Una carrera muy perra

D¨¢lmatas, carlinos, yorkshires, dogos o galgos ¡ªtodos con su dorsal, una pa?oleta blanca¡ª y hasta el mism¨ªsimo Darth Vader arrancaron a las 11.00 desde la Plaza de Cibeles. Acompa?ados de una orquesta surcaron el paseo del Prado, la calle Huertas, el Congreso, la Puerta del Sol, la plaza Mayor y vuelta a Cibeles. El galgo de Mar¨ªa miraba impasible al pelot¨®n: ¡°Mira c¨®mo juegan, ac¨¦rcate a ellos¡±, animaba la due?a.

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Aunque Macarena y Cristina viv¨ªan su primer San Perrestre, ya acudieron al Perrot¨®n ¡ªotra carrera con mascotas¡ª acompa?adas de Lola y Bobo, dos bulldogs, y otra Lola, de raza carlino. Todos iban bien abrigados: AdiDog, rezaba un slogan en las sudaderas que llevaban los canes. ¡°Son un tipo de perros que pueden pasar fr¨ªo. Adem¨¢s, por su naturaleza se cansan mucho, pero vamos preparadas con agua y snacks para el camino¡±, contaban.

La inscripci¨®n a la San Perrestre cuesta 6 euros por persona, m¨¢s un euro por perro. El importe ¨ªntegro se destina a ElRefugio. ¡°El a?o pasado se vend¨ªa chocolate con churros y rosc¨®n a beneficio de la asociaci¨®n¡±, contaban otra de las participantes con su dogo al lado, ¡°con este fr¨ªo pod¨ªan haberlo hecho este a?o¡±.

Ni?os en triciclos o carritos acompa?ando a sus mascotas; gente disfrazada, familias ¡ª algunas de fuera de Madrid vinieron especialmente para vivir esta experiencia¡ª animaron el recorrido. Junto a ellos, voluntarios de El Refugio con algunos de los canes que tienen en adopci¨®n para intentar conseguirles un hogar antes de 2017. De fondo no paraba de sonar una melod¨ªa que se ha convertido en el lema de la iniciativa: ¡°Mi perrito y yo somos la misma gente, nadie me har¨¢ pensar de forma diferente¡±.

En Cibeles estaba situada la meta a la que llegaron en tercera posici¨®n David Aparicio y su perra de aguas Oliva. ¡°Pensaba que la carrera era una especie de manifestaci¨®n para ir andando¡±, contaba. ¡°Pero en la calle Huertas muchos participantes comenzaron a correr: vi que se animaba la cosa y no quisimos ser menos. Corrimos y quedamos terceros¡±, dijo ilusionado mientras Oliva descansaba sentada al sol. A su lado, aplausos y v¨ªtores a los corredores que iban llegando.

Mientras esperaban las uvas ¡ªtambi¨¦n hubo ensayo¡ª, Lucas, de 11 a?os, se tumbaba en el c¨¦sped junto a su perra Dama, pendiente de las 12 bolas de pienso que les daban a las mascotas en sustituci¨®n de las uvas. Las doce campanadas las dio el gong de la orquesta. ¡°Es la primera vez que venimos y repetir¨ªamos experiencia¡±, dec¨ªa Jos¨¦, Estaba acompa?ado de Marilyn, su pastor alem¨¢n.¡°Por ayudar y porque es un gusto pasear por Madrid as¨ª¡±, a?ad¨ªa el joven.