel adquisitivo de los hogares j¨®venes catalanes (hasta los 32 a?os) es el segundo m¨¢s elevado de Espa?a. Y el sueldo medio de las personas j¨®venes asalariadas es el tercero m¨¢s alto de los registrados en el Estado. Catalu?a, adem¨¢s tiene una tasa de emancipaci¨®n m¨¢s alta.
Los datos del primer semestre de este a?o, seg¨²n el estudio, muestran que estas buenas cifras no son suficientes. Tan s¨®lo con la capacidad adquisitiva de los hogares j¨®venes catalanes se podr¨ªa acceder con plenas garant¨ªas de solvencia econ¨®mica a la vivienda en propiedad en las provincias de Girona, Lleida y Tarragona.
Y en el alquiler sucede casi lo mismo. ¡°Deber¨ªan dedicar la pr¨¢ctica totalidad de su sueldo, el 95,3%, a hacer frente a la renta de alquiler o el 67% de su salario en el caso de compra. Para los hogares j¨®venes el alquiler de vivienda representar¨ªa asumir un riesgo de sobreendeudamiento excesivo¡±, sostiene el informe
Para un profesional joven, las posibilidades de encontrar un piso de una habitaci¨®n que baje de los 800 euros son cercanas a cero. Nunca hab¨ªan existido tantos recursos, apps y webs para buscar piso y, parad¨®jicamente, nunca hab¨ªa sido tan dif¨ªcil. 800 euros. Una cifra que parece no responder ni a criterios de metros cuadrados o de una tasaci¨®n inmobiliaria. Un precio est¨¢ndar que no lo modifica ni el tener la nevera o la caldera. El que el mercado quiere.
La ciudad vive ahora el fen¨®meno del que hacen a?os de quejan los vecinos de la Barceloneta. Los buzones se llenan de anuncios de inmobiliarias de lujo o notas fotocopiadas de "me urge comprar piso en esta zona" que van firmadas por Annas o Peres que en realidad esconden a grandes firmas. Sin la posibilidad de que los inmuebles terminen en piso tur¨ªstico legales, muchos propietarios deciden venderlos y, en su leg¨ªtimo derecho, sacar los r¨¦ditos despu¨¦s de a?os esperando el momento oportuno. Una decisi¨®n que, en la mayor¨ªa de los casos, termina por sacarlos del mercado de alquiler o ponerlo a precios prohibitivos.
La competencia a la hora de buscar un piso era antes con otros estudiantes o profesionales j¨®venes. Era cuesti¨®n de paciencia. Ahora no es garant¨ªa de nada. Poder ir a trabajar a pie ha pasado de ser un sue?o y sello de la calidad de vida barcelonesa a volverse una utop¨ªa. ?Tocar¨¢ acostumbrarse a vivir a lo londinense?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.