¡°Mi vecino es un Di¨®genes, mi vida es una pesadilla¡±
Las administraciones tienen poco margen para evitar que personas enfermas acumulen basura en sus hogares
¡°Mi vecino tiene 58 a?os, es profesor y sufre el s¨ªndrome de Di¨®genes. Acumula millones de diarios, decenas de garrafas, cristales rotos, monta?as de botellitas de yogur, piedras¡ Hay cucarachas, ratas y tengo goteras del sobrepeso que hay en su casa. No quiero denunciarle, es mi amigo y est¨¢ enfermo, pero nadie nos ayuda¡±, se lamenta Santi. No da pistas de d¨®nde vive junto a alguien que mantiene una conducta que no s¨®lo es desagradable, sino peligrosa para el resto de vecinos.
La s¨ªndica de greuges de Barcelona, Maria Assumpci¨® Vil¨¤, ha recibido este a?o cuatro quejas muy graves de vecinos que sufren este tipo de conductas. Vil¨¤ denuncia que el Consistorio barcelon¨¦s no act¨²a correctamente. ¡°Los servicios municipales invitan al vecindario a denunciar estas situaciones en los juzgados, como si se tratara de un tema privado de la comunidad de propietarios, cuando en realidad es un problema que afecta a la salud p¨²blica¡±, resalta en un comunicado. La s¨ªndica es de la opini¨®n de que, en el caso de que los afectados por el s¨ªndrome de Di¨®genes se nieguen a limpiar, los servicios municipales deben garantizar la salubridad de la finca.
Vil¨¤ destaca los problemas de una comunidad de vecinos del barrio de Poble Sec. All¨ª viv¨ªan una madre y su hijo rodeados de a?os y a?os de acumulaci¨®n descontrolada. Raquel es la vecina del piso de abajo. ¡°Me tuve que ir, no pod¨ªa m¨¢s¡±, lamenta. Compr¨® un piso sin saber que justo encima viv¨ªa una anciana con su hijo ¡ªde unos 50 a?os¡ª aquejado de una enfermedad mental. ¡°Acumulaban ropa, trastos, bolsas... basura. No s¨®lo en su casa, tambi¨¦n en unas instalaciones que ten¨ªa la comunidad. ?ltimamente la degradaci¨®n era brutal¡±, lamenta. La madre fue internada tras un problema de salud. El hijo se qued¨® solo y ¡°continu¨® la pesadilla¡±. En septiembre, el ¡°hedor era imposible¡±. ¡°Llamamos a los bomberos y, al entrar, encontraron el cad¨¢ver del hijo descompuesto. Llevaba siete d¨ªas muerto¡±, recuerda. Tardaron semanas hasta que alguien vaci¨® y limpi¨® el piso.
El Ayuntamiento de Barcelona se defiende y asegura que trabaja de forma coordinada para detectar si una persona tiene una conducta ¡°acumuladora¡±. Una portavoz de la administraci¨®n destaca que en cuanto conocen un caso ponen en marcha un protocolo, que se readapta continuamente, para evitar que el problema se cronifique.
Soluci¨®n complicada
Laura Buetas, abogada del despacho Moragues de Lleida, asegura que hay dos v¨ªas legales para solucionar este tipo de conflicto: ¡°Por un lado, el aviso al Ayuntamiento, ya sea mediante una instancia administrativa o acudiendo a la polic¨ªa local. El Consistorio tiene entre sus competencias la protecci¨®n de la salubridad p¨²blica y el control sanitario. En segundo lugar, se puede requerir al vecino para que cese de acumular y convocar a la junta de propietarios e interponer una demanda judicial. El juez es el encargado de solicitar el cese de esa actividad, el desalojo temporal si se trata de un propietario o el desahucio si es inquilino¡±. En ambos supuestos, depende de la agilidad de los consistorios o de los juzgados, por lo que la convivencia con el vecino durar¨¢ semanas y meses.
El presidente de la Sociedad Catalana de Psiquiatr¨ªa y Salud Mental de la Academia de Ciencia M¨¦dicas de Catalu?a, Jordi Blanch, asegura que no hay una enfermedad en concreto que provoque la conducta llamada como s¨ªndrome de Di¨®genes. ¡°Pueden causarla desde una esquizofrenia, pasando por trastornos obsesivos, demencias¡¡±. Blanch confiesa que el tratamiento es complicado y que en ocasiones, cuando se vac¨ªan sus pisos, los pacientes vuelven a llenarlos. Una tortura para sus vecinos.
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