La iglesia de los ¡®sin techo¡¯
La parroquia barcelonesa de Santa Anna abre sus puertas las 24 horas para que las personas sin hogar puedan guarecerse
Los responsables de la parroquia barcelonesa de Santa Anna no han colgado un cartel de ne¨®n intermitente donde se anuncie la apertura durante las 24 horas del d¨ªa los 365 d¨ªas del a?o. Pese ello, el templo se ha convertido en el primero de Catalu?a en abrir de forma ininterrumpida. A cualquier hora del d¨ªa, o la noche, todo aquel que lo precise podr¨¢ acceder a la iglesia aunque el principal objetivo es ofrecer a las personas que no tienen hogar un lugar donde cobijarse.
La iniciativa del p¨¢rroco, Peio S¨¢nchez, ha sido bautizada como Hospital de Campa?a. La ola de fr¨ªo del pasado mes de enero hizo que el p¨¢rroco habilitara el templo como albergue pero la falta de condiciones higi¨¦nicas ha hecho replantear el uso y ahora a todo aquel que necesite guarecerse se le ofrecer¨¢ caf¨¦ y descanso pero sin las camas que estuvieron instaladas el pasado mes. La iniciativa est¨¢ inspirada en la labor que el padre ?ngel, fundador de Mensajeros por la Paz, lleva a cabo desde hace un a?o y medio en la parroquia madrile?a de San Ant¨®n.
Durante la tarde de ayer una decena de sin techo deambulaban por el templo. Un hombre dormitaba en un banco muy cerca del Sepulcro del caballero Miquel de Boera del siglo XVI. Lleva un a?o y medio durmiendo en la calle. ¡°Llegu¨¦ de vacaciones y la empresa de carpinter¨ªa de aluminio donde trabajaba hab¨ªa cerrado. Envi¨¦ a mi mujer y a mi hijo a casa de mi suegra y yo, simplemente, intento sobrevivir¡±, admite tras una peque?a siesta en uno de los bancos de la iglesia. Lleva d¨ªas viniendo a Santa Anna ¡°necesito beber un vaso de algo caliente¡±.
Media docena de monjas de las Hermanitas del Cordero ensayan cantos en el crucero del templo. Ra¨²l lleva toda la tarde con un trapo y un abrillantador en espray sac¨¢ndole brillo a los bancos de la iglesia. Hace dos meses que vino de Buenos Aires. ¡°Cre¨ª que aqu¨ª llov¨ªan lingotes de oro y al final me vi durmiendo en la calle. Yo conduc¨ªa camiones y autocares y con 57 a?os estoy sin nada. Vine a la iglesia en busca de caridad y ahora tambi¨¦n ayudo lo que puedo¡±, se esperanza.
Ferm¨ªn, un voluntario ecuatoriano de unos cincuenta a?os, es quien da las ¨®rdenes en el templo. Conoce a la perfecci¨®n todas y cada una de las piedras que conforman la parroquia. Jordan intenta instalar un juego de luces. Es un joven b¨²lgaro al que la vida castig¨® con la adicci¨®n a las drogas. ¡°Vine a Espa?a a desintoxicarme y me qued¨¦ en la calle. Ahora quiero aprender cosas y tengo mucha fuerza desde que entre en esta iglesia. S¨¦ que ahora quiero dejar la adicci¨®n y lo conseguir¨¦¡±.
El acceso a la sacrist¨ªa es una capilla presidida por una piedad. El lugar se ha transformado totalmente. Tres perros dormitaban ayer junto a los bancos dentro del templo. ¡°Aqu¨ª es donde preparamos los desayunos y algunas comidas¡±, informaba Marta, una voluntaria implicada en mil y una "historias". Junto a ella, Sof¨ªa prepara unos caf¨¦s: ¡°Soy italiana y Santa Anna es donde venimos a rezar los italianos que vivimos en Barcelona. Ayudo en todo lo que puedo¡±.
¡°Los alimentos que entregamos son los que nos da la gente o los que compramos gracias al dinero de los donativos¡±, informa Marta. Sof¨ªa asegura que, en enero, las noches de m¨¢s fr¨ªo llegaron a dormir 88 sin techo dentro de la iglesia ¡°s¨®lo en una noche¡±. Al principio, recog¨ªan y entregaban ropa pero fue tal el aluvi¨®n de donativos que la iglesia se vio desbordada y no recogieron m¨¢s ropa.
Tres j¨®venes rumanos comen unas madalenas. Uno de sus compa?eros lleva horas dormido sobre un banco. ¡°Est¨¢ enfermo, los voluntarios han conseguido que le ingresen pronto en una residencia para desintoxicarle. ?l al principio no quer¨ªa marcharse sin sus tres perros pero tambi¨¦n han conseguido que los lleven a un refugio de animales¡±.
Dos indigentes hablan en el patio de la entrada al templo de como uno de ellos se durmi¨® una noche de guardia mientras hac¨ªa el servicio militar obligatorio. Sonr¨ªen con la batallita mientras uno de ellos saca una pipa y comienza a fumar tabaco que ha recopilado a base de recoger colillas.
El proyecto Hospital de Campa?a de la parroquia de Santa Anna cuenta por ahora con un equipo de 250 voluntarios que han de garantizar 24 horas de atenci¨®n. Los organizadores admiten que los turnos m¨¢s dif¨ªciles de cubrir son de madrugada.
Durante la tarde, dos se enzarzan en una pelea en la puerta del templo. Los voluntarios detienen la agresi¨®n en segundos. ¡°Otro d¨ªa que tiene que venir la polic¨ªa¡±, reniega un usuario reconvertido en voluntario. Pese a los problemas, no decaen las fuerzas en la primera parroquia que abre 24 horas al d¨ªa en Catalu?a.
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