Colau, un gobierno sin oposici¨®n
Los grupos no han presentado un candidato alternativo a la alcaldesa de Barcelona
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, podr¨¢ comenzar a trabajar el d¨ªa 25 con un presupuesto cuya aprobaci¨®n vincul¨® hace un mes a una cuesti¨®n de confianza despu¨¦s de que la oposici¨®n no haya presentado un candidato alternativo. Podr¨ªan ser sus ¨²nicas cuentas del mandato. El a?o pasado prorrog¨® las del ex alcalde Xavier Trias (CiU) y las de 2017 las podr¨ªa prorrogar dos veces. Nunca un alcalde de Barcelona hab¨ªa gobernado con tan pocos concejales, 11 de 41 (15 si se cuentan los cuatro socios del PSC). Y nunca la oposici¨®n hab¨ªa tenido tanto peso (26 de 41 concejales) y a la vez hab¨ªa sido tan d¨¦bil.
Esa debilidad se debe a dos razones. Una, la diab¨®lica aritm¨¦tica del pleno tras las elecciones de mayo de 2015, que requerir¨ªa pactos antinaturales (entre CiU, Ciutadans, PP, ERC o la CUP) para amenazar a Colau. Y dos, la ausencia de una voz fuerte capaz de sumar entre el resto. El equipo de la alcaldesa entiende que no hay, entre los concejales del pleno, nadie capaz de ¡°hacer sombra a Ada¡±. Ni ahora ni en el escenario electoral de 2019, consideran.
En el gobierno leen como clave la incorporaci¨®n del PSC en el ejecutivo. Su presencia desde mayo neutraliza cualquier posibilidad de construir una alternativa a Colau; fuera del gobierno, en un momento dado los socialistas podr¨ªan aliarse tanto con CiU como con Ciutadans. En la cuesti¨®n de confianza, la posibilidad de una alternativa era tan nula que Colau se permiti¨® retar al resto a echarla en diciembre. Los 30 d¨ªas preceptivos han transcurrido sin gota de debate. Pero en lo que queda de mandato a la alcaldesa le quedan grandes temas para los que requiere apoyos, como en el tranv¨ªa.
Los 10 concejales de CiU, 5 de Ciutadans, 5 de ERC, 3 del PP y 3 de la CUP han sido ahora incapaces de plantarse. Salvo excepciones ¡ªcomo el rechazo al PAM o a las ordenanzas fiscales¡ª Colau ha podido, siempre in extremis, aprobar proyectos, como el plan de hoteles, la modificaci¨®n presupuestaria o las ordenanzas del a?o pasado. El ¨²nico plante fue a los presupuestos que ahora ver¨¢n la luz.
En un acuerdo que supone un punto de inflexi¨®n tras meses de ninguneo, Colau acaba de pactar con CiU el Plan del Derecho a la Vivienda. Ambos han argumentado que en ¡°las grandes cuestiones de ciudad" su gente espera de ellos que sean capaces de ponerse de acuerdo. El portavoz de CiU, Joaquim Forn celebra que esta vez se han acercado ¡°con voluntad real de negociar¡±. Aun as¨ª reconoce que ¡°en otras cuestiones¡±, como en la ordenanza de civismo, ¡°la distancia es muy grande¡±. A la pregunta de c¨®mo conseguir¨¢n marcar perfil propio si apoyan proyectos de Barcelona en Com¨², Forn defiende que el pacto en materia de vivienda ya supone ¡°incorporar el perfil de CiU¡±, al aumentar el protagonismo del tercer sector o la banca y los fondos de inversion.
Todos los grupos del pleno est¨¢n expectantes ante la posibilidad de que la orden del PDCAT para que los grupos municipales de CiU asuman su nombre abra una brecha en las filas que capitanea el ex alcalde Trias, donde est¨¢n integrados S¨°nia Recasens (Uni¨®) y Gerard Ardanuy (Dem¨°crates). El grupo ha consultado incluso a secretar¨ªa qu¨¦ consecuencias tendr¨ªa que alg¨²n concejal abandonara el grupo. Forn asegura que ¡°espera llegar a un acuerdo¡±, que el ¡°clima es correcto¡± y que no le consta que ning¨²n concejal tenga la intenci¨®n de marcharse.
En el caso de Ciutadans, en un par de ocasiones el equipo de Colau les ha tendido la mano pero la portavoz de C¡¯s en el Consistorio, Carina Mej¨ªas, critica que BCom¨² ha sido ¡°muy poco dialogante y la actitud de la alcaldesa, directamente, arrogante¡±. Seg¨²n Mej¨ªas, el equipo de gobierno ¡°s¨®lo ha querido contentar a su electorado y no a todos los barceloneses. No escuchan. La ciudad funciona por pura inercia y acabar¨¢ pagando esta par¨¢lisis¡±. Desde el otro lado, en el gobierno se preguntan si en algunas votaciones en contra ha tenido alg¨²n papel la direcci¨®n naranja y su l¨ªder, Albert Rivera.
Cr¨ªticas de la CUP
Con el PP la relaci¨®n personal entre Colau y el veterano Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz es cordial. ¡°Colau con un gobierno tan minoritario puede gobernar simplemente por las discrepancias que tenemos en la oposici¨®n donde, a pesar de que lo he pedido mil veces, no todos han sido capaces de poner Barcelona por encima de las siglas¡±, denuncia. ¡°Adem¨¢s, como Ada Colau se ha acercado al sobernismo ha conseguido anular la capacidad real de orquestar una oposici¨®n¡±, argumenta Fern¨¢ndez D¨ªaz.
La CUP, que arranc¨® el mandato apoyando a Colau en todas las votaciones, se ha puesto firme cuando se les ha acabado la paciencia ante el ninguneo sistem¨¢tico. La concejal Maria Rovira apunta que el ¡°momento es complicado porque en Barcelona sigue la precariedad laboral, exclusi¨®n residencial y burbuja tur¨ªstica lo que nos alarma¡±. Para la CUP la ¡°mayor¨ªa de decisiones son una puesta en escena que no son vinculantes, es pura hipocres¨ªa, para que al final nada cambie¡±. Rovira considera que este Ayuntamiento es ¡°alcaldista¡± y advierte de que la CUP afronta lo que queda de mandato con un conocimiento mucho m¨¢s pr¨¢ctico de la administraci¨®n.
En cualquier caso, Colau y los suyos suelen asegurar que les desconcierta el papel opuesto que tienen los grupos de la oposici¨®n en p¨²blico y en privado. ¡°Nos dicen una cosa y en rueda de prensa dicen otra¡±, lamentan.
Mejor relaci¨®n con Junqueras que con Bosch
BCom¨² mantiene que no entiende la postura del jefe de filas de ERC, Alfred Bosch, con quien tienen peor relaci¨®n que con consejeros republicanos de la Generalitat con los que han alcanzado acuerdos, como Oriol Junqueras, Carles Mund¨®, Dolors Bassa o Toni Com¨ªn. Bosch asegura que su deber es hacer oposici¨®n: ¡°Aunque hacerla a la izquierda desde la izquierda no es lo mismo que desde la derecha. No estamos aqu¨ª para apoyar a la alcaldesa sino a la ciudad¡±.
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