El alquimista l¨²cido

Entre 1840 y 1890 la fotograf¨ªa fue un aut¨¦ntico campo de experimentaci¨®n e innovaci¨®n. Un r¨¢pido vistazo a aquella incipiente industria permite descubrir t¨¦cnicas, procesos y materiales que luego terminaron siendo desechados en pos de unos procedimientos m¨¢s uniformados. ¡°Durante aquel periodo cada maestrillo ten¨ªa literalmente su librillo. En muchos casos se mezclaban diferentes t¨¦cnicas en una misma fotograf¨ªa; es todo un mundo¡±, exclama el artista e investigador Alfredo Rodr¨ªguez, cuyo trabajo siempre ha girado alrededor de este tipo de procesos. ¡°Los fot¨®grafos de ese momento eran qu¨ªmicos amateurs que jugaban con la magia de la fijaci¨®n de la imagen. Todo estaba en las diferentes f¨®rmulas que iban descubriendo¡±.

El fot¨®grafo madrile?o clausura esta semana la exposici¨®n Limbo, en Espacio Valverde (Calle de Valverde, 30). Una muestra que se acerca a la fotograf¨ªa desde un punto de vista m¨¢s material, experimentando con t¨¦cnicas y soportes. Su inter¨¦s por la historia de la fotograf¨ªa comenz¨® hace diez a?os: ¡°Empec¨¦ con lo m¨¢s sencillo, que era la cianotipia, fotograf¨ªas basadas en las reacciones qu¨ªmicas del hierro en vez de en la plata. Al final de este proceso con hierro quedan unos tonos azules propios del material utilizado¡±, destaca el artistas. Muchos de los materiales necesarios los obtiene de la centenaria drogueria Manuel Riesgo, en calle Desenga?o. Un espacio dedicado al comercio de productos qu¨ªmicos donde cientos de profesionales acuden cada d¨ªa a conseguir lo necesario para sus formulas.

Su anterior exposici¨®n, realizada en junio de 2013 en la misma galer¨ªa, mostr¨® el potencial de Rodr¨ªguez con este tipo de procesos. ¡°Fue una puesta en escena de todo lo que sab¨ªa de fotograf¨ªa en ese momento. Se pudo ver cianotipias sobre tela y madera, gelatinas de plata, papeles de blanco y negro tratados de formas muy raras¡­ Era muy heterog¨¦nea¡±, destaca sobre una muestra que tambi¨¦n contaba con un texto del cr¨ªtico de arte Fernando Castro: ¡°La suya es una est¨¦tica de matices y sedimentos, donde los fragmentos y sucesos est¨¢n congelados, adquiriendo las obras una tonalidad que tiene algo de siniestro (en el sentido freudiano: algo familiar que se ha vuelto extra?o por causa de una represi¨®n) pero tambi¨¦n de esot¨¦rico¡±, escrib¨ªa en el texto introductorio.

Por aquella ¨¦poca, Rodriguez tambi¨¦n se empez¨® a interesar por una t¨¦cnica menos centenaria, pero igualmente experimental y avanzada: la holograf¨ªa. ¡°Llevo dos a?os investigando y probando¡±, relata sobre esta t¨¦cnica surgida en Hungr¨ªa a finales de la d¨¦cada de los a?os cuarenta como m¨¦todo para crear im¨¢genes tridimensionales sobre un plano. ¡°Antes era imposible fabricar de manera artesanal hologramas; los costes eran altisimos. Pero ahora hay nuevas tecnolog¨ªas y por unos cien euros puedes conseguir l¨¢seres potentes¡±.?

La ¨²nica manera de conocer este mundo ha sido investigar en oscuros foros de hol¨®grafos y en investigaciones de an¨¢lisis molecular. ¡°El inter¨¦s de la mayor¨ªa de la gente es llegar a reproducir fielmente una moneda o un anillo, pero eso a mi no me interesa. Yo he conseguido mi propia f¨®rmula y metodolog¨ªa para lugar aplicarla a mi obra¡±. As¨ª, a partir de im¨¢genes fotogr¨¢ficas, en este caso cinco instant¨¢neas de diferentes partes del cuerpo de la mujer con la que comparte su vida desde hace m¨¢s de veinte a?os, Rodr¨ªguez ha creado piezas de una enorme calidad pl¨¢stica. ¡°Me interesa tratar la emulsi¨®n hologr¨¢fica como si fuera una emulsi¨®n fotogr¨¢fica. Son obras que contienen im¨¢genes que aparecen y desaparecen. Las formas y los colores van cambiando seg¨²n este es un lugar o en otro¡±. Rodr¨ªguez es ¨²nico, como sus obras, que no responden a ning¨²n tipo de lenguaje dado. Carlos Fern¨¢ndez Pello, un artista de su generaci¨®n, se encargaba de dejar claro en la hoja de sala su filiaci¨®n con el pasado y el presente m¨¢s inmediato: ¡°Probablemente sea el ¨²nico mago contempor¨¢neo que conozco que haga verdadero honor al significado de ciencia-ficci¨®n¡±