Un crudo retrato de Venezuela

La historia de un pa¨ªs se puede contar de muchas maneras y con diferentes enfoques. El cineasta Carlos Oteyza (Caracas, 1951) ha retratado Venezuela a trav¨¦s de uno de sus bienes m¨¢s preciados: el petr¨®leo. Esta prospecci¨®n al siglo XX de su pa¨ªs se podr¨¢ ver ma?ana y el 24 de enero en Casa de Am¨¦rica, donde se proyectar¨¢n los tres ¡°reventones¡±: El Revent¨®n I y II el primer d¨ªa y el III el martes de la pr¨®xima semana. Adem¨¢s, el d¨ªa 30 se celebrar¨¢ una mesa redonda en la que varios expertos ¡ªcomo el economista venezolano Pedro Palma, el profesor del IE Business Scholl Juan Carlos Mart¨ªnez y el propio Oteyza¡ª profundizar¨¢n en el impacto de la producci¨®n de crudo en este petroestado.

Oteyza, que habla por tel¨¦fono desde su casa en Caracas con EL PA?S, explica que lo que los madrile?os van a encontrar en estos documentales es la transformaci¨®n y el descubrimiento de una naci¨®n con datos y hechos que facilitar¨¢n el entendimiento de lo que es hoy Venezuela. Incide tanto en la conversaci¨®n como en los documentales que eso tambi¨¦n es lo que descubren los venezolanos. Oteyza repite la palabra paradoja varias veces en la charla: ¡°La paradoja de ser uno de los mayores productores mundiales de petr¨®leo y que la mitad de la poblaci¨®n viva en condiciones de pobreza¡±; ¡°la paradoja de que el imaginario colectivo venezolano es que somos un pa¨ªs rico, durante la segunda mitad del siglo XX est¨¢bamos en la punta del consumo de productos tecnol¨®gicos y hoy yo no te puedo llamar con mi m¨®vil a Madrid, y es solo un peque?o ejemplo¡±. Y la paradoja m¨¢s recurrente: ¡°La de que el venezolano de a pie vive de espaldas a la industria petrolera, como si no fuera con ¨¦l¡±.

Asegura Oteyza que fueron educados en que el petr¨®leo era algo que se iba a acabar, lo que gener¨® una distancia. ¡°Era pasajero, de empresas extranjeras¡±, afirma. Esto se dej¨® ver en la cultura como cuenta en el tercer documental: no hab¨ªa manifestaciones art¨ªsticas que reflejaran la revoluci¨®n que la producci¨®n de hidrocarburos estaba suponiendo para Venezuela. Algunos escritores hablaron de ello creando una leyenda negra, donde el petr¨®leo es el culpable de romper la tradici¨®n del pa¨ªs ligada al campo, al caf¨¦... Pero en otros ¨¢mbitos el pa¨ªs prosper¨®. En los Juegos Ol¨ªmpicos de 1952, Venezuela gan¨® su primera medalla, la de bronce en triple salto para Asnoldo Devonish, un trabajador de Shell. Un significativo n¨²mero de los deportistas venezolanos ven¨ªan de la industria petrolera, ya que en las zonas donde viv¨ªan ten¨ªan m¨¢s comodidades que en otros lugares: ¨¢reas deportivas, seguro m¨¦dico, cine, economatos...

Tr¨¢iler de El Revent¨®n I.

Todo esto, que Oteyza divide en tres etapas ¡ªcada una corresponde a uno de los documentales¡ª, es la maceraci¨®n de lo que ser¨¢ el cuarto revent¨®n. ¡°Todav¨ªa no lo podemos hacer porque no se ha acabado un ciclo, los otros est¨¢n muy marcados: hasta 1943 no hab¨ªa orden y por fin el Estado promulg¨® una ley para poder vivir del petr¨®leo. Luego, en 1976, el Estado acab¨® con las concesiones a empresas extranjeras, determinaci¨®n que tomaron tambi¨¦n los pa¨ªses productores de petr¨®leo de Oriente Pr¨®ximo. El ¨²ltimo ciclo se cierra con la llegada de Hugo Ch¨¢vez al poder en 1999, que gener¨® una industria de hidrocarburos acomodada al Gobierno, no al Estado¡±.